Capítulo 1

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—Mira, aquí dice que Lalisa Manobal es una de la empresarias más jóvenes.

Jennie lleva toda la mañana enseñándole a Jisoo varios artículos sobre la nueva socia de su madre, ahora saben más sobre la vida de la castaña que de estadística, la que se supone es la clase que están tomando.

—Alumna Kim, ¿Podría hacer el favor de guardar silencio?— El profesor la regaña.

—Profesor, ¿Podría hacer el favor de hacer más interesante su clase? Tres alumnos están dormidos y su cara es muy desagradable— Responde Jennie haciendo caras de disgusto.

El profesor se pone rojo y los alumnos abuchean, algunos otros se ríen y los demás están dormidos tal cual Jennie mencionó.
Jisoo se queda viendo al maestro y luego a su amiga. Esto es muy normal durante las clases, la pelinegra nunca presta atención y cuando la reprenden, ella se defiende sin miedo a lo que puedan decirle.

—Váyase de mi clase y cuéntele sus chistes a la directora— El maestro señala la salida.

—No.

—¿No? No fue una pregunta, es una orden— El profesor levanta aún más el tono de voz.

Jennie se ríe con malicia y superioridad, después se revisa las uñas restándole importancia a la situación.

—Le tengo una mejor propuesta, vamos a la dirección y escuchamos todas las donaciones que mi madre le ha hecho a esta escuela— Se cruza de brazos. — A la directora le encanta contar como se construyó la nueva cancha de fútbol.

Los alumnos se ríen aún más fuerte y al maestro no le queda más que seguir con la clase, como si nada hubiera pasado. Jennie sonríe victoriosa mientras continúa buscando artículos que le den información sobre Lisa o que le ayuden a conocerla más allá de lo que ya ha visto. Está tan intrigada que toda la noche se la pasó pensando en como acercarse a ella, no quiere meterla en problemas con su madre ni tampoco hacer notar el interés que le tiene. Si alguien va a estar suplicando por la compañía de Jennie, esa va a ser Lisa.
Por ahora lo único que la pelinegra quiere hacer es entablar una conversación con ella.

Al terminar la clase, ambas amigas decidieron ir por un café y sentarse en el pasto a esperar el inicio de la siguiente hora. 

—¡Jisoo!— Jennie la sacude de lado a lado.

—¿Qué pasa? Casi me tiras el café encima.

—Aqui dice que el padre de Lalisa falleció hace un año— Le muestra el celular. —Es la heredera de todo.

—¿Estás diciendo que ella no hizo nada?— Jisoo muerde un pastel de chocolate.

—Digo que es lo suficientemente inteligente como para sacar adelante una empresa en tan sólo un año y sin el apoyo de sus padres.

Jennie no puede dejar de leer ese artículo, incluso llega a creer que es falso por lo fuerte de la noticia. Según el texto el padre de Lisa desapareció hace un año sin causa aparente y sin dejar ni un rastro, de un día a otro su esposa dejó de poder contactarlo y habían otras personas queriendo comprar la empresa a un precio más bajo, entre ellos estaba la madre de Jennie.

—¿Crees que lo hayan matado?— Pregunta Jisoo con miedo a escuchar la respuesta.

—No lo sé, es muy extraño que desaparezca como si nada— Jennie apaga el celular. —Alguien quiso obtener de forma fácil su empresa, pero no sabían que tenía una hija.

Las dos hacen contacto visual, claramente están pensando lo mismo y les daría mucho miedo tener la razón, pensar que el padre de Jisoo o la madre de Jennie pudieron ayudar a hacer que el padre de Lisa desaparezca. Aunque es una conclusión muy precipitada y hubieron muchos que quisieron comprar la vinateria, pudo ser cualquiera. Tal vez su madre sólo estaba intentando cerrar un buen trato como de costumbre, nadie puede culparla por intentar hacer más dinero.

Más allá de una venganza Donde viven las historias. Descúbrelo ahora