Adicto al azúcar (Traducción finalizada)

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En la habitación con algunas luces apagadas, Aito estaba pensando en otras cosas como para escapar de la realidad mientras escuchaba los pequeños pitidos de sonidos electrónicos.

"Terminará pronto".

Junto a Aito, que estaba acostado en la mesa de examen, un médico de aspecto amable le hablaba mientras miraba el monitor. En su mano sostenía una sonda que actuaba como sensor y la movía vertical y horizontalmente sobre el gel aplicado en su vientre.

Aunque quería escapar de inmediato de ese lugar y decirle que se había arrepentido, la imagen llamó su atención y cuando volvió la mirada, los ojos del doctor se suavizaron de una manera bastante comprensiva.

"Gracias por tu arduo trabajo, la inspección está completa".

Después de decir esto, el médico colocó la sonda en su lugar y limpió suavemente el gel con una toalla. Luego le dijeron a Aito que podía volver a vestirse, se levantó de la mesa de examen, se vistió rápidamente y se sentó en la silla que le habían preparado.

"¿Estás nervioso?"

"No... Bueno es que, estoy acostumbrado a esto por mi trabajo. Ya sé cómo funciona y todas esas cosas"

"Oh, ahora que lo pienso, Sawatari y yo estamos en la misma industria ¿Verdad? Entonces te voy a dar la explicación concisa".

Mientras hablaba, el médico tomó un bolígrafo y apuntó con la punta al pequeño óvalo negro que se mostraba en el monitor del dispositivo de imágenes de ultrasonido.

"Aquí está el saco gestacional. El feto está dentro. Al lado, aquí, tenemos el saco vitelino, que es la fuente de nutrición. Aunque no se puede ver en la imagen fija, se escucha muy claramente el latido de su corazón así que, considerando el tamaño, probablemente tengas unas ocho semanas de embarazo más o menos."

Al escuchar la fluida explicación del obstetra, Aito siguió la imagen y lo vio todo. Definitivamente eso era un saco gestacional. Sin embargo, todavía no podía creerlo.

"Tu doctor me dijo que Sawatari tuvo una mutación de Beta a Omega así que estoy seguro de que todavía no comprendes completamente la situación. Entonces ¿Qué quieres hacer con el embarazo?"

"¿Cómo...?"

"Por supuesto, es tu decisión tenerlo o no. Estamos a tiempo de detenerlo".

Lo había adivinado de inmediato, pero, cuando le volvieron a hacer la pregunta, Aito finalmente dejó de hablar.

"En el caso del señor Sawatari, tu cuerpo es mayormente masculino, por lo que no vas a poder dar a luz por vía vaginal. Por lo tanto, cuando crezca, tendrías que hacerte una cesárea. Además, no voy a mentirte ya que también eres doctor, todo el proceso va a ser complicado. La carga sobre tu cuerpo aumentará. Posiblemente tengas que estar en cama la mitad del tiempo y sí, puede que sea prematuro. Por lo tanto, discute detenidamente con tu pareja si desean o no tener al bebé."

Esa cara amable que le venía a la mente cuando le dijo "pareja" ni siquiera estaba enterado. ¿Cómo reaccionaría Saekura a esto? Frente a la imaginación de Aito, el obstetra comenzó a explicar los procedimientos, le dijo que de todos modos iba a estar a su lado todo el tiempo y le ofreció un manual de salud materno infanti que necesitaba leer. No recordaba que más dijo después.

De hecho, no importaba lo que le explicara o no, no podía entenderlo en absoluto. Convertirse en Omega ya era suficiente, pero ahora estaba con un embarazo encima. Y las palabras que Furukawa, el médico internista, le había dicho hace cinco días, de repente volvieron a él como un golpe en la cabeza: