El Equipo 8

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Adentrado en una arboleda cerca de un campo de entrenamiento se encontraba un debilitado Shino Aburame, el cual recién se estaba despertando. Cada pequeño movimiento que hacía parecía dolerle, porsupuesto no fue capaz de ver hasta donde llegaban sus dolencias pues se encontraba atado a cuerpo completo a un tronco junto al resto de sus compañeros.

Porsupuesto el sabía que la mayor parte de sus dolencias eran provenientes de su abuso de la inyección de chakra de sus kikaichu. Una de las razones por las cuales dicha capacidad no es comúnmente usada, la otra razón es debido a el inmenso coste en las propias reservas de chakra de los insectos, algo que gracias a la colaboración de su aún compañero Naruto es soportable.

—¿Porque nos habrá dejado aquí?.—Pregunto su algo desanimada compañera.

—Talvez sea una prueba de escape, o simplemente un castigo por nuestro bajo desempeño.

—¡¡Bajo desempeño!! ¡Pero si le quitamos el cascabel!, si no fuera por qué era un clon lo habríamos tomado.

—Creo que solo se lo pudimos quitar porque era un clon.

—Eso.. ya no importa.... Fallamos.

Las palabras de Hinata dejaron caer la ya conocida realidad sobre ellos, fallaron. Y eso significaba regresar a la academia otro año más, también significaba haber perdido la oportunidad única de entrenar con el más legendario ninja con vida de Konoha.
Incluso Naruto se mantuvo callado un momento ante la realidad.

—Saben chicos... Ustedes no me caían muy bien, deberás.— Una risa avergonzada prosiguió a aquella afirmación. Si bien a Shino no le parecía tan grave lo dicho, a Hinata pareció caerle como un balde de agua helada en medio de el más gélido de los inviernos.— Pero me equivoque, ¡Ustedes son increíbles, deberás!. Los insectos de Shino son algo asquerosos pero lo hacen súper fuerte, y Hinata, no hablas mucho y nunca me miras a los ojos y eso es algo raro pero rayos, le diste una paliza al Ero-Sannin, y le quitaste el cascabel, nisiquiera ví cuando lo hiciste pero lo hiciste, tus manos eran como ¡Wosh! ¡Wosh! Y ¡Pam! Y ya tenías el cascabel en tu mano, eso fue genial. —Una risa continuo su discurso, porsupuesto Naruto no fue capaz de ver el enorme sonrojo que creo en la niña.

La posibilidad de ser asignados una vez más en el mismo equipo en el año siguiente aún existía, así que sería bueno mantener una buena relación con los compañeros de trabajo.—  Ciertamente, Hinata-san realizó su papel con mucha habilidad, pero tú no te quedas atrás Naruto-san, tu desempeño con los clones es sobresaliente en el menor de los casos y gracias a tus absurdas reservas de chakra yo y Hinata fuimos capaces de atacar al 300%.

Una nerviosa risa salió del pelirrojo —Vamos, no fue nada, ustedes hicieron todo el trabajo.

—No... Shino-kun tiene razón... Naruto-kun lo hizo increíble. — El dulce carmesí pinto las mejillas de la niña mientras cerraba los ojos y parecía contener algún tipo de reacción extravagante. Pospuesto Naruto no vio su reacción pues el también tenía las mejillas arreboladas y mantenía los ojos cerrados mientras una tonta risita salía de el.

—Vamos chicos, no fue para tanto, deberás.— Su tonta risa no paraba de salir, no parecía estar acostumbrado a los halagos.

Shino miro detenidamente a la persona que estaba atada a su derecha, aquel pelirrojo de tonta risita el cual había sido clasificado como alguien sin talento en toda su estadía en la academia, hoy le demostró el gran potencial que poesía, no solo hablando de sus absurdas reservas de chakra si no también de su capacidad estratégica con la cual fueron capaces de acercarse tanto a su objetivo. Porsupuesto, ahora que lo pensaba en frío, su personalidad, su Taijutsu eh incluso su filosofía a la ahora de crear una estrategia fue bastante similar al Sannin, casi sentía lastima pues el pelirrojo sería el más beneficiado de su tutela.

Naruto Ojos DoradosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora