Cena Navideña (parte 1)

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—¿Qué vas a usar esta noche?

—Tiene que ser elegante, mi mamá no puede saber que asisto a esa cena simple y sencillamente por Lisa.

A Jennie nunca le han gustado esas cenas dónde su madre busca impresionar hombres millonarios para que se asocien con ella. Son aburridas y muy largas, además no le gusta el pavo.
Está vez va a ser diferente porque Lisa va a asistir y también Rosé como una amiga más, no como su empleada. Está emocionada por ver a Lisa, la última vez no pudieron hacer nada por estarla escondiendo.

—No vas a poder verla y no besarla.

—Mira quien habla, apuesto a que apenas puedas te llevarás a escondidas a Rosé.

Jisoo se pone a imaginar lo divertido que sería escabullirse con Rosé a los lugares que ya conocen. En esa casa tan grande es fácil saber donde nadie las vería, lo difícil será justificar su ausencia en la mesa.

—Conociendo a Lisa debe tener el mejor regalo preparado.

—Me conformo con saber que pasaremos navidad juntas.

Jennie aún no tiene ni la menor idea de la sorpresa que Lisa le ha estado preparando y que le cuesta mantener en secreto. Aunque la pelinegra es feliz con la simple idea de tomarle la mano mientras la nieve cae. Quiere que esta noche sea la más perfecta y romántica para recordarla toda su vida.

Su casa es un completo desastre desde ayer, los preparativos para la cena están causando mucho estrés en su madre, lo que provoca que todos estén de mal humor.

—Me alegra que Rosé no tenga que cocinar hoy.

—Voy a extrañar verla vestida de duende navideño— Jisoo dice ligeramente decepcionada.

—De hecho este año serán renos.

—Bien, Rosé podrá tener todo menos cuernos.

Yeji llega como de costumbre y saluda a ambas con un fuerte abrazo, lo cual hace que Jisoo intuya algo raro.

—¿Eso por qué?— Pregunta refiriéndose al abrazo.

—Quería mostrar mi amor...— Suspira y se deja caer a un lado de Jennie. —Okey, Ryujin me dió el regalo de navidad perfecto.

—¿A ti también te dieron un departamento? Como sea, me sigue cayendo mejor Lisa— Jisoo bromea como siempre.

—Voy a decirle a Lisa que te agrada— Jennie se divierte también.

Yeji guarda silencio esperando a que sus amigas dejen de interrumpirla.

—Me dió un arma.

Jennie y Jisoo voltean a verse al mismo tiempo. Su amiga es rara y claramente está obsesionada con los temas policiales, pero nunca creyeron que tendría un arma sin primero trabajar para la policía con su padre.

—Tranquilas, es completamente legal.

—Creo que debo ir a casa, mi madre quiere que la ayude a escoger su vestido.

La pelinegra sale casi corriendo de ahí, no es una fiel amante de las armas o de la violencia en general, aunque es un poco irónico dado que ella puede llegar a ser agresiva con otras personas. Es una chica complicada.

Regresa a casa y lo primero que ve es a su madre gritándole a un decorador que ponga las luces más rápido o así era hasta que el pobre chico cae al suelo por lo frágil de la escalera en la que estaba montado.

—¿¡Alguien puede traerle una pomada!?

Continúa moviendo cajas de adornos, después ve a Jennie y sonríe con alivio.

Más allá de una venganza Donde viven las historias. Descúbrelo ahora