Zipp y Sunny

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El sol resplandeciente en el cielo hacia ver a los más grandes girasoles que cualquiera haya visto más resplandecientes de lo normal, el clima era cálido muy al contrario de como se sentía, miro a dentro donde la foto familiar grande reposaba mostrando a ella de pequeña, su madre al lado de su padre y junto a ella a quien consideraba el amor de su vida.

Sostuvo con fuerzas el retrato de su amor mientras el viento meneaba su velo blanco y corto cabello, la brisa le indicaba que estaba a punto de cometer una locura, más visualizarla a lo lejos con los brazos abiertos para recibirla solo le hizo sonreír en paz.

Ya estaba en casa.

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Observaba a su madre acomodando la tierra dentro de un circulo de rocas, su madre se dedicaba con mucho cuidado en plantar muchas flores en su patio a la espera de su padre.

Ella esperaba paciente que su madre terminara de regar para así, en cuanto entrara a la casa pudiera escabullirse al jardín con su amiga para intentar plantar girasoles.

Abrió un poco la tierra en lo que su amiga depositaba con cuidado las semillas.

— ¿Crees que está vez florezcan? — pregunto mirando el cielo.

— Solo si tú madre no nos descubre — rio un poco su amiga — ya está, vámonos.

Entre risas volvieron a la casa sin percatarse de que la madre volvió al jardín para quitar las semillas que su hija sembró, no queriendo volver a ver girasoles.

Una inusual lluvia comenzó cuando un soldado tocó la puerta, corriendo para ver de quien se trataba la pequeña Sunny quedó de pie al lado de su madre quien solo recibía una carta roja junto a un "lo siento" por parte de él.

Era ignorante del contenido de la carta, su madre se aferró a la carta llorando mucho, su amiga al ver la carta en cascos se apresuró en socorrer al cuerpo que parecía pronto desvanecerse.

— ¡Sunny! ¡Trae agua!

Nerviosa por lo que le sucedía a su madre fue por lo pedido, eran malas noticias sin duda pero no sabía que tan malas como para que su madre llorara al punto de desmayarse y Zephyrina se mostrará tan exaltada.

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Veía a su madre seguir llorando frente a la foto de su padre y algunos inciensos, ella estaba sentada atrás de su madre apretando con sus cascos el suelo de impotencia mirandolos con rabia, a su lado su amiga en las mismas condiciones que ella intentando mostrarle fuerte conteniendo el llanto que Sunny no podía evitar dejar salir.

Su padre que fue llamado a servir en la guerra había muerto en una expedición por un ataque sorpresa del enemigo.

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Desde ese día su madre enfermó rápidamente, no salía de cama, darle de comer era un reto y se negaba a consumir agua, cuando la veía a ella y a Zephyrina solo sonreía con nostalgia, las abrazaba diciendo lo mucho que las amaba antes de toser sangre.

Se asustaba mucho porque no sabía que le sucedía, el medico del pueblo no daba indicios de que su madre mejorará pronto, en todo caso no le daba más de un mes de vida.

Ella no quería creerlo, había perdido a su padre hace tan poco tiempo ¿Cómo podía también perder a su madre? No sé sentía fuerte para sobre llevar esa noticia por lo que se esmeraba mucho en los cuidados de su madre, sabía que su padre haría lo mismo en su lugar.

— Abrigate mamá, hace mucho frío estos días — la arropaba con cuidado — debes mejorar pronto.

— Traje su comida — Zipp entro con un cuenco de arroz blanco, lo único que el delicado estómago de su madre resistía — no sabe muy bien pero le aseguro que está mejor que las veces anteriores.