Naruto Ojos Dorados

Reida

El suave ruido del agua corriendo y los armoniosos cantos de las aves los despertaron por la mañana.

Cómo era costumbre la última guardia la hacia el Sannin y este despertaba al resto, ya habían pasado dos días desde el inicio del viaje a la aldea Reida y parecía que el día de hoy finalmente llegarían.

Con un rápido estirón de espalda Naruto hizo crujir su columna, aún seguía algo cansado, pero extrañamente se sentía más enérgico de lo normal, algo que dado su ya usual carga de energía le parecía normal. Salió de su saco de dormir y observó a su alrededor, su compañera seguia dormida plácidamente mientras que su compañero ya estaba doblando su saco, siguió su ejemplo y comenzó a prepararse. Al terminar de recojer, despertó a Hinata para hacer lo propio y finalmente se prepararon para el viaje.

Mientras que Kuren y Jiraiya fumaban una pipa encima del carreton, y los corceles tiraban de el, los estudiantes del Sannin custodiaban el carromato a una velocidad constante, el ruido del agua aumentaba conforme se acercanban a su destino, entonces para sorpresa de Naruto, la Hyuga hablo.— Kuren-san.. u-una vez leí hacerca de su aldea.. es cierto lo las rocas del río?

El temblor en la voz de Hinata no le sorprendió, era algo regular, lo normal en las interacciónes con ella, algo que solo hacia resaltar más esos momentos en los que se comportaba tan fría y serena como un anbu.

— ¿Eh?... Pues si.. técnicamente niña, es decir yo no puedo ver nada, pero mi mujer y otras cuántas aseguran que si.

A Naruto le invadió la curiosidad, «¿De que hablan? ¿Y porque no entiendo nada?»

Hinata asintió emocionada, casi entusiasmada mientras continuaban con el viaje, eso le llamo la atención a Naruto, pero preguntaría más tarde.

Al llegar el medio día, se detuvieron cerca de uno de los riachuelos que termina desembocando en el río Reida, los caballos debían descansar un momento y beber agua, así que mientras hacían lo propio Jiraiya y Kuren se mantenían hablando, Naruto no tenía idea de que tanto hablaban pero parecían haberse llevado bien, el por otro lado decidió seguir practicando la caminata sobre los árboles.

—Se nota que has mejorado mucho Naruto-san. —Su alto compañero se acercó observándolo, a su lado estaba Hinata mirándolo con esa extraña expresión con la que siempre lo miraba.

—Gracias Shino. —Ciertamente había mejorado mucho, pero la facilidad con la que estaba haciendo este día era extraña cuánto menos, era casi sien esfuerzo, como si si chakra resonará en sincronía con algo más, era difícil de explicar..— Chicos, ¿Ustedes no sienten el chakra raro el día de hoy??.

Ambos lo miraron con una expresión de confucion, luego se miraron entre si y le regresaron la mirada.— No eh notado nada distinto en el Chakra Naruto-san.

Le apenó un poco esa respuesta, la posibilidad de que sus compañeros pensaran que estaba loco era ínfima pero para el eso era aterrador.

Algo temerosa Hinata levanto la mano, como pudiendo permiso para hablar— ¿Qui-quieres que te revise con m-mi byakugan Naruto-kun?.

El tartamudeando en la Hyuga era reconfortante, era vergonzoso admitirlo pero en sus momentos de seriedad la chica lo aterraba un poco.— Me ayudaría mucho, deveras.

La chica asintió, y después de unos rápidos sellos de manos abrió los ojos, las venas cercanas a sus cuencas de dilataron bombeando sangre a sus ojos y potenciandolos.

Examinó al chico, Naruto se movió algo nervioso, un ligero rubor tiño sus mejillas cuando pensó en la posibilidad de que la chiquilla podría ver debajo de su ropa pero descarto la idea.
La niña lo observó, después se sorprendió un poco y una ligera preocupación se marco en su rostro.

—Naruto-kun tiene razón, su chakra... Vibra, y el de todo el lugar también, el chakra en el aire, en las plantas, en el árbol, en todos los lugares está vibrando.

La seriedad en la voz de la chica no lo tranquilizó, ni un poco, miro a Shino como esperando su respuesta, el era el más listo de los tres, y para Naruto el se había convertido en una especie de líder del equipo.

El aburame pareció meditar un momento, después miro al pelirrojo.— Hay que decirle a Jiraiya-Sensei. No tengo idea de que pueda estarte pasando.

Naruto bajo de un salto hacia sus compañeros, estaba a punto de emprender la marcha, pero Hinata los detuvo con un ligero tirón en la ropa.

—N-nos están vigilando...

Ambos chicos se detuvieron en seco, por un momento Naruto quería voltear a los alrededores para buscar a los que le acechaban pero recordó cuál era el procedimiento en estás situaciones según su maestro.

De reojo pudo ver cómo el más alto de sus compañeros comenzaba a liberar algunos insectos de sus mangas— ¿Cuántos son Hinata-san?

El nerviosismo que parecía haber en la chica hace un momento desapareció por completo— Hay tres con nosotros y dos más enfocados en Jiraiya-Sama y Kuren-san.

Naruto no pudo evitar sentirse inútil en ese momento, pero ese no era su rol en el equipo, y debía de dejar ese tipo de tareas a sus compañeros.

A un par de kilómetros de allí se encontraban dos ancianos, charlando y riendo como si de viejos amigos se tratara. Para Jiraiya era agradable conversar con alguien de una edad similar a la suya de vez en cuando, después de todo su profecion no era del tipo en la que muchos llegaban a esa edad.

—Si... Después de eso mi hija y mi mujer se pusieron de acuerdo para no dejarme dormir por semanas. —El herrero soltó una gran carcajada una vez más junto al Sannin.

Las risas continuaron un momento más y después el silencio se creo...

—Asi que... Kuren-san.. ¿Que es lo que nos tomaremos realmente en Reida?

El herrero levanto una ceja y pareció divertido por la pregunta.— ¿Porque tardaste tanto en preguntarlo? Estoy seguro de que te diste cuenta desde el apretón de manos

El Sannin soltó una gran carcajada.— Oh creme, lo sabía desde que me entregaron la misión, y estoy seguro que todo ninja competente se habría dado cuenta, pero tenía curiosidad, no eh escuchado que haya pasado nada realmente preocupante por la zona, eso me hace preguntarme que es exactamente lo que está pasando en tu aldea.

Kuren resopló divertido, porsupuesto, ahora que se lo habían preguntado no lo ocultaria, sería injusto para el y los niños.— ¿Has oído hablar de los hijos de la luna?