Zipp y Sunny

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Al día siguiente Sunny no se presentó a trabajar, al principio las 3 amigas pensaron que al no estar en el faro cuando despertaron era porque se había ido al puesto de batidos, pero cuando un pony llamo preguntando por ella y porque al ser medio día ella no estaba se afligieron.

Muchas ideas surcaron sus mentes hasta que recibieron una invitación por parte de la reina al castillo, indicando que Zipp no se sentía del todo bien y necesitaba a todos sus amigos para poder recuperarse, además les dijo que Sunny ya estaba con ellas.

Eso las alivio, fueron a buscar al Sheriff explicándole un poco lo que pasaba, así que fue a dejar las indicaciones a un pony que le tenía confianza, diciendo que volvería al anochecer y disculpe de nuevo el que tenga que partir de manera imprevista.

Tomando un poco de sus cosas y las del pequeño dragón emprendieron viaje en su caótico avión, dónde charlaron un poco sobre la salud de la princesa y el motivo de que la reina se mostrará preocupada.

Estacionaron al llegar para bajarse de la nave, dirigiéndose a la entrada del castillo, la reina ya les había dicho que les esperaba en el comedor con las otras ponys así que fue ahí donde se dirigieron.

Pipp que estaba leyendo aquel libro que le ayudo a conseguir ese rubor seguia investigando un poco, quería comprender en que había fallado puesto que aunque lo llevaba meses intentando no conseguía hacer el producto líquido, siempre resultaba en ese polvo, agradecía que funcionara pero tenía la impresión de que si conseguía dicho líquido carmesí el efecto sería más poderoso.

Los cuatro ponys junto con el dragón abrieron sus bocas por la escena, la mesa real era bastante grande, por lo que ver a sus amigas muy juntas los dejo sorprendidos, la reina encabezaba la mesa y con una gran sonrisa los invito a sentarse, con su habitual entusiasmo saludo a su bebé, así fue como comenzaron una charla normal.

Mientras comían la reina les dijo que podían pasearse libremente por el castillo mientras estaba ocupada, ella haría sus deberes pero prometió desocuparse para la cena, más le hizo unas pequeñas señas a la princesa menor para que la siguiera.

— ¿Sucede algo mamá? — pregunto preocupada, aún no sabía la condición de su hermana a pesar de verla bien.

— ¿Sabes si tu hermana hizo o le hicieron algo mientras estaba en el faro? — fue directa.

— No que yo lo sepa, lo normal, investigaciones, salidas, etc.

— Algo debió haberle pasado, hasta ayer estaba en un incontrolable enojo, no dejaba de resoplar, murmurar, sumando que no duerme correctamente — relataba lo que vio en su hija los últimos días — además cuando llegó parecía un animal enjaulado, nunca la había visto así.

— Pero ahora estaba bien, estaba como siempre — intentaba entender la princesa.

— Eso fue después de la llegada de su amiga, antes de eso estaba iracunda, intenté abrazarla y me corrió el brazo, me bramó que no la tocará para ir a encerrarse, ella los extraña mucho y me hace sentir mal el hecho de alejarla de ustedes.

La princesa estaba confundida, eso no sonaba a su hermana para nada, siempre estaba esquivando a todos, pero nunca se mostraba arisca y menos con gente de su familia.

— Investigare un poco y te diré si consigo algo— prometió.

— Claro, aunque ahora que tú y sus amistades están aquí me siento más segura, ella no va a acompañarme hasta que pueda ver qué está mejor, a lo mejor el estrés de reinar le está pasando factura — concluyó — esperaré que esté bien para seguir sus lecciones.

La princesa se dirigió al salón donde estaba todos, nada parecía fuera de lugar, las unicornios hablaban de quién sabe que cosa mientras el pobre Sheriff perseguía al dragón que corría por el salón, su hermana estaba con un libro en el casco mientras la pony terrestre leía a su lado, todo se veía como siempre.