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Once Upon a time...
Despertó, no supo cuanto tiempo estuvo dormida pero al fin despertó, sus últimos recuerdos eran sobre la batalla, sobre cómo Riddle cayó y como ella desesperada lo abrazó con todas sus fuerzas.
Analizo el lugar y noto que ese era un gran jardín de una casa así que saldría sin dar ninguna clase de molestia o disgusto a los residentes por lo que decidió buscar alguna puerta de salida pero para su mala suerte tras recorrer por unos minutos noto que todo estaba bardeado y no había alguna ruta de salida.
Entonces todo cambio se encontraba en un pasillo.
Se quedó ahí sin saber qué hacer, eso le era conocido pero el sitio en donde estaba no por lo que entro en debate si debía de seguir el que parecía ser el origen de aquella fibra o salir de ahí para averiguar qué había pasado.
-Algo me dice que terminaré en prisión por allanamiento de morada.-Se regañó a si misma suspirando con pesadez y chocando la palma de su mano contra su frente- Bueno no sería la primera vez que me cuelo en casa ajena-
Con cuidado de no ser detectada se movió a la ventana donde el hilo se colaba y tuvo que taparse la boca para no gritar de la sorpresa cuando en la mesa de aquel lugar se podía ver a un mini Riddle de quizá 7 u 8 años sentado moviendo sus pies de adelante hacia atrás en espera de algo.
-Felicidades por tu octavo cumpleaños Riddle. Este año tu pastel de cumpleaños es un pastel bajo en azúcar y alta lecitina hecho con harina, de soja y nueces-
Fue lo que Agatha alcanzo a escuchar de aquella mujer aunque su cabeza no procesaba del todo que estaba pasando, se recargo en la pared tratando de procesar que estaba sucediendo cuando sin esperarlo atravesó el muro como si este no fuera más que una simple ilusión entrando a la casa a nada de caer de espalda por la mala distribución de su peso en ese momento.
Se asustó al creer que la mujer haría un escándalo por su intromisión pero esta ni siquiera pareció caer en cuenta de su existencia continuando con su labor de cortar el pastel y darle una pequeña porción a su hijo quien le regalo una tierna sonrisa ante la atención aunque Agatha notó que había tristeza en esa sonrisa.
-Gracias mamá. P-pero sabes yo.... una vez, me gustaría probar una tarta llena de un montón de fresas rojas...-
La petición le pareció lo más tierno del mundo a la chica que no pudo contener un pequeño "Aww cosita" ante la ternura del pequeño Riddle olvidándose por completo de la situación en la que estaba. Aunque la reacción de su madre fue por completo lo opuesto, como si hubiera dicho lo peor del mundo.
-¡Como puedes decir eso! Los postres llenos de azúcar son básicamente como veneno para el cuerpo. Una simple rebanada excedería tu consumo ideal de carbohidratos-
