(si hay faltas de ortografía, me marcan.
Le mando un saludo a Bast_Mora2005 por su ayuda en el capitulo. Pasarse por su canal que tiene un buen contenido.
No olvides votar, comentar y compartir la historia)
Capítulo 8=LÁGRIMAS DE UNA VASALLA.
Flashback
La cuarta gran guerra ninja.. una batalla feroz por hacer retroceder a tu enemigo.
La muerte nos asecha.. y cuando llegue en momento.. sonríe.
Cuando la muerte llegue, lo hace llevando consigo un gran dolor que nadie podrá sanar.
Que fastidio.
Temari recordó que shikamaru habia dicho antes de la guerra.
Cuando se vieron por última vez.
Cuando él y ella tomaron caminos separados yendo a sus posiciones para ir a la guerra.
Todo su escuadrón murió al igual que ella y ni siquiera podía recordar la cara del culpable para poder asesinarlo si alguna vez lo encontraba cuando muriera.
=¡Oh la gran vasalla del martillo, por favor salve nuestro mundo=.
Sus ojos se abrieron de golpe. Un grupo de personas con túnicas extrañas estaba parada frente a él. Echó un rápido vistazo a su alrededor. Siete personas vestidas con túnicas frente a ella. En un rincón alguien que se escondía en las sombras, la única amenaza potencial, ya que no podía verlo y por lo tanto no podía determinar su fuerza.
Un espacio abierto y un par de puertas grandes detrás de las personas con túnicas, que probablemente conducían más hacia donde se encontraba ahora. Una puerta secreta al lado de la persona oculta. Ambos estaban fuera de discusión si necesitaba huir. Las otras dos eran ventanas, si no hubiera estado exhausta, esa sería su mejor opción.
Todo esto había estado pasando por su mente en un momento cuando sus pensamientos se detuvieron. No se sentía agotada ni herida. De hecho, se sentía perfectamente bien. Ahora que se estaba prestando atención a sí misma, no podía sentir el peso familiar y tranquilizador de su abanico.
Sin moverse visiblemente revisó el resto de su equipo tensando algunos músculos.
Algo colgaba de su espalda, algo que se suponía que no debía estar allí. Discretamente miró hacia atrás y vio... ¿Un martillo? ¿¡Que le pasó a su amado abanico!?
La tomó y lo sostuvo frente a su cara, mientras escuchaba distraídamente la conversación que había comenzado después de que el hombre les pidiera que salvara su mundo. Al examinar el martillo, estuvo bastante segura de que ya no se encontraba en ninguno de los países de su continente.
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La Muerte De Un Shinobi y el Ascender Del Escudo
AléatoireUn shinobi jamás demuestra sus sentimientos. Esa era una de las reglas de conducta que se enseñó en la academia, Pero cuál era el caso de suprimir tus emociones, si cuando en el fondo, sientes un gran dolor. Cobarde, flojo, holgazán, pero con un sen...