Gama-Sannin Jiraiya

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El alba amenazaba con su presencia en el horizonte para dar entrada a el amanecer, a pesar de que los primeros rayos de luz ya lo envolvían en su calor, solo unos pocos daban cuenta de su presencia. Mientras observaba aquella aldea que por tantos años había sido su hogar no pudo evitar sentir la presencia de alguien más, un anbu se acercaba a el con el sigilo que los caracteriza.

— Jiraiya-sama —Un ligero temblor adornaba su voz, acompañado de una vacilación en sus pasos que solo ninjas de su nivel serían capaz de detectar.— Hokage-sama ya está listo para verlo.

El viejo sapo permaneció inmóvil, como si las palabras de el anbu fuesen indiferentes para el.
Cuando Jiraiya recibió la carta de su antiguo maestro solicitando su presencia en la aldea no pudo evitar sentir curiosidad. Pero ahora que ha llegado y a observado las condiciones de vida de su ahijado y el modo en el que su amada aldea trataba a Naruto, no puede evitar sentirse un tanto molesto

—Llevame con Hokage-sama — ordenó con una molestia en su voz que si bien era mínima, pera el anbu se sentía como como la más fiera de las iras de su Hokage.

Al despuntar el alba Hiruzen ya se encontraba preparando su primera pipa del día, introduciendo cuidadosamente el tabaco cultivado en las granjas sureñas de la nación, un regalo dado por el daimyo en su última visita a la aldea. Habían tenido una ajetreada noche debido a la traición de un chunin sensei y a la inocencia de un chiquillo pelirrojo.
Para sorpresa de todos aquel desvirtuado niño, había aprendido un jutsu avanzando en una sola noche. Aquello solo acentúo sus creencias de que la decision que tomo al llamar al hombre que se encontraba frente a el fue correcta.

— ¿Entonces?, ¿Para que me haz llamado? —La aspereza con la que pronunciaba las palabras era tal que Hiruzen juraría que se podría sacar filo a una espada con ellas. Tal actitud no era propia de el legendario ninja.

— Es sobre tu muchacho Jiraiya —Sabia que no ganaría nada dandole vueltas al asunto— Posee un gran potencial pero sin el maestro adecuado mucho de ese potencial se verá desperdiciado.

— ¿Quieres que ya lo tome como mi alumno ? No tengo problema en ello, me lo llevaré en un par de semanas, espero caerle bien —Su anterior rostro petreo se suavizo ante la perspectiva de llevarse a su ahijado antes de lo esperado.

—No Jiraiya —Sarutobi tomo una segunda calada a su pipa antes de proseguir— La antecamara no vera bien que te lleves a Naruto, amenos de que allá un motivo realmente importante.

—Lo hay —Repuso, recuperando algo de la aspereza— En los bajos fondos se habla de una organización conocida como Akatsuki, según dicen los rumores planean capturar a todos los bijuus.

—Entonces más razones para que tomes al chico como tú discípulo.

—Exacto, solo me tomara un par de días demostrarle lo increíble que soy y después aceptará venir conmigo.

Un pesado suspiro salió de la Hiruzen, le pesaba en el orgullo explicarle a su antiguo alumno los motivos por los cuales no podía llevarse a Naruto de la manera en que quería— Escucha Jiraiya, Danzo no permitirá que Naruto abandone la aldea.

—¿Que tiene que ver Danzo en todo esto? —La molestia del Sannin se acentuó aún más en su seño.

Otra calada, está solo con la intención de darle tiempo para pensar en como explicar la complica situación— Danzo tiene el apoyo de la mayor parte de los asentados de la antecamara, mi posición como hokage apenas y me da la autoridad necesaria para que no tengan atado a Naruto en una celda.

— Eso es ridículo, tu eres el hokage, tu voz es ley.

—Incluso entre los asentados que están de mi lado, muchos ven a Naruto como una arma, talvez el arma más poderosa que tenemos, podría justificar el porque te encargo la crianza del niño, sin embargo sería otra historia explicar porque te lo llevas, incluso con la información que me has entregado.

La molestia se profundizó aún más en el Sannin, después respiro profundamente y exhalo, como si con eso los descontentos de la situación salieran de el— ¿Entonces?, ¿Que es lo que propones ?.

— Conviértete en jounin sensei.

Una sonora carcajada salió de Jiraiya— ¿Quieres que tome un equipo entero de mocosos?.

— Ciertamente es injusto esperar que seas imparcial como sensei—Se detuvo un momento. Si bien había barajesdo la posibilidad de que Jiraiya se negara, no veía una mejor situación para el desempeño de Naruto eh incluso de sus compañeros— por ello tengo planeado asignarte a estudiantes con un clan, porsupuesto clanes que sean leales a mi, tengo en mente a una Hyuga y un Aburame. Tu les enseñarás a ser ninjas y los cuidaras, sus clanes se encargarán de enseñarles técnicas de su clan, ambos clanes son conservadores así que dudo que tengan problemas con ello, de esa forma podrás centrarte en Naruto y no habrá favoritismo injustificado.

Ante el silencio de Jiraiya, Hiruzen no puedo evitar ponerse nervioso, con el como sensei el desarrollo de Naruto estaba prácticamente asegurado, además de que para los clanes Aburame y Hyuga sería una recompensa por su lealtad, asegurarles a sus gennins la seguridad y guía de un Sannin.

Un suspiro de Jiraiya rompió el silencio— Bien, lo haré, solo hasta los exámenes chunin, trataré de que los tres alcancen ese nivel para que no haya quejas.

Hiruzen sintió como un enorme peso abandonaba sus hombros, finalmente había dado un paso hacia adelante, tres grandes equipos estarían prácticamente asegurados este año.— Será un gusto tenerte como jounin sensei una vez más —extendio su mano hacia  el viejo sapo esperando cerrar el trato.

—Seran seis largos meses, hace décadas que no pasaba tanto tiempo en un lugar —sujeto la mano de su viejo maestro, cerrando el trato.

Sin saberlo, Jiraiya acababa de cerrar un trato que cambiaría para siempre al mundo entero, y con ello el fin de una era, y el comienzo de otra. El trato daría comienzo a una época que en años posteriores sería conocida como "La Era De Leyenda".

Y así, el inicio de una leyenda, dió comienzo.

Naruto Ojos DoradosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora