Abueloier

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Talluhla, la pequeña que amaba las flores y salir a pasear para ver animales, fue la única capaz de rastrear a su tío Roier, y lo que había visto, la dejo hecha furia.

El oso negro que mantenía a Roier en aquella casita, porfin se había ido, despues de esos gritos que escucho de parte de su tío. Espero un rato para luego entrar, y como era una casa simple, pudo encontrar a Roier en el piso, con marcas en sus brazos y cuerpo, pero no podía verlo bien, pues las sábanas cubrían la mitad de él.

- Tío?...- dijo tímidamente la pequeña. Roier elevó la cabeza, dejando ver sus lágrimas y un moretón en su mejilla.

Talluhla de inmediato dejo su mochila a un lado, y saco de está una pomada para eso, pues al ser algo torpe, Philza hizo pomadas y medicina para ella cuando salía lastimada.

- talluhla!.... Vete pequeña... El va a volver y.... - un nudo en su garganta se formó, reviviendo lo que paso hace un momento atrás - no le diga a nadie... Porfavor?-

- no...- dijo algo tímida pero decidida- todos te estamos buscando... Nos preocupamos por ti- se acercó a Roier,  y tomo con sus pequeñas garras de dragón las mejillas para obligarme a verla - Cellbit está triste... Prometiste ir a una cita con él y.... No llegaste - Roier abrió los ojos como platos.

Olvidó su cita, lo olvido por estar con Spreen, por estar siendo infiel con su ex?, ya no lo sabía, su cuerpo estaba entumecido así como sus sentimientos.

- y-yo... Yo...- su rostro amenazaba con llorar, apreto sus dientes de la ansiedad. Un toque a la puerta lo hizo sentirse totalmente aterrado.

Talluhla miro hacia la puerta y rápido tomo su espada, aunque no era buena peleando, no como su hermano Chayanne, pero por lo menos sabía defenderse y lo haría para que su tío escapase.

Pronto los toques suaves se volvieron erráticas y fuertes.

Roier se alejo como pudo hasta quedar en una esquina, entrando en ansiedad, su respiración se entrecortaba y su cuerpo temblaba del miedo.

Talluhla se puso entre su tío y la puerta.

Un golpe duro y seco hizo que la puerta se rompiese. Talluhla sostuvo la espada temblando, porque recordó en ese momento que alguna vez alguien le contó lo terriblemente bueno que era aquel oso negro.

- whats?!!! Roier?!- slime entro, tenía un hacha en su mano y de inmediato la oculto para socorrer a su amigo.
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Cellbit estaba en casa, en el comedor, mirando la rosquilla que Felps le regaló para recordarle que tenía un compromiso y no debía pensar mal en Roier.

Pero que nadie supiera de Roier y que no fuera a la cita, le dejaba mal sabor de boca, y no es que realmente pensara mal de Roier, pero no sabía nada de él. No sabía si la federación lo había secuestrado por su culpa, o que tal vez ese tal Spreen se lo había llevado y tal caso de los dos, había estado investigando y no tenía ni más mínima idea de dónde empezar, porque Roier era tan esporádico que incluso el propio Roier no tenía ni idea lo que haría después.

De repente, escucho como la puerta de su castillo se abría, y con esperanza, salió disparado escaleras abajo, pero se detuvo al ver a Quackity y un señor algo grande a su lado.

- oh!!! Cellbit! Mira quién llego?

- quien?...

- soy abueloier... Soy el Abuelo de Roier, y al parecer tu eres el novio de mi nieto he?!..- el hombre sonrió hacia él.

Cellbit de alguna forma se sintió algo extrañado y amenazado por alguna razón de verlo.

- me encontré al viejo por ahí vagando..

- no que fuera tu pinche Quackitys!

- órale... Síguele pinche viejo ceñil..

- viejo tu puta madre!

Cellbit río ante la curiosa actitud del señor, parecía a Roier... O más bien, Roier se parecía a su abuelo. Ahora entendía de dónde salió la actitud tan extravagante de su guapito.

- Señor?... Sabe dónde está su nieto?

Quackity se quedó pensativo ante esa pregunta, pero parecía que para el señor, el tenía la respuesta

- está descansando...

- tanto tiempo?.. tanto que olvidó nuestra primera cita? - comento algo molesto, aún sabiendo que el señor no tenía culpa alguna.

- cálmate wey! Mi nieto es un pendejo pero no un estupido... - comento orgulloso, mientras Quackity se cagaba de risa.

- entonces?.. donde está?

- créeme... Estoy aquí por él, y por la boda... Además de conocer al futuro esposo de mi nieto... - extendió los brazos para un buen abrazo, algo corto, pero suficiente.

- acaso es una prueba o algo así?

- eso es - dijo con emoción el señor. Cellbit hizo una mueca de desagrado.

¿Su guapito estaba desconfiando de el?, no podía ser posible. O tal vez si. O tal vez, Roier no fue por petición del viejo, para ponerlo a prueba de manera muy cruel para su gusto.




Slime llevo a Roier a su casa, y con ayuda de Mariana, lo ayudaron a curarse de la heridas. La pareja había platicado con Roier, con su situación.

Siendo Mariana el que explotó de irá, tomando su espada y armadura e irse de ahí para el lugar donde slime le indico donde encontró a Roier. Slime no pudo detenerlo, incluso Roier que le suplico que no hiciera una estupidez, Mariana fue a plantarle cara. Aunque eso signifique recibir golpes bien dados a su cuerpo.



Spreen, obviamente se dio cuenta de que Roier ya no estaba.

Simplemente estalló en furia. Con espada en mano y localizando a Roier, se dirigió hacia el lugar donde ahora estaba Roier.

Topandose con Mariana.

El encuentro solo duró un golpe, donde la armadura de Mariana fue destrozada y penetrado, dejando un corte diagonal en su pecho.

Lo dejo tirado y con una sonrisa se dirigió a casa de Slime.

$Dаddуs GiгL$ | Guapoduo | +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora