El Herrero

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La primera luz de la mañana, junto con la fria brisa matinal del día golpearon a Naruto y a sus compañeros, este mismo se limpio las lagañas de sus ojos eh hizo crujir sus mandíbulas con un bostezo, el cula, para sorpresa de nadie, fue replicado por la más baja de sus compañeras la cual también se notaba un tanto cansada.
Era la primera vez que eran citados tan temprano para  una misión, el día anterior solicitaron su primera misión de rango "c", sería algo sensillo, simplemente custodiarán a un herrero en su viaje de regreso a su aldea, por desgracia el herrero no estuvo disponible en ese momento así que apenas ahora lo verían por primera vez.

Al ser tan temprano por la mañana, ninguno de sus compañeros parecía tener ánimos de mantener una conversación, pero porsupuesto, Naruto siempre tenía energía.— Y... ¿Creen que nos topemos con bandidos?. —Una risa,  más similar a un siseo salió de el.— Espero que si, sería bueno patearles el trasero.

Su alto compañero se ajusto las gafas.— Al igual que tú, yo también espero obtener experiencia de esta misión, pero no deja de ser una misión de tipo "c", no suele haber riesgo en misiones como está.

De reojo alcanzó a ver cómo Hinata jugueteaba con los cordones de su mochila, no parecía estar prestando atención a su conversación con Shino en lo más mínimo, siempre intentaba hacerla participar en la conversación, pero algo en la imagen de su compañera detrás de él y jugueteando con los pequeños cordones le parecía ser digno de preservar por unos instantes.
Dirigiendo su mirada a su maestro, pudo darse cuenta de que este parecía mucho más dormido que ellos. Sentado en la banqueta y con los ojos cerrados y respiración pesada, se notaba que madrugar no era precisamente su fuerte.

  — ¡Oye! ¡Ero-Sannin!, ¿Falta mucho para que llegue el cliente?

El hombre parecía despertar con un respingo, tardo un momento en incorporarse y mirar a su pelirrojo alumno, pareció analizar un momento lo que dijo y contesto.— No debe de tardar mucho, nosotros llegamos temprano así que es nuestra culpa.

Aquello último era cierto, normalmente esperaría a tener el tiempo sobre los hombros para salir de casa, pero debido a las constantes clases sobre comportamiento de su compañero, había entendido que la opinión popular y profesional que tengan de uno era parte de la selección de asentados de la antecamara, por lo tanto tenía que esforzarse en cumplir con aquellas exigencias.
Y porsupuesto, debido a que su maestro había tomado como suyo el sofá de su sala, lo trajo con el en cuanto estuvo listo para partir.

Los minutos pasaron, y finalmente, una persona se diviso desde el final de la calle, con paso seguro se acercó a ellos y su aspecto fue visible para todos.
Era un hombre alto, probablemente solo un par de centímetros inferior a su maestro, por su rostro Naruto diría que tenía 40 años, pero su cabello cano parecía pertenece a alguien ya en los 60. Tenía grandes brazos y anchos hombros, casi tan ancho como.un ropero, algo en su postura y caminar le recordaba a el Ero-Sannin, pero desconocía exactamente el que era, vestía igual que cualquier civil común, ropajes sencillos y algo gastados.

El hombre los observó un momento, detuvo su mirada algo más de tiempo en el Sannín y por igual en Naruto, aunque principalmente en sus cabellos, después soltó una carcajada.— Seré escoltado por mocosos, eso si es algo irónico.

Con algo de pereza, Jiraiya se levantó de su lugar y extendió la mano al recién llegado.— Fujiwara-san, ¿Cierto? Un gusto conocerlo, soy el jounin-sensei a cargo de esta misión.

Con una sonrisa en el rostro, el canoso hombre estrecho la mano del Sannín y contesto.— El gusto es mío Jiraiya-sama, siéntase libre de llamarme Kuren.

El apretón se prolongó un momento, ambos ancianos mantuvieron la mirada del otro y después soltaron el saludo.
Naruto no podía negar que sintió algo de tensión en el intercambio, pero no tuvo tiempo de pensar en ello pues la mirada del tosco hombre se dirigió a el, aunque una vez más, pareció más interesado en su cabello que en otra cosa.

Naruto Ojos DoradosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora