El sexo con Saekura era tan dulce como su personalidad.
Sus caricias eran lentas, como si disfrutara de hacerlo suave. Además, antes de que se diera cuenta, su mente y su cuerpo quedaban completamente destruidos, y sus labios atrapados en una lluvia de besos que corrían directo hacia abajo.
Normalmente, cuando uno comenzaba a verse impulsado por deseos sexuales, sus instintos serían más pronunciados, su cabeza quedaría en blanco y sus manos no dejarían de correr en diferentes direcciones. Sin embargo, incluso en momentos como este, Saekura era completamente dedicado a su pareja gracias a su personalidad de caballero. Pero Aito siempre pensaba que una razón también podía ser que no quería volver a repetir el dolor de su primera vez juntos.
Sin embargo, desde su punto de vista, lo que hizo en ese momento era necesario, incluso el dolor, por lo que no debería tener que preocuparse por eso. Saekura, por otra parte, parecía completamente convencido a remediarlo.
"Mmm..."
Una lengua tibia lamió su carne.
Sus caderas temblaron ante la sensación de una boca que recogió el semen que se derramaba desde la punta de un pene palpitante como helado goteando sobre sus dedos.
"Sí, ahí..."
Saekura lamió todas las gotas transparentes que corrían por el tallo de su verga, llegó hasta la parte posterior y, pasó sus labios por la hendidura secreta que tenía en su punta.
Chupó, abrió suavemente la abertura uretral con la lengua y, penetró el lugar que no quedaba expuesto al aire normalmente. Por supuesto, no pasó mucho tiempo hasta que una sensación, que no podía describir con palabras, le llegara desde abajo.
"Ah, ah, ah... ¡Ah!"
Saekura se puso erecto. Llenó su boca con el pene de Aito y lo chupó una y otra vez hasta que sus ojos terminaron viendo todo en blanco.
"¡Ah, ah, ah, ah!"
El pene y el escroto, que tenía completamente pegajosos por la saliva y el semen, se manipularon y se frotaron con una fuerza impresionante. Su mano le resultaba más familiar que la del propio Aito, y cada vez que la apretaba, incluso si era una sola vez, le ponía la piel de gallina y le provocaba sentir que estaba perdiéndose a si mismo.
En ese momento, se produjo un pequeño espasmo en lo profundo de sus muslos y en la parte inferior de su abdomen.
Sintió que estaba convulsionando.
"Voy a... Voy a correr... Ah."
Al mismo tiempo que su intuición le gritaba que iba a eyacular, una luz deslumbrante brilló en su cerebro y sus caderas se sacudieron de un modo un tanto dramático para su gusto. El placer recorrió todo su cuerpo, y el calor de su interior salió disparado hacía afuera. Sin embargo, el líquido que se suponía iba a quedar esparcido en el aire, desapareció porque Saekura, que lo estaba esperando, se lo llevó a la boca como si fuera algo muy natural.
"Ah, ah..."
Y avergonzado de ser visto después de su clímax, siguió respirando mientras escondía su rostro entre las manos. Saekura se sentó y se acercó a él para besarle los dedos.
"¿Estuvo bien?"
Asintió. Era una señal de la ansiedad de Saekura que se atreviera a preguntar algo que obviamente ya sabía. Aito asintió, aún respirando junto a él.
Entonces la voz de Saekura se llenó de alivio. "Que bueno".
"Estuvo muy bien..."
"Entonces, ¿Qué tal si te hago sentir mejor?"
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Adicto al azúcar (Traducción finalizada)
FanfictionAito, un pediatra, suele acostarse con Saekura, su mejor amigo y colega desde la escuela preparatoria. Es una relación que comenzó por impulso, realmente. Para perder el tiempo. Después de todo, Saekura es un Alfa muy popular y él es un Beta sin muc...