Naruto Ojos Dorados

La Taverna, La Dama Y La Espada

Al noroeste del país del fuego, cerca de las fronteras con el país de las cascadas, se encuentra un rio nombrado "rio Reida " este mismo, al igual que la mayoría de ríos significativos, desemboca en el río grande, así formando parte de la red de comercio que conforman el país de la tierra, viento, fuego y agua.
Formando parte de la red de comercio, una aldea fue construida al rededor de un muelle con propósitos comerciales, está pequeña aldea fue nombrada "Reida" en ella, un pequeño grupo de mercenarios se encontraba en la zona, ofreciendo sus servicios a los comerciantes locales, es precisamente este grupo de mercenarios los cuáles traen a este lugar a Kimimaro, el cual se encontraba trabajando como guardian de una caravana que estaba allí promocionando su nuevo té de "Machin Shin", una planta plaga que el comerciante en cuestión descubrió que funcionaba como una excelente infusión relajante.

Kimimaro habia llegado hasta allí siguiendo el rastro de supuestos trabajos realizados por este grupo de mercenarios, debido a que su cliente no tenía dinero para pagar sus servicios completos, el trato simplemente quedó en custodiar su viaje de ida más no el de vuelta. Sin despedida alguna el Kaguya partió en busca de pistas sobre la organización en cuestión. Porsupuesto, el mejor lugar para conseguir información del bajo mundo era la más pestilente y peligrosa de las cantinas de la aldea.

Después de un par de preguntas a personas que probablemente nisiquiera supieran que estaban despiertos, el albino entro en una taverna llamada "La dama en el río".
Nadamás entrar sintió las miradas de los allí presentes viajar a él por un momento, no mucho después volteaban la mirada, muy seguramente al reparar en el protector en su cuello.

Sin mucha vacilación se sentó en la barra y espero a ser atendido, poco después una mujer algo mayor, de marcadas cuevas, rojizos cabellos y con un generoso escote se acercó a atenderlo— ¿No eres demasiado menor para estos lugares niño?.

Kimimaro no reparo en las distracciones frente a el y contesto— No eh venido a aquí para tomar sus bebidas o para conseguir compañía, eh venido porque busco información.

La ya silenciosa taberna se volvió aún más callada, probablemente uno de los hombres allí presentes sea parte del grupo al que busca, pero precisamente eso es lo que el busca.

La mujer lo observó, desvío la mirada un momento a su protector y después resoplo.— Todos ustedes son iguales, creen que por ser ninjas solo otros ninjas son amenazas.

Kimimaro particularmente no se sentía de ese modo, después de todo, el mismo no entraba en la categoría de "ninja" o al menos el mismo creía eso , pero debido a las circunstancias tenía que fingir que se trataba de uno.

   —Estoy buscando un grupo de mercenarios, eh escuchado que al menos uno de ellos comparte algunas características faciales conmigo.

La mujer lo observó un momento, no solo para mirar bien su cara, si no también para digerir bien las palabras que el chico dijo.— ¿Cuántos años tienes mocoso? ¿De dónde vienes les enseñan a todos los niños a hablar así?

El Kaguya sabía que ya había llamado suficiente la atención, así que sin más intención de perder el tiempo decidió cortar la conversación.— Si no tienes idea de lo que hablo entonces me retiraré, agradezco su tiempo.

Dió media vuelta y comenzó su retirada, pero entonces la voz de la menuda mujer lo detuvo un momento.— Mi turno termina en media hora, si esperas por mi te puedo mostrar algo interesante.

Un tanto conmocionado, el chico volteo a verla, al posar la mirada en ella, la madura mujer le guiño un ojo.

Algunas risas en bar no se hicieron esperar, Kimimaro pudo escuchar a uno de ellos hablar entre las risas y los murmullos.— Pobre chico, meterse con la mujer de Kuren será su suicidio.