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Once Upon a Time
Agatha despertó con el sonido del reloj marcando el inicio de otro día, aunque este no era un día cualquiera. Hoy empezaban los exámenes de primer trimestre en el Night Raven College, y ella estaba decidida a demostrar su valía. Aunque los nervios eran inevitables, Agatha confiaba en su preparación; después de todo, era exalumna de Hogwarts, donde había enfrentado desafíos mucho más grandes en términos de magia.
Con una mezcla de anticipación y determinación, se levantó de la cama y se preparó para el día. Lady Garderobe, como de costumbre, se ocupó de vestirla con su uniforme. El armario mágico desplegó su habilidad al elegir una vestimenta que reflejaba la seriedad del día con su característico uniforme.
Mientras Lady Garderobe ajustaba el último botón de su blusa, las hadas comenzaron a trabajar en su cabello, tejiendo sus mechas en un recogido elegante y sofisticado que destacaba la forma de su rostro. Complementaron su look con un maquillaje sutil pero perfecto, resaltando sus ojos y dando un ligero color a sus mejillas, lo suficiente para que se viera fresca y preparada.
Bajó las escaleras con paso firme, sintiendo la tela de su uniforme rozar suavemente contra su piel. Al llegar al salón principal, encontró a Grimm, el pequeño monstruo mascota del college, que parecía estar inmerso en sus propios estudios. Grimm, con libros abiertos a su alrededor y una expresión concentrada, levantó la vista al oír sus pasos.
-¡Secuaz! ¿Estás lista para los exámenes?- Preguntó Grimm con una mezcla de emoción y preocupación-
-Por supuesto, Grimm. ¿Y tú? ¿Cómo van esos repasos?- Respondió Agatha, ofreciéndole una sonrisa tranquilizadora-
Grimm frunció el ceño y señaló los montones de papeles y libros sobre la mesa.
-Estoy tratando de memorizar todo esto, pero es mucha información. ¿Crees que podrías ayudarme con unos trucos mnemotécnicos antes de ir?-
Agatha asintió, acercándose a la mesa.
-Vamos a ver qué tienes aquí. A veces, relacionar los conceptos con algo que ya conoces puede ayudarte a recordar mejor- Dijo Agatha-
Después de su sesión de estudio con una última revisión y una sonrisa de confianza mutua. Era hora de enfrentarse a los exámenes, y aunque las mariposas revoloteaban en el estómago de Agatha, se sentía preparada.
Con los libros bajo el brazo, Agatha se ajustó la chaqueta de su uniforme y miró a Grimm.
-¿Listo para ir, Grimm?- Preguntó con un tono alentador-
Grimm, con su expresión siempre animada, asintió con entusiasmo.
-¡Estoy preparado secuaz!- Dijo firmemente-
Salieron de la casa, cerrando la puerta tras ellos con un suave clic. Mientras caminaban por el sendero que llevaba a la academia, el aire fresco de la mañana parecía llenarlos de energía. Los árboles del campus, altos y majestuosos, estaban bañados por la luz del sol que se filtraba a través de sus hojas, creando un mosaico de luz y sombra sobre el camino.
