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Once Upon a Time...
Caminaba por los pasillos de la escuela con paso firme, sus zapatos de tacón medio resonaban con cada uno de sus pasos, llenando el lugar con un sonido melódico y distinguido. Cada repiqueteo llamaba la atención de los demás alumnos del Night Raven College, quienes se giraban para ver de dónde provenía aquel elegante ruido.
La joven destacaba entre la multitud con su larga melena azabache, que caía en cascada sobre sus hombros y enmarcaba su rostro delicado. Su belleza no pasaba inadvertida para nadie. Poseía una figura esbelta y grácil que atrapaba las miradas de los estudiantes, quienes no podían evitar seguirla con la vista mientras se desplazaba por el pasillo.
Lo llamativo de esta situación era el hecho de que Agatha era una de las pocas por no decir la única chica que asistía a este colegio únicamente conformado por hombres. Esto hacía que su presencia resultara aún más intrigante y cautivadora. Todos querían saber más sobre ella, descubrir qué la hacía diferente, en qué consistía su misterio.
En definitiva, la presencia de Agatha en el Night Raven College era una mezcla intrigante de belleza, elegancia y misterio.
Agatha era una presencia fascinante y enigmática en aquel lugar, y su sola existencia dejaba a todos boquiabiertos.
-Ah- Bostezó cansada- Que día más aburrido y encima casi ninguna clase es práctica, por favor aquí mínimo todos tienen 16 años no son niños- Se quejó-
Su día había sido realmente aburrido, todos los maestros del día habían presentado sus materias al alumnado y la verdad Agatha podía decir con seguridad que pasaría el año con las mejores notas.
Debido a sus estudios primerizos en Hogwarts y a su arduo trabajo de ser prefecta de Slytherin la había vuelto bastante inteligente, inteligente y hermosa con una mente muy perspicaz por lo que el temario de primer año le resultaba hasta simple.
Tal vez la clases de cuidado de criaturas mágicas era la asignatura que más llamaba su atención, aunque también se alegraba de no tener clases de adivinación y que pociones estuviera dividida en alquimia y farmacología, eso sí le gustaba.
-Hola guapa ¿A qué hora pasas a por el pan?- Dijo un chico X's a Agatha quién solo lo miró de arriba a abajo y suspiró-
-Mira no sé quién te dijo que necesitaba un novio pero mira no- Dijo Agatha con calma-
-Tsk, tampoco eres para tanto, solo era una apuesta con mis amigos, seguro que te crees muy única y especial como un pibe mas- Agatha puso los ojos en blanco-
-¿Todo bien en casa?- Pregunto Agatha para después irse de alli- Y aunque tal vez tengas razón creo que estoy cambiando un poco-
Estaba hambrienta y una Agatha con hambre solo significaba una cosa: Caos y destrucción
