Entrenamiento

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Narra Elionor:

Estaba en mi recamara cuando comienzan a tocar la puerta frenéticamente.

-Dejen de tocar así, los escuche la primera vez.- dije levantandome de mi cama aún con mi pijama.

-Que linda pijama bella durmiente.- me dijo el chico de pelo negro que venía con los demás chicos.

-Podemos pasar?.- me preguntó el que creo era Tom.

-Si pasen.- le  dije y se dieron unas miradas y luego entraron.

-Bien necesitamos ayudarte a sacar tu poder.- me dijo Tom.

-Imposible, ayer quedé muy cansada y no quiero hacer nada hoy.- les dije tirandome a la cama.

-No importa tienes que hacerlo.- me dijo un chico de lentes.

-No siquiera se cómo se llaman, como quieren ayudarme.- les dije volteando los ojos.

-Es cierto, bueno a mí ya me conoces yo soy Tom el más guapo.- dijo dándome una sonrisa.

-Yo soy gustav.- me dijo el de lentes.

-Yo soy Georg.- me dijo el de pelo largo.

-Ah mi me conoces ya pero no mi nombre así que me llamo Bill.- me dijo el de pelo negro.

-De acuerdo pero igual no quiero hacer nada.- les dije tapándome con mi cobija.

-Esta bien iniciamos mañana y nada de peros por qué si no te sacaré a rastras del cuarto si es necesario.- me dijo Bill cruzado de brazos.

En otra parte del mundo:

Leipzig, Alemania.

-Señor James tenemos problemas.- dijo mi ayudante.

-Habla ya.

-Tenemos noticias de  que ella regreso, ella está en rumania.- me dijo mostrándome una carta.

-Dejame ver eso.- le dije y me puse a leer la carta.

Amo James, tenemos noticias, ella está de vuelta, su parecido es enorme, sabemos que lo es por qué su esencia es la misma que la de Elena, joven, perspicaz, valiente entre otras, aún no descubre sus poderes pero necesitamos evitar otra tragedia, esperamos verlo pronto por aquí...

-Prepara las maletas Eder, tenemos un vieja que hacer.... Acabaremos con la plaga.- le dije a mi ayudante.

-Enseguida amo.

Al día siguiente

-Bien Eder vayamos a visitar a mi querida Emma, tenemos mucho que no la vemos, busca el carro y vámonos de aquí, estos humanos me dan asco.- me dije a eder y el salió corriendo.

Camino a la universidad veía el paisaje y pequeños flashes de lo que había pasado esa vez vinieron a mi mente haciendo que saliera una amplia sonrisa, llegamos y eder me abrió la puerta.

Al entrar y ver la escuela supe que nada había cambiado, todo era igual, todo daba recuerdos, muchos recuerdos, llegue a la oficina de Emma y toque.

-Pasen.- dijo ella con esa voz tan especial que tiene.

-Emma que gusto verte de nuevo linda.- le dije entrando.

-Dios mío eres tu?.- me dijo parándose de su asiento.

-Estas viendo al mismísimo Stephen James hermosa.- le dije tomando su barbilla.

-Los chicos se pondrán felices.- me dijo.

-Quiero ver a todos tus alumnos te parece si los llamas?.- le pregunté y asintió llendo a su micrófono.

-Queridos alumnos favor de presentarse en el gimnasio, tenemos invitados.- dijo para luego salir de ahí.

En el camino veía como muchos chicos y chicas salían, percibía a metros de distancia quienes eran lobos, brujas y vampiros.

Llegamos al gimnasio y entramos observando a todos los alumnos, unas caras conocidas de años y otras nuevas, podía escuchar que decía cada quien pero no le di tanta importancia, llegamos a un podium que ya estaba preparado y me encuentro con Forge otro viejo amigo.

-Demonios tú jamás cambias.- me dijo con una sonrisa.

-La eternidad me tiene más joven cada día.- le dije mirándolo.

-Jovenes me es un placer darle la bienvenida a un colega que vino a darnos una visita, muchos lo conocemos y para otros será nuevo, pero démosle un aplauso a uno de los vampiros más viejos del mundo.- dijo Emma.

Todos los chicos aplaudieron y di un paso al frente.

-Que tal, mi nombre es Stephen James y como mi querida Emma ya lo dijo soy uno de los vampiros más viejos de este lugar, yo soy parte de los fundadores de esta escuela y ayude a muchos jóvenes a sobre llevar sus cambios, estaré a su disposición cuando quieran y estaré pasando con cada uno para poder hablar de lo que quieran.- les dije y todos aplaudieron.

-Bien chicos vamos a sus entrenamientos, espero que den todo lo mejor de ustedes para que demuestren su talento.

-Bueno y dónde están mis cuatro jóvenes favoritos, quiero verlos.- le dije a Conner.

-Vamos deben de estar ayudando a Elionor.- dijo.

-Y quien es esa joven?.- le pregunté mientras caminamos.

-Es nueva en la escuela, es una buena chica y apenas está descubriendo sus poderes.- me dijo y se me vino a la mente Elena.

Cuando conocí a Elena era una joven inexperta que apenas tenía conocimiento de gran poder que llevaba con ella, los Kaulitz comenzaron a involucrarse demasiado con ella al igual que Gustav y Georg, esos cuatro jóvenes eran todo para mi, yo ayude a transformarlos y los ayude a completar su cambio, pero ser vampiro también tiene ciertas reglas como el no involucrarse con mortales, o tener algún tipo de vínculo con alguien que no compartiera su misma sangre.

Elena era una joven valiente pero bastante ingenua, su error fue a ver creído en el amor sin importar el tipo de ser que fuera, ella seguía siendo una mortal y no compartía la misma sangre que Bill, el poder de ella sobresalía por el de un vampiro, ella era más fuerte, difícil de acabar con ella, pero como dije el amor es débil y te hace bajar la guardia, su amor era un error que no se podía permitir.

Acabar con Elena fue lo mejor para el mundo, su poder podría acabar conmigo y revelar mis más horribles secretos, destruirme sería lo mejor para todos pero no sería tan fácil, ella sabía muchas cosas y amenazó con revelarla pero lo que ella no sabía es que ser viejo te hace tener muchas mañas y sumándole eso con el amor que tenía por Bill la hizo tonta y ahí es donde ataque yo, una vez que acabe con ella le hice ver a mis 4 chicos que ella había perdido la cabeza y los había utilizado para hacerles daño.

Escuela sobrenatural Donde viven las historias. Descúbrelo ahora