El día de su boda había llegado.
Todo el clan Nie y los clanes invitados estaban reunidos con ellos para tan importante celebración y, después de escuchar los mantras y las sagradas escrituras por fin había llegado el momento más esperado por todos; las reverencias.
—¡Primer reverencia ante el cielo y la tierra!
A punto de inclinarse para sellar su destino...
—¡JIANG CHENG!
La ceremonia se detuvo abruptamente.
Levantó la vista para ver quién tenía la osadía de interrumpir y grande fue su sorpresa cuando se dió cuenta que había sido nada más y nada menos que Lan XiChen; quién se aproximaba a ellos a toda velocidad. Confundido intercambió miradas con Nie MingJue pero este estaba igual de confundido que él. ¿Por qué su mejor amigo estaba interrumpiendo su boda gritando el nombre de su prometido? No lo sabía.
Enojado, Jiang Cheng iba a reprocharle el haber hecho algo como eso, por muy líder que fuera no tenía derecho ¡¿qué diablos le pasaba?! ¡¿Cómo se atrevía a interrumpir su boda?! Sin embrago ni siquiera tuvo tiempo de pronunciar ni una sola palabra antes de que Lan XiChen llegará a su lado y el filo de una espada lo atravesara.
En shock llevó sus manos hacia su abdomen dónde ya la sangre filtraba sus túnicas mientras alzaba la vista buscando una explicación.
—¡Cough- —pero en vez de palabras lo único que salió de sus labios fue sangre.
Demasiado débil por la herida más el peso de las grandes túnicas hizo que sus piernas cedieran y terminó cayendo de rodillas mientras jadeaba por el dolor. Las botas de Lan XiChen entraron en su campo de visión y dos dedos fríos como el jade le levantaron la barbilla y lo obligaron a ver directo al rostro de la persona que le hirió.
Frunció el ceño pero al sostenerle la vista un terror puro se instaló en todo su cuerpo al ver como dos brazas encendidas al rojo vivo le devolvían la mirada.
Parecía un demonio.
Era un demonio.
Instintivamente desvío su mirada hacia Nie MingJue para que lo ayudara.
Se arrepintió de inmediato cuando el contrario se dió cuenta y lo que había sido un agarre ligero se convirtió en un dolor insoportable alrededor de su mandíbula para obligarlo a verlo únicamente a él mientras negaba con la cabeza, mostrando su descontento.
—A-Cheng...
El tono enfermizamente dulce que había usado le heló la sangre.
—A-Cheng... Mira lo que haz hecho.
Lan XiChen se arrodilló frente a él y limpió una mancha de sangre que había salpicado en su mejilla mientras lo veía como si fuera un niño que se portó mal. Quiso retroceder ante el toque pero estaba demasiado cansado como para moverse...
Incluso respirar comenzó a ser doloroso.
—No te preocupes —le sonrió con ternura— no toqué ningún órgano vital. Cuando regresemos tendrás un descanso apropiado para recuperarte.
¿Cuando... regresemos?
Su corazón comenzó a latir en sus oídos.
Era obvio que Lan XiChen había enloquecido y él no tenía la suficiente fuerza como para retroceder ni luchar.
De hecho, con una herida de mas de diez centímetros en su abdomen había aguantado despierto por pura fuerza de voluntad en lo que muchos ya se hubieran desmayado.
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¡Seré un villano! -Xicheng-
RandomEn su primera vida fue una marioneta, lo usaron y cuando ya no fue útil, lo desecharon y abandonaron para ser condenado a la horca. A punto de morir pidió una segunda oportunidad, la cuál se le fue dada: Regresó en el tiempo. Pero aunque trató de ha...