Divergencia

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El constante sonido del agua corriendo entre las rocas iba en un crechendo constante mientras los constantes murmullos y traqueteos de los carromatos se volvían cada vez mas distantes. El aire corrio a través de sus cabellos abrazando su cuerpo y el de sus compañeros con aquel fresco pero familiar toque, y entonces...

-Ya viene...

Un Murmullo, apenas podía ser considerado así, algo fugaz y ligero. Se mantuvo un segundo en su lugar, miro a los alrededores confirmando lo que ya savia, solo estaban allí ella y sus compañeros, no había nadie mas.

-¡Hinata! ¡Vamos, Te quedas atrás!

La voz de su colorado compañero la saco de su trance, al observarlo se percato de que todos la estaban esperando, incluso el recién añadido de cabello blanco esperaba junto a su equipo.

-L-Lo lamento, creí ... Creí haber escuchado algo.

La Hyuga  acelero su paso hasta alcanzar a sus compañeros y llegar a la orilla del rio. 

Debido al plan de ataque, habían acordado dividirse por la aldea en un intento de evitar levantar sospechas. Dividirse en un pueblo infestado de enemigos era una pésima idea, y precisamente por ello, era la mejor manera de dar a entender al enemigo que mantenían la guardia baja.  

-¿Todo bien?.

El Aburame se acerco a ella para hablarle por lo bajo mientras Naruto seguía bombardeando con preguntas al peliblanco. La chiquilla solo asintió, no queria molestar a nadie solo por algo que creyó haber escuchado. Finalmente, justo en las orillas del ancho rio el grupo entero se incorporo.

-Entonces... ¿Cuál es el plan?. -El pelirrojo cuestiono con una risa nerviosa a la par que ansiosa. La decisión de investigar que era lo que ocurría con Naruto y este rio había sido unánime, aunque claro, la no presencia de su maestro era algo que seguramente solo alimentaba sus nervios.

-Kuren-San lo dijo, el propio chakra debe de darte una especie de guía... Desconozco si la leyenda que nos conto sea cierta, pero independientemente de ello, hay algo en el chakra, es tan fuerte que incluso mis kikaicho ya lo han empezado a notar.

Hinata se sentía tan útil como un tenedor en una sopa, sabia que su turno llegaría, pero el no ser capas de brindarle algún tipo de paz a su amado con sus palabras  traía una inconformidad a su cerrazón. 

Naruto introdujo los pies en el agua, lentamente entrando al rio, sus nervios eran visibles en sus manos las cuales temblaban vacilantes. Fue entonces cuando llego su turno, tras un veloz secuencia de sellos, su Byakugan fue activado.

Un sistema sanguíneo, si tuviera que describir el comportamiento del chakra seria con esas palabras. La energía viajaba a través de una especie de venas invisibles a través del aire, tierra y pantas hasta llegar al rio, y este hacia lo propio enviando su fuerza al ambiente en pulsos, como si de un corazon se tratara, y el centro de esos pulsos... era Naruto.

Como pudo, se lo explico a sus compañeros, no pudo evitar que sus mejillas se arrebolaran mientras las miradas de todos se posaban en ella, pero aun así logro explicarse.

-Si Naruto-san es el corazon... Entonces debe bombear el chakra.

-O absorberlo -Compartió el Kaguya.

La mirada de Shino se poso en el un momento, después se acomodo las gafas y hablo.- ¿Se puede saber el porque de tu conclusión Kimimaro-san?

El peliblanco los miro como si recién se diera cuenta de que todos los presentes lo estaban observando.- Estudio la energía natural, eh oído hablar de personas capaces de absorber esta energía de manera innata, talvez el sea uno de ellos.

Naruto Ojos DoradosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora