Más allá de una venganza

Capítulo 21

—No puedo escapar— Jennie habla por teléfono. —Está esperándome abajo, ahora me persigue a todas partes.

—¿Y si en realidad sospecha?— Lisa está al otro lado de la línea.

Se llaman a cada hora para contarse como van sus días. Ya que son conscientes de que no pueden verse diario, al menos se hablan para no extrañarse demasiado.

—Esto es como su crisis de la mediana edad, quiere reponer el tiempo que estuvo ausente.

—Dale lo que quiere, atención— Aconseja su novia. —Pero no demasiada, guarda algo para mí.

Jennie se ríe de lo último.

—Oh Lili, tengo más que atención guardada para tí.

—¡Hija!— Le grita su madre.

La pelinegra voltea los ojos y suspira, quiere salir de esto lo más pronto posible. Antes se quejaba de que no sentía el amor de su madre, ahora lo que quiere es ver a su novia. Ya no le interesa que la señora Kim la ignore siempre y cuando tenga tiempo para estar con Lisa.

—Debo irme.

—Espera— Lisa evita que cuelgue. —Envíame un beso.

A Jennie se le borra la sonrisa del rostro.

—Tienes que estar bromeando.

—No— La risa de Lisa se escucha a través del celular. —Quiero mi beso.

La pelinegra da vueltas por la habitación, nunca había hecho algo parecido. El nivel de cursilería de Lisa la ha superado por mucho y no sabe como reaccionar.

—¡Jennie!— Su madre la sigue presionando.

Vuelve a poner su celular en su oreja.

—Bien— Dice derrotada. —Muah, muah, te quiero.

Cuelga la llamada rápidamente y se pone roja por la vergüenza. Antes se burlaba de los que enviaban besos en las llamadas, hoy es una de ellos.
Baja las escaleras cuando se tranquiliza y alcanza a su madre en la entrada.

—¿Qué hacías? Estás roja como un tomate.

"Hablando con tu nuera" contesta en su cabeza.

—Calentamientos, no es bueno salir con frío.

—Suena lógico, enseñamelos más tarde.

Este ha sido el viaje en camioneta más incómodo que ha vivido, ninguna tiene idea de que decir o como interactuar la una con la otra.
Cada vez que su madre va a decir algo, se arrepiente y se voltea a la ventana.

—¿Cómo te fue en París?— Finalmente habla.

—Bien.

"Me besé con Lisa en cada rincón de la ciudad, en cada habitación del apartamento que me diste, fue el mejor viaje" es la respuesta que en realidad quisiera darle, pero se contiene con mucha fuerza de voluntad.
Mira a su mamá y se da cuenta de que se está esforzando por conversar con ella.

—Dahyun era agradable y el departamento encantador.

—¿Lo dices en serio? Sabes que no me gusta tu sarcasmo, yo misma escogí los muebles.

Su parte favorita fue el balcón, no le prestó atención a los muebles y eso la hace sentir culpable al ver la emoción de su mamá. Con este pequeño rato que llevan juntas le cuesta creer que podría hacerle daño a alguien, por supuesto tiene una cara de seriedad que da terror, pero no es agresiva. Nunca le ha puesto una mano encima y sólo le grita cuando es sumamente necesario.