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Al salir por la entrada reservada para el personal del hospital, una brisa fresca golpeó sus mejillas de inmediato.
Aunque la temporada del calendario marcaba la primavera y el año nuevo seguía estando un tanto lejano, la temperatura parecía bajar tan pronto como se ponía el sol por lo que hacía tanto frío como si ya fuera invierno. Cuando Aito vio en la televisión la premisa de que la temperatura diurna superaría los 20 grados, de repente pensó en ponerse una chaqueta ligera de primavera, pero luego se dio cuenta de que volvería a casa por la noche y tomó un abrigo muchísimo más grueso que finalmente completó con una bufanda.

De hecho, fue una buena idea.

Además de eso, la brisa que estaba llegando hasta su nariz parecía mezclarse con el leve aroma de las flores primaverales y también, el de las de cerezo, que eran sólo capullos y que pronto estarían en plena floración hasta hacer que el mundo se pintara de un bonito color rosa brillante. Si eso sucedía, entonces quería salir a verlos por todo el camino principal porque durante los últimos años tanto él como su pareja habían estado tan ocupados que no tuvieron la oportunidad de hacerlo ni un solo momento.

Pensó que sería bastante bonito.

"¿Aito?"

"¿Eh?"

Levantó la vista cuando le llamaron por su nombre por lo que no pudo evitar sorprenderse al ver a Saekura allí, con la punta de su nariz completamente roja y las manos extendidas en su dirección.

"Hola."

"Saekura, ¿Qué haces aquí?"

Hoy era el primer día libre de Saekura en un mes y se suponía que debía estar durmiendo en casa. Aito inclinó la cabeza, preguntándose si tenía algo que hacer en el trabajo o si acaso hubo algo que se le olvidó y que había venido a traer.

"Hoy es tu último día de trabajo antes de tu baja por maternidad, ¿verdad? La próxima vez que vayas al hospital ya tendremos al bebé así que, estaba pensando que podríamos dar un último paseo juntos hasta la casa."

Eso era verdad. Después de regresar de la baja por maternidad, los dos ya no estarían solos y ya no podrían regresar a casa tan como si nada.

"No es mala idea, pero creo que deberías haber entrado en lugar de esperar aquí cuando hace tanto frío".

Saekura era parte del hospital también así que no había ninguna regla que le prohibiera entrar los días en que no estuviera trabajando. Dicho eso, debería haber pasado libremente y esperado en un sillón con calefacción y café caliente.

"Sí, yo también pensé en eso. Pero quería esperar a Aito como miembro de tu familia en lugar de como un trabajador más.''

Aito se dio cuenta de repente. De hecho, este lugar ya estaba fuera de los límites del hospital.

"Ah, ya veo..."

Cuando los dos empezaron a trabajar juntos, prometieron mantener una clara distinción entre el trabajo y la vida privada dentro del hospital por lo que incluso ahora que se habían enlazado, estaban manteniendo esta promesa de una manera un poco más estricta que en el pasado. Sin embargo, Saekura lo dejó con la defensa baja cuando dijo "Vine como miembro de tu familia", dio un paso hacia él, y acortó la distancia entre ellos para acomodarle el abrigo de esa manera tan tierna que siempre le había encantado. No sabía cómo explicarlo, parecía un príncipe de cuento de hadas para niños o algo así.

"Mantente bien abrigado ¿Está bien?"

Y no solo eso, sino que le acarició el cabello y las mejillas como si apenas estuvieran coqueteando incluso aunque se conocían desde hacía muchísimo tiempo. Aito le sonrió.

Adicto al azúcar (Traducción finalizada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora