53 (human vers 2)

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— Sunny ¿Algo que quieras contarnos?

La chica casi escondida en mi espalda estaba sin habla, yo intentaba disimular el nerviosismo que recorría mi cuerpo.

No hicimos nada malo, además, no es como si no supieran que me gusta su hija.

— Puede que aún no — me acerque a ellos para saludarlos con un abrazo — es un gusto verlos de nuevo.

— Ha pasado un largo tiempo Zephyrina, nos tienes algo abandonados — Argyle revolvió mi cabello — pero pasen, ya conoces el lugar así que siéntete cómoda.

Cuando ambos entraron busque la mano de Sunny y la apreté un poco, ella me miró con miedo por lo que atiné a sonreírle como siempre intentando que se tranquilice, al ver como se calmaba la arrastre conmigo adentro de su hogar para sentarnos en uno de los sillones.

— Seguro están hambrientas ¿Por qué no descansan en lo que preparo algo de comer? — la madre de Sunny, la cual siempre olvido su nombre, indica con sus ojos el cuarto de su hija — voy a demorar un poco así que...

— Está bien mamá — Sunny no la dejo terminar, se levanta para ir a su habitación — vamos.

Cómo ella entra primero a su pieza no se da cuenta de la mirada que tienen sus padres, su mamá me mira con una sonrisa mientras alza sus pulgares en lo que su papá solo siente.

¿Cómo debería tomar esos gestos?

Trago nerviosa antes de sonreír para entrar al cuarto de Sunny, cierro la puerta con delicadeza para después revolverme el cabello con las dos manos, sintiendo una ligera ansiedad crecer en mi pecho.

Pero ella solo estaba sentada mirando a la nada, será...

¿Será que no le gusta?

Con algo de miedo me siento junto a ella sin dejar mucha distancia, mi cabeza estaba llena de inseguridades, intentaba pensar algo, lo que sea, para poder hacerla sonreír de nuevo.

— Zipp — la miro buscando respuestas — ¿Quieres seguir hablando?

Suspiro recuperando el aire, no sé si ella me lo dice para cambiar de tema o porque está preocupada por mi ¿Qué debo hacer?

— Creo que hablé mucho — me acosté en su cama reposando mi cabeza en su almohada — ven aquí.

Extendí mis brazos, aún con miedo, pero ella solo tuvo ese adorable sonrojo de siempre para dejarse envolver por mi, tan cálida que no me importaba perderme en ella por mucho tiempo, porque tenerla a mi lado hacia desaparecer los problemas que tenía, ella me calmaba, era lo que me hacía falta para poder sentir que nada era tan malo.

No hablamos, solo disfrutamos de ese silencio tan familiar que no ví la necesidad de romperlo.

Inevitablemente pensé la primera vez que vine a la casa de Sunny, no recordaba si en ese entonces tenía sentimientos más románticos por ella o solo la consideraba una amiga, si es que en ese entonces eramos amigas.

Es difícil decirlo, puesto que ella fue amiga de Pipp, Izzy y Misty mucho antes que me conociera, yo me juntaba con ellas porque mi hermana estaba en ese grupo y no quería hablar con más gente, siempre andaba con mis audífonos o un libro evitando hablarles.

Ahora que lo pienso ¿Cómo fue que me hice amiga del resto?

— Sunny — murmuré — ¿Cómo fue que nos hicimos amigas?

Ella me miró confundida ladeando la cabeza por lo que no pude resistir el impulso de darle un beso en su frente.

— Fue un día que suspendieron las clases, estábamos jugando mientras leías un libro — ella se sonrojo un poco — me acerque a ti para invitarte a participar pero terminamos hablando de muchas cosas.

Zipp y SunnyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora