Más allá de una venganza

Epílogo

     *Ocho años después*

—¡Amor vamos a llegar tarde!— Lisa grita desde la sala.

—¡Un segundo!— Jennie se está colocando unos aretes.

Al salir de la habitación, Lisa se queda boquiabierta al verla con un vestido espectacular, aún ocho años después Jennie le sigue pareciendo la mujer más hermosa que ha visto.

—Te ves preciosa— La toma por la cintura. —Cásate conmigo.

—Ya estamos casadas— Jennie se ríe. —¿Lo olvidaste?

—No hay manera.

*Flashback*

—¿A dónde me llevas?— Jennie tiene los ojos vendados.

Lisa le ha pedido permiso a la señora Kim para dejarlas pasar el día entero juntas. Tiene una sorpresa preparada desde hace mucho tiempo y cree que ya es momento de hacer uso de ella. No quiere despertar un día y darse cuenta de que perdió el tiempo.

—Te recuerdo que hace cuatro años me secuestraron, tengo experiencia— Bromea la pelinegra desde el asiento trasero.

La ve por el espejo retrovisor y se ríe, parece ser que Jennie le está quitando el puesto a las bromas menos apropiadas.

—Ya casi llegamos— Le informa Lisa.

Al estacionar el carro la ayuda a salir aún con los ojos vendados, después la guía a una pequeña cabaña.

—¿Cuánto falta?

—Listo, quítate la venda—Pide Lisa emocionada.

Jennie se queda impactada al ver el lugar en el que está, después corre a la ventana y ve cientos de flores rodeando la acogedora cabaña.

—Lisa... ¿Desde cuándo existe este lugar?

—Como hace más de tres años lo inicié.

La pelinegra se sorprende aún más, Lisa había hecho cosas hermosas por ella eso queda claro, pero esto es... Magnífico.
Quiso guardar este lugar por años para una ocasión especial y ya es hora.

—Jennie...— Lisa se arrodilla. —Sé que aún eres joven y tienes muchas cosas por vivir, pero me encantaría estar a tu lado para apoyarte y amarte por el resto de nuestros días. Quiero ver cómo tu piel se arruga con los años, descubrir como despiertas en las mañanas y abrazarte cuando llegues cansada de un día pesado. Kim Jennie ¿Serías tan amable de cumplir mi más grande sueño y casarte conmigo?

La pelinegra está parada frente a ella cubriéndose la boca con ambas manos, espero tanto este momento que ahora no sabe como reaccionar. Se pone a pensar en lo que ha vivido con Lisa, en las veces que tuvo que estar lejos de ella y es que los minutos pasan volando cuando la besa...

—Estás loca— Finalmente habla. —¡Sí!

—¿Sí?

—Por supuesto que sí, ¡Maldita sea, nos vamos a casar!

Se abrazan con tanta fuerza que les es casi imposible respirar, luego Lisa le coloca en el dedo el anillo que escogió especialmente para ella.

—Aún hay otra sorpresa.

La lleva a la habitación y le muestra una pared decorada con fotos de ellas que ha tomado a lo largo de su noviazgo; está Jennie dormida, cenando, en algunas salen haciendo caras graciosas y en un rincón casi escondido están las fotos que una vez le obsequió para que no la extrañara.

—Esas son mis favoritas—Lisa apunta las de su futura esposa en ropa interior.

Jennie se ríe y se acerca a ella con atrevimiento.