Llegué a nuestra habitación y por primera vez en mi vida quise que mis ojos me engañen.
El lado de Oriol que siempre ha estado desordenado y con papeles tirados por doquier; estaba totalmente limpio y organizado.
Como si nadie hubiese estado ahí.
Como si Oriol nunca hubiese estado ahí.
Con desesperación busco su contacto y lo llamo, pero el aparato suena en la habitación y no hay que ser genio para saber que lo ha dejado aquí con un propósito.
Siento mi cuerpo débil repentinamente y decido sentarme en la cama para terminar de leer la carta.
"¡Jin! Para este momento ya deberías haber notado mi ausencia en la graduación.
También estoy seguro de que sabes que he vuelto a mentirte como todo el hijo de puta que soy, sin embargo, he de confesar sinceramente ciertas cosas que debes saber.
Te he mentido en muchos aspectos, pero todos han sido por tu bien. Si yo te hubiese contado mis verdades, mis orígenes y mis secretos, tú jamás serías capaz de soltarme. Lo sé porque eres muy buena persona.
Jin, he llegado a un punto de mi vida en donde sinceramente quise estar en buenos términos con alguien, pero como en realidad nunca lo había hecho antes... Pues terminé por arruinarte.
Siempre dije que no me importaba dañarte, ¿Adivina qué? Eso fue mentira.
Desearía que nunca te hubieses tocado conmigo en la vida. De todas las personas a las que he arruinado, tú eres la única que me provocó estos amargos sentimientos de arrepentimientos y culpas.
Como acto de disculpa te ofrezco algo que estoy seguro que entenderás. Eres brillante, así que estoy seguro de que lo harás.
Para finalizar, deseo con todos mis jodidos traumas, que me perdones.
No, mejor no lo hagas.
No perdones a una basura como yo.
Mierda, he escrito tanto y ahora caen lágrimas en el papel. Demonios, que asco mi mente que ahora me asfixia y me da ganas de llorar como cuando perdí la única persona que me amó en los inicios de vida: mi papá.
Jin, no me busques. Sé que no puedo pedirte que me olvides, pero continúa tu vida lo mejor que puedas.
Posdata: Probablemente a nadie le importe, pero, sinceramente por primera vez en mi vida deseé ser capaz de enamorarme.
Enamorarme de ti, Jin.
Fuiste lo mejor que le pasó a mi vida, y quiero que sepas que yo sí te voy a recordar hasta el fin de mis días como el único ser humano que sin torturas me hizo sentir."
La carta tenía manchas de lágrimas ya en tono amarillento, y yo no sabía cómo detenerlo.
No sabía cómo detener este ardor en el pecho.
"Nunca he llorado de forma sincera. Ni siquiera cuando mi mascota murió pude llorar por ella."
Oh Dios...
Me levanté rápidamente para ir al baño. Mi estómago se revolvió de forma desagradable y vertí todo en el lavabo. Las arcadas eran fuertes, mis piernas temblaban y mis ojos derramaban lágrimas constantes.
Todo a mi alrededor giraba lentamente y en algún punto terminé vomitando con gotas de sangre impresa en el ácido estomacal.
Con las pocas fuerzas que me quedaban me senté en el suelo tratando de respirar correctamente, pero hipaba sin control.