23

373 55 3
                                    

En una pequeña sala de conferencias bañada por la cálida luz del sol de marzo, veinte médicos y enfermeras, incluido el jefe del departamento de pediatría y el personal de recepción, estaban sentados uno al lado del otro en escritorios dispuestos en forma cuadrada. Si los padres del paciente en cuestión vieran esta escena, probablemente se quedarían sin aliento, preguntándose qué acababa de pasar o si era muy grave. Sin embargo, esto era algo común para los trabajadores médicos del hospital y hasta podía considerarse la rutina de cada día.

Hasta hace apenas unos minutos, se estaba realizando una conferencia interna para discutir el plan de tratamiento de un niño muy grave y durante ese tiempo, todos miraban los materiales con ojos serios y discutían si era mejor que se sometiera a una cirugía invasiva o si por el contrario, sería mejor dejarlo solamente con medicamentos.

Aito se levantó de su lugar antes de que todos salieran de la sala:

"Quiero informar que a partir de mañana estaré de baja debido a mi embarazo. Aunque pude entregar a mis pacientes sin ningún problema a otro doctor, igual pido disculpas por las molestias ocasionadas a las enfermeras y ayudantes, incluidos los médicos, debido a la reducción de personal tan repentino. Pensar en esto me entristece mucho, pero intentaré volver a trabajar lo antes posible así que por eso les pido su paciencia".

Después de mirar a su alrededor para hacer contacto visual con todos sus compañeros de trabajo, Aito inclinó profundamente la cabeza, tomó un respiro, recuperó su posición y notó que los ojos de las enfermeras, que lo habían estado mirando hasta ese momento, ahora estaban fijos en su abdomen. Gracias a eso se sintió tan avergonzado que deseó desaparecer.

"¿Cuándo es tu fecha de parto? ¿Por qué te vas tan pronto?"

Aito estaba confundido por las miradas de las enfermeras y se preguntaba qué decir cuando la jefa de enfermeras lo abordó de la nada.

"De hecho, mi fecha de parto aún está un poco lejos. No tengo el estómago pesado y mi trabajo es bastante liviano, así que en realidad estaba planeando trabajar hasta el último momento. Sin embargo..."

Después de informar a sus colegas del departamento de pediatría del Hospital Universitario Médico sobre su transición de género y su embarazo, a Aito se le pidió que dejara sus tareas ambulatorias y también, se le informó que ya no estaba de servicio en el área de urgencias. Querían prevenir la propagación de un virus como la influenza o el sarampión y también, parecían preocupados de que pudiera pasarle algo, sentirse mal de pronto, o provocar una situación en la que tanto él como el bebé corrieran peligro.
De hecho, en circunstancias normales, una persona común no sería tratada de esta manera sólo por estar embarazada, pero, en el caso de Aito, tenía una condición única de la que solo existían una docena de casos en Japón por lo que el director le dio una consideración especial porque "no se podía predecir qué sucedería o cuándo lo haría".

Todo su trabajo hasta el momento había sido liviano, como organizar registros médicos, preparar pasantes que comenzarían el año siguiente y hacerse cargo de los pacientes que iban a revisión de rutina. Pero...

"Saekura sigue diciéndome que es mejor que me vaya a descansar de una vez"

Pronto un coro de voces resonó por toda la habitación.

"¡Ah! Entonces es eso."

Sin embargo, el significado no era "Bueno, estoy celoso de la naturaleza acaramelada de ustedes dos", sino más bien, "Eso es lo que Saekura-sensei haría sin lugar a dudas".

No era ningún secreto que las expresiones de amor de Wataru Saekura eran un poco excesivas.

Después de que Saekura se diera cuenta de que él era el padre del bebé, se puso aún más loco que de costumbre. Cuando Aito fruncía el ceño solo un momento, entonces llamaba rapidamente al obstetra y le decía: "¡Parece que no siente bien!" O cuando Aito dejaba escapar un suspiro cansado, se levantaba y gritaba: "¡Creo que algo grave está pasando!" Mientras llamaba al médico a cargo del departamento de obstetricia para que lo pudiera revisar sin importar la hora, el día, o lo apretada que estuviera la agenda de los dos. Por consiguiente, Aito tuvo que explicar que no se sentía mal aproximadamente un millón de veces a todos sus compañeros, y, por otro lado, también pudo entender lo ansioso que estaba Saekura al tratarse del primer nacimiento de un niño proveniente de un hombre que se había transformado en Omega. Es decir, todos estarían muertos de miedo si la persona con la que habían prometido pasar el resto de su vida estuviera asumiendo un riesgo mortal. ¡Y estaba seguro de que si él estuviera en la situación opuesta le habría pedido que no se esforzara demasiado desde la semana número uno!

Por eso quería resolver las preocupaciones de Saekura y no causar ningún problema en el lugar de trabajo lo antes posible.

"De todos modos, es culpa de Saekura que mi licencia de maternidad haya llegado antes, así que, por favor, hagan que trabaje mucho en mi lugar mientras tanto."

Sin embargo, Aito endureció su expresión, los miró a todos y corrigió su postura otra vez:

"También me gustaría aprovechar esta oportunidad para pedir disculpas a todos".

Cuando Aito dijo eso de repente, la gente a su alrededor pareció bastante confundida.

"No pude controlar mis emociones bien y terminé siendo muy grosero con ustedes muchas veces. Lamento haber sido inmaduro como médico y como persona, en especial con las personas de enfermería. Nunca debí gritarles como lo hice."

Así que una enfermera se rió y dijo:

"No tiene sentido que digas eso. Yo también estaba irritada cuando estaba embarazada".

"No."

Y Aito siguió con la cabeza gacha.

"A estas alturas podrías pensar eso, pero realmente, realmente, no había excusa en ese momento. Les dije que eran unas inútiles y que no sabían hacer bien su trabajo así que no saben lo mucho que me arrepiento por eso."

Se inclinó profundamente mientras pronunciaba palabras de disculpa una vez más.

Entonces, tal como Aito había predicho, hubo un aire de confusión en la habitación, como si no supieran qué tipo de respuesta dar, y también una pequeña conmoción que pareció surgir lentamente.

"No creo que haya necesidad de que el doctor Sawatari se disculpe."

Cuando levantó la vista, sorprendido por lo que había dicho, vio que la enfermera que estaba sentada frente a él se levantaba y lo miraba como si estuviera preocupada por él. Ella era la mujer a la que justamente le había gritado debido a un error al ordenar una prueba de sangre.

"En ese momento, el doctor se encontraba en una situación que ni siquiera podíamos imaginar y pasó todo el tiempo preocupándose".

Las otras enfermeras en la fila dijeron que sí.

"Además, escuché que intentaste desesperadamente restaurar la atmósfera después de eso así que en realidad, ninguno de nosotros está enojado con el doctor. Es más, esperamos que el doctor Sawatari esté muy bien en este tiempo y que de a luz a un bebé muy sano. También deseamos que vuelvas aquí de nuevo pronto para trabajar con todos".

La enfermera sonrió y luego inclinó la cabeza. Nunca pensó que diría algo como esto así que Aito no podía creerlo y parpadeó repetidamente un par de veces. Sin embargo, no importaba lo mucho que mirara a su alrededor, las sonrisas que vio fueron tan amables que le hicieron sentir un ardor en los ojos.

Aito sonrió:

"¡Sí! Voy a volver aquí pronto."

Adicto al azúcar (Traducción finalizada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora