¿Intuición o trauma?

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Los tonos cobrizos pintaban el cielo anunciando el atardecer.

Ya las lámparas comenzaban a iluminar los caminos y la mayoría de personas se retiraban a sus hogares finalizando otra jornada más, ¿Que pacifico, no? Bueno, no tanto para Jiang Cheng.

En una posada o mejor dicho, en el comedor de una posada para ser más precisos, Jiang Cheng estaba tentado a matar a todos ahí... Y luego matarse él.

Ah, estaba un poco enojado.

¡Oh! Pero a diferencia de los días donde se enojaba sin motivo aparente, esta vez su enojo estaba justificado y es que; ¡Sus planes no habían salido como él quería! ¡Es más, habían sido un total fracaso!

Su enojo residía en eso.

Es decir, había pasado muucho tiempo afinando los detalles como para no tener resultado alguno, o mejor dicho, si tener resultados pero contrario a lo que queria, opuestos a lo que pensaba y por lo mismo, era peor que no tener resultados.

Fácil de entender ¿No?

Como sea.

Enanos, estúpidos, tímidos, tiernos, inocentes, delicados, humildes, con cabello largo, con hoyuelos, con una bondad infinita y estúpidamente optimistas.

¿De qué servía si no lograban nada? 

¡Escogió a los que tenían la mayor similitud con el enano ese! ¡Tuvo que ver sus actitudes, sus rama familiar, sus conexiones, y un montón de etcétera!

¡Hizo mucho, mucho trabajo y ese malagradecido no lo supo apreciar!

Bueno, Lan XiChen no sabía... ¡Pero aún así!

Lan XiChen tiró a la basura todo su arduo trabajo ¿Por qué? Fácil, los había rechazado a todos, ¡A TODOS! sin excepción alguna.

Y es que ni siquiera era TAAN DIFÍCIL!! Su única tarea fue mostrar un poco de interés en alguno, aunque fuera un poquito, ¿¡Fue mucho pedir!?

Al parecer sí.

Ah, sí, que tenía que explicar.

Bueno, resumiendo, se trataba de las citas que organizó para Lan XiChen.

Sí, sí, se oía descabellado ¿No? O sea, en cierta forma lo era, sin embrago, permítanle explicar; y es que, después un análisis súper detallado —(y claro que no un pensamiento al alzar)—, había llegado a la conclusión de que...

¡El punto de inflexión era Lan XiChen!

¡Piénsenlo! Tenía sentido, las cosas que eran diferentes de alguna manera se relacionaban con Lan XiChen, el claro ejemplo fue el haberlo conocido, algo que no había pasado antes por lo que para comprobar si sí era verdad, le organizó encuentros casuales con hombrecitos similares a Jin GuangYao.

Pensamiento lógico, si lo que lo hizo “amar” a Jin GuangYao fue la atención, bien podría tenerla de cualquiera de ellos y si se parecía a Jin GuangYao mucho mejor, si bien él específicamente no podía cambiar su destino, ¿Era igual con los demás?

¿Imaginan que no?

Eso hubiese sido genial.

Ah, pero por como iba pintando la cosa, parecía que sería solo un desperdicio de tiempo y recursos.

Aunque para ser justos, no le podía echar toda la culpa al idiota ese. Algunos eran... ¿Cómo decirlo? Completos imbéciles.

Recapitulemos:

¡Seré un villano! -Xicheng-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora