Zipp y Sunny

29

Abrí los ojos y me pregunté dónde estaba.

¿Era el castillo?

¿El faro?

¿El bosque?

¿La playa?

Nunca lograba recordar exactamente lo que pasaba el día anterior por lo que debía hacer especulaciones antes de levantarme y hacer algo.

Por la suavidad que había debajo de mi cuerpo asumi que estaba en una cama por lo que me removí un poco solo para sentir un peso bajo mis brazos.

¿En qué lío me había metido ahora?

Con cuidado aleje mi cuerpo del otro notando algo diferente en el, e intente caminar con mis cuatro extremidades, más mi sorpresa fue ver dos brazos y dos piernas.

En serio...

¿A dónde fui a parar ahora?

Levanté mi cuerpo en sus dos piernas, mis manos comenzaron a recorrerlo en busca de lo que estaba vistiendo, un short y una polera corta, para ser sincera era más que la última vez.

Camine hasta la ventana y corrí la cortina para obtener algo de luz solar en lo que buscaba orientarme de mejor manera, el calor era notorio por lo que mi atuendo ligero me dió sentido.

Me di vuelta para ver quién con quién estaba compartiendo cama, tenía unas cuantas teorías en mi cabeza de quien podía ser como mi hermana, más al ver un nido de pelo violeta claro con dos mechones arcoiris me hizo sonreír.

Me senté en la esquina de la cama para tomar mi teléfono y confirmar día y fecha, revise alguna de mis notas junto con el calendario para organizar mejor como sería el día.

10 AM.

Las demás debían estar despiertas desayunando, por lo que debía apresurarme en salir de este cuarto, que no era mío e ir a arreglarme.

Me frote los ojos frustrada porque debía despertarla antes de irme o iba a estar enojada todo el día conmigo por no ser más afectuosa.

- Sunny - la moví lentamente - Oye Sunny.

Abrió lentamente sus grandes ojos, su mirada se enfoco en mi para sonreír, extendió sus brazos por lo que me acomode cerca de ella casi acostandome a su lado para envolverla en un abrazo.

- Buenos días dormilona - acariciaba su cabello en un intento de peinarlo - es hora de levantarse.

Bese delicadamente su frente para apartarme, me gustaba mirarla, sobre todo sus ojos porque no importaba la ocasión estos en cualquier lugar tendrían el mismo brillo cuando estaba conmigo, por lo que nunca me cansaría de admirarla.

- Buenos días Zipp.

Se acurrucó en mi buscando algo de calor quizás, por lo que le volví a abrazar.

- ¿Qué hora es? - me preguntó, por su tono pude deducir que se iba a volver a quedar dormida - no me quiero levantar.

- Son pasada de las diez - la moví un poco para que no se quedara dormida -recuerda que debemos hacer muchas cosas hoy.

Nego, dijo algo de querer seguir así un rato más, pero por la ropa que amortiguaba su voz no entendí del todo lo que murmuraba.

No tendría problemas de estar así por mucho tiempo, disfrutaba mucho estar en una situación tan relajada como ahora.

¿Hace cuánto no lo experimentaba?

Unos golpes me hicieron abrir los ojos cuando estaba apunto de quedarme dormida, Sunny no estaba tan diferente a mi ¿Quién sería la que nos despertaría hoy? Acá no debíamos ocultarlo.