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Aito Sawatari salió de la sala de examen pélvico, que estaba dividida con cortinas rosas, se sentó en una silla en la sala de examen y miró a su alrededor con bastante interés. Era demasiado lindo. Las paredes, de un blanco puro, estaban cubiertas con varios paneles informativos con ilustraciones de lindos bebés, información sobre la vacunación contra el sarampión, una lista de alimentos y bebidas que las futuras madres debían evitar, precauciones relativas a la depresión prenatal y posparto y diversos procedimientos médicos.
Como médico, creía saber que las mujeres embarazadas tenían que tener cuidado con muchas cosas hasta que dieran a luz, pero, la verdad es que nunca esperó que llegara el momento en que tendría que experimentarlo por su propia cuenta. ¡Y era mucho más difícil decirse a si mismo que debía tener cuidado que a cualquier paciente!

Aito salió de la sala de examen y se enfrentó al médico que estaba sentado frente a él.

"Los resultados del eco no mostraron ningún tipo de problema. Todo va muy bien."

Aito sonrió suavemente mientras el obstetra, Yonemura, observaba la imagen del eco que se mostraba en el monitor de la computadora que tenía colgada en la pared. Su estómago no había crecido nada, tampoco podía sentir ningún movimiento fetal y solo le quedaba comprobar el progreso mediante pruebas como esta. Y por esa razón, estaba un poco nervioso antes de venir, durante y todavía hace algunos segundos atrás. Pero finalmente pudo sentir aliviado de saber que su bebé estaba creciendo como se suponía que debía hacerlo para el tiempo que tenía.

"Bueno, veo que estás aquí porque quieres hacer un enlace con tu compañero ¿No es verdad?''

Yonemura miró el historial médico electrónico.

"Sí. Es justo eso".

De repente, apareció en su cabeza el rostro de Wataru Saekura, el hombre más querido de su mundo.

Hace tres días, Aito le había pedido a Saekura enlazarse y aunque todavía había muchas partes dentro de él que tenían miedo por el cambio de un embarazo, también creía firmemente que si Saekura estaba a su lado entonces podía superar esto y, más que nada, caminar juntos hacia un futuro bastante prometedor. Por supuesto, Saekura estuvo de acuerdo.

"Um... ¿Tal vez debería esperar a terminar el embarazo?"

Un enlace era la forma que tenía un Alfa y un Omega de prometer una familia juntos. Un acto de anhelo, en pocas palabras. Pero debido a que tenía que haber una mordida, o, más bien, tener relaciones sexuales, Aito pensó que era necesario pedirle instrucciones a Yonemura en lugar de hacerlo tan descuidadamente como siempre.

"Para ser honesto sólo hay unos pocos casos de cambio de especie sexual registrados en el país por lo que no se han establecido pautas básicas sobre este asunto."

No había nadie más que él en ese momento así que estaba tan preocupado por el embarazado como Sawatari. Luego agregó:

"Sin embargo, la estructura de tu cuerpo es la misma que la de otros Omegas y no hay ningún problema de salud que deba preocuparnos."

"¿Eso quiere decir que...?"

"Sí, lo permitiré. Sin embargo, no puedo ser completamente optimista sólo porque no hay problemas por ahora, así que ten cuidado y promete tener relaciones sexuales sólo una vez y durante el contrato. Después de eso, queda prohibido".

Yonemura le entregó un folleto que era un poco más grande que el manual de salud maternoinfantil y le dijo que lo leyera tantas veces como le fuera posible porque había puntos muy importantes que no podía pasar por alto. Al mirar la portada, vio las palabras "Acerca de la actividad sexual durante el embarazo" escritas en letras grandes, y Aito no pudo evitar apartar la cabeza para dejar de tener su vista tan cerca de la suya. Es decir, estaba plenamente consciente de que estas cosas eran necesarias para poder manejar su salud, pero le daba vergüenza verlo de una forma tan explícita cuando tenía a otras personas enfrente de él. Claro que sabía que probablemente fuera algo común para Yonemura, pero, como compañeros y conocidos de hace mucho tiempo, le gustaría dejar este lugar lo antes posible y cortar el tema.

Adicto al azúcar (Traducción finalizada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora