—¿Jiang-gongzi?
Nada.
Luego de un momento volvió a intentarlo de nuevo.
—¿Jiang-gongzi?... Hay noticias del maestro Wei —agregó.
Ambos pudieron ver cómo luego de esa frase, la puerta se abría unos instantes después...
—Buenas tardes, mí nombre es Ze Tao, soy el sirviente personal de Jiang WǎnYín, ¿Qué noticias hay del joven maestro? ¿Ha venido?
El joven que había abierto las puertas de la habitación de Jiang FengMian saludó cortésmente y esperó una respuesta.
—Mucho gusto joven Ze, lamentablemente el joven Wei no pudo venir —informó—, sin embrago ha mandado una carta para su hermano.
Lan XiChen señaló el contenido en su mano y el contrario asintió.
—Ya veo, en ese caso le agradezco su buena voluntad. Puede dármela, la entregaré de inmediato —pidió extendiendo su brazo.
—Este... Verás, prometí entregarla personalmente entonces, ¿Podría ver al joven Jiang?
—Me temo que eso no es posible —negó de inmediato—, mí amo ha prohibido a cualquier desconocido.
—¿¡Cómo puedes decir eso!? —preguntó escandalizado el otro sirviente— ¡Él es Lan XiChen, el líder de Gusu Lan!
—¡Oh! No sabía, espero que pueda perdonar mí descortesía líder Lan, sin embrago tengo que seguir órdenes. —contestó apenado.
—No hay problema, yo no me he presentado apropiadamente —descartó— ¿No puedes anunciar mí presencia?
—Bueno... me encantaría. Pero si vino ya debe de saber la situación, entonces le pido comprensión, mí amo está bajo mucho estrés y no está para recibir visitas. De hecho ahora mismo está con el líder Jiang y luego de traspasarle energía queda agotado.
—Entonces, ¿No hay nada qué hacer?
—No lo hay.
—Bueno, ah, entiendo, entonces... La carta, toma, dile que el joven Wei quería venir pero debido a las reglas no pudo, sin embargo hará todo lo posible para verlos cuánto antes.
Tao recibió la carta con una reverencia y prometió transmitir el mensaje.
—Gracias, puede decirle al joven Wei que esté tranquilo, mí amo, salvo algunos rasguños, no corre peligro alguno.
—Me alegro, entonces me retiro.
Sin más, Lan XiChen regresó sobre sus pasos para ir a la oficina de Nie MingJue siendo seguido a la salida por su acompañante.
Al ver partir al Lan, Tao regresó al del cuarto del líder Jiang y cerro la puerta detrás de él.
Justo a tiempo, Jiang Cheng salió suspirando del velo con una expresión cansada.
—¡Ay! ¡Esto es tan agotador! —se quejó en voz alta sobándose las manos.
Al escucharlo, Tao se acercó a la mesita de noche, colocó la carta en esta, tomó un frasco de ungüento y se acercó a Jiang Cheng quién estaba con los ojos cerrados desparramado sobre un sillón largo.
Se arrodilló a su lado, destapó el frasco y vertiendo una cantidad generosa en sus manos, comenzó a masajear los delicados dedos del contrario para relajarlo.
Cosa que funcionó dada la sonrisa de satisfacción que colocó al sentir su toque.
Al ver qué el estrés del pequeño Jiang había bajado, se levantó, fue a guardar el ungüento y volvió con la carta.
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¡Seré un villano! -Xicheng-
RandomEn su primera vida fue una marioneta, lo usaron y cuando ya no fue útil, lo desecharon y abandonaron para ser condenado a la horca. A punto de morir pidió una segunda oportunidad, la cuál se le fue dada: Regresó en el tiempo. Pero aunque trató de ha...