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Cuando comenzaba el turno de la noche, todos los médicos, excepto los que estaban de guardia, se habían ido a casa. Haciendo que, como resultado, el consultorio se volviera sorprendentemente silencioso. Además, los hospitales habían fomentado recientemente la conservación de los recursos energéticos y reducido la cantidad de luz durante estas horas lo que provocaba un silencio aún mayor cerca de las 12 en punto.

"Yukiya Kanazawa está programado para una cirugía por una enfermedad cardíaca congénita, pero de repente comenzó a asustarse y ahora no quiere ni hablar. Sus padres y el doctor Saekura están tratando de persuadirlo, pero, están teniendo muchas dificultades para lograrlo. ¿Cree que pueda intentarlo usted?"

Aito estaba escuchando el mensaje de la jefa de enfermeras así que, tan pronto como escuchó el nombre del paciente, recordó su rostro.

"¿Yukiya-kun? Ah, es cierto. Aunque puede ser muy animado, la última vez que lo vi se veía un poco sombrío."

Yukiya era un niño de sexto grado de la escuela primaria del que Saekura estaba a cargo. El otro día, cuando lo encontró en la sala, le dijo que estaba preocupado porque no parecía sentirse nada bien últimamente, pero el motivo de esto era más que nada porque no quería la cirugía. Eso tenía sentido para él.

"Bueno, cuando escuchas la palabra cirugía, da miedo. Eso va tanto para adultos como para los niños."

Aunque ahora contaban con la última tecnología médica, instalaciones de lujo y cirujanos capacitados, no era de extrañar que quisieras huir si escuchabas que querían abrirte el pecho. Sin embargo, estaba claro que si no se sometía a una cirugía pronto, su condición empeoraría día a día hasta que finalmente iba a morir. Y lo sentía muchísimo por él, pero como médico, no podía solo llegar y decir: "Si da miedo, no lo hagamos".

"El doctor Saekura comprende muy bien los sentimientos de Yukiya, y por eso le está costando trabajo tratar con él. Por sugerencia suya, todos en el departamento deben intentar persuadir al niño. Sé que el doctor Sawatari también está ocupado últimamente, pero, agradecería muchísimo su intervención."

"No, está bien. Saekura puede ser el médico a cargo de Yukiya-kun, pero, ya que está hospitalizado, es asunto de todos."

San Marcos proporcionaba médicos, enfermeras, farmacéuticos, dietistas registrados y fisioterapeutas para cada paciente. Empleaba una atención médica en la que múltiples profesionales médicos, como especialistas y trabajadores sociales, hacían un solo y perfecto equipo para brindar tratamiento y atención individualizada y por lo tanto, si alguno tenía un paciente difícil, alguien que no se podía controlar, se tenía que llamar a la persona adecuada para este trabajo. No había lugar para poner primero el ego.

"Entonces, intentaré hablar con Yukiya-kun cuando sea el momento".

Aito aceptó de buena gana.

Sin embargo, detrás de las palabras que le dijo a la jefa de enfermeras, notó que era un caso difícil porque incluso Saekura se había sentido incómodo por lo que le estaba haciendo pasar al niño.

Saekura era el médico más popular entre los niños del departamento. Siempre pareció ser gentil, amable, y nunca imponía tratos duros a ninguno de los enfermos. Debido a eso, jamás había oído de un paciente que lo odiara o que quisiera alejarse de él y ¿De todas maneras no podía hacerse cargo?

Aito pensó por dónde empezar.

"... ¿Hmm?"

En ese momento, de repente se dio cuenta de que la computadora en el asiento de Saekura no estaba apagada.

Adicto al azúcar (Traducción finalizada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora