Bienvenido a casa, hermanastro.

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Unas semanas atrás, Jiang FengMian mandó una carta a muelle de loto que lo hizo ponerse de cabeza.

¡Había pedido que hicieran un banquete para el día de su regreso!

¿Lo más sorprendente? ¡Invitó a todas las sectas!

Desde las más pequeñas hasta las más grandes.

Por ende, todos, absolutamente todos; sirvientes y discípulos trabajaron día y noche sin descanso para que todo saliera bien.

Además, en ese banquete se había demostrado por qué la secta Jiang era la quinta más poderosa ya que no se había escatimado en gastos ni lujos.

Se habían abierto las puertas del gran salón de conferencia, el cuál como su nombre lo indica, estaba destinado a albergar a decenas de sectas como invitados y por lo mismo, únicamente se abría en ocasiones muy importantes. Este, además de ser abierto también fue decorado con grandes cortinas rojas brillantes las cuales caían por las paredes y se mecían con el viento alzando así el emblema de Lotus Pier que tenían dibujado.

A las orillas, se acomodaron mesas en hileras para los invitados dejando de esa manera al fondo del salón el trono de loto junto a la pequeña mesa del heredero, los cuáles estaban conectados con la entrada por medio de una alfombra roja a modo de camino colocada en el centro del lugar.

En las mesas —en las cuales las pequeñas sectas, varios comerciantes y algunos nobles ya habían sido acomodados— se podía observar que habían acomodado pequeños aperitivos y té de diferentes sabores para la espera.

Además, todos los sirvientes y discípulos lucían un uniforme de seda, mandado a hacer especialmente para ese día, y qué decir de Jiang Cheng.

Él vestía una túnica lila con degradados morados hecha de seda de lotos, la más cara y elegante del territorio destinada únicamente a la familia principal.

Por si eso no fuera suficiente, el banquete era igual de majestuoso que todo a su alrededor; frutas, carnes y pasteles en abundancia fueron apilados en mesas para sus exhibición antes del almuerzo.

Ni qué decir del vino, decenas de barriles de la más alta calidad fueron guardados en la bodega esperando a ser repartidos, tantos que por lo menos cinco licorerías se debían de haber quedado sin productos.

Un banquete de esa magnitud no se había visto en Yunmeng desde la boda del actual líder. De hecho, cualquiera pensaría que se trataba de una nueva boda y por lo mismo, había cierto aire de misterio y expectación sobre el motivo a celebrar.

(Y si por ahí habían apuestas sobre la llegada de una nueva madam, solo esperaban que no llegara a oídos de Jiang FengMian).

Unas horas antes del mediodía, un mar de túnicas amarillas hicieron su aparición.

Encabezando la comitiva Jin, iban el líder Jin GuangShan junto con su esposa y detrás de ellos, sus único hijo; Jin ZiXuan al lado de una jovencita quién correspondía al nombre de Jiang YanLi.

Jiang Cheng al verlos llegar, personalmente se dirigió hacía ellos y luego del saludo respectivo, los guió a sus lugar.

Ni bien terminar de llevar a los Jin, otra de las grandes sectas llegó a las puertas. Está vez, fue el turno de la secta Lan.

Debido a la reciente muerte de la madam Lan, en lugar de los herederos, la comitiva iba representada únicamente por el gran maestro Lan QiRen junto con algunos discípulos mayores.

De manera educada, los llevó a sus lugar y se despidió.

Así mismo, llegó el clan Nie.
Encabezados por el líder Nie seguido de sus dos hijos; Nie MingJue y Nie HuaiSang junto con otros discípulos.

¡Seré un villano! -Xicheng-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora