Cena Navideña (parte 2)

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Después de haber pasado el momento más incómodo y surrealista de toda su vida, Lisa sale del baño regresando a la mesa en donde los invitados ya están cenando. Jennie le lanza una mirada preocupada, pero la castaña mueve la mano dándole a entender que está bien.

—¿Dónde estabas?— Pregunta la madre de Jennie. —Se te enfriará la cena.

—Una disculpa, es tan hermosa su casa que quise tomar unas cuantas fotos para mis redes— Se excusa.

—Estos jóvenes de ahora— Se ríe.

La madre de Jisoo se ríe con ella, parece que hay otra persona que sólo busca aparentar en esta mesa también. Está desesperando mucho a Jennie esa forma de contestar para complacer a su madre.

Los meseros les sirven un plato a cada uno de ensalada y luego cortan el pavo como si este fuera un espectáculo que fueron a admirar.

—Quiero decir que aunque Rosé no trabaje más con nosotras, sus recetas siempre han sido lo mejor de esta casa— La señora Kim da unas palabras. —Aprovecho este momento para decirte que eres bienvenida las veces que desees, eres como de la familia.

Jennie se pone feliz de escuchar a su madre decir eso y le sonríe a su amiga para que sepa que es verdad.
La rubia se queda dudosa al no entender si lo dice con sarcasmo o realmente le está agradeciendo por su arduo trabajo durante varios años. Cuando la echó no se veía tan triste, pero entiende que fue porque descubrió su relación con Jisoo y eso la metería en problemas a ella también.

—No tienes que tratar bien a empleados— Interrumpe el padre de Jisoo. —Era su trabajo.

—Rosé estuvo aquí por años, no es una simple empleada— La mamá de Jennie trata de defenderla sin sonar grosera con él.

—Claro, si no tiene a donde más ir lo único que queda es trabajar— Se ríe falsamente. —Cuando alguien no tiene para comer, ni sabe leer...

—¡Basta!— Jisoo se enoja, después se levanta de la mesa llamando la atención. —Estoy cansada de tus tratos inhumanos, respeta a Rosé o...

—¿O qué?— Él la reta.

—O me largo de tu vida para siempre.

Los demás invitados guardan silencio y la más asustada en esto es la madre de Jisoo, quien nunca ha sido capaz de defender a su hija de las garras de su esposo. Su hija nunca se había puesto a la defensiva, sin embargo, ya está harta de los comentarios de su padre que siempre ha sido un hombre maleducado que se cree el dueño del mundo.

—¿Por qué la defiendes? ¡Entiende que es una simple cocinera!— Él también levanta la voz.

—¡Es mi novia!

Unos minutos de silencio invaden la habitación en donde cenan y su padre golpea la mesa con fuerza como un niño haciendo berrinche. Aceptaría cualquier cosa, incluso que Jisoo le robara dinero, pero jamás que mantenga una relación con una mujer y menos si es una cocinera sin dinero.

El padre de Tae empieza a reírse sin importarle lo tenso que está el ambiente, disfruta ver desgracias ajenas; por otro lado, el progenitor de Jisoo se ha puesto tan rojo de coraje que pareciera que la vena de su frente va a explotar. Esta no era la forma en quería revelar a su pareja, pero esta harta de la forma en que se expresa de Rosé.

Yeji se está enfureciendo por la forma en que el señor toma a esto como un chiste, quiere golpearlo de mil maneras posibles.

—¡Vámonos a casa ahora mismo!

—¡No! Vete tú y sigue fingiendo ser el señor perfecto con tus restaurantes de mierda.

—¡Esos restaurantes te dan la vida que tienes niña malagradecida!

Más allá de una venganza Donde viven las historias. Descúbrelo ahora