C A P I T U L O 5

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Catra abre los ojos con dificultad, ha tenido por primera vez en tres días una noche agradable, pero pronto la tranquilidad desaparece cuando nota la presencia de Adora en la habitación, la castaña es consciente de que la alfa lleva una mesita pequeña con el desayuno recién preparado,

-Esto es acoso- exclama Catra cubriendo su cuerpo con las mantas.

-Yo le llamo tratar de darte una sorpresa- comenta Adora dejando el desayuno a lado de la cama –¿Podemos charlar un poco?

-¿Sobre cómo me secuestraste, me besaste y me tienes cautiva en tu mansión?- cuestiona Catra con sarcasmo –Porque la verdad no me interesa

-En primera esto no es una mansión... creo- responde Adora rascando su nuca –En segunda yo lamento mucho secuestrarte y besarte sin tu consentimiento... es solo que no tenía idea de que hacer...

-Tal vez no secuestrarme en primer lugar- exclama Catra con frustración quitando las cobijas de su cara –¡O devolverme mi libertad!

-Tampoco es fácil para mí- comenta la rubia desviando la mirada –Es la primera vez en toda mi vida que siento esto por alguien... es como tener miles de arañas en el estómago y de verdad lo único que quiero hacer es besarte... quiero que te quedes Catra.... Quiero que me ames.

Antes de que la castaña pueda responder sus labios son robados por los de la rubia quien mantiene sus ojos cerrados, por un instante la mente de Catra se queda en blanco al sentir esos suaves labios encontrar poco a poco un camino entre los suyos.

La cazadora se permite disfrutar ese beso sabor cereza, esa textura tan desconocía y un extraño movimiento en su corazón que jamás había sentido, ella no entiende por qué se siente tan segura entre los brazos de Adora, porque se puede dejar llevar con tanta facilidad. Por qué ese simple beso provocaba que se derritiera en esas sabanas color azul.

Adora por su parte trataba de entender porque ese beso era tan distinto a los demás, porque los labios de Catra parecían el cielo mismo, la perfección en tan solo un beso, como si el universo se quedara en silencio mientras solo eran ellas dos en esa habitación. Pero la mujer lobo necesitaba más, quería conocer cada rincón de quien era el amor de su vida, tocar cada centímetro de la piel morena debajo de ella.

-Espera- pide Catra entre besos –Espera...

La rubia ignora las palabras dichas por su mate y en cuestión de segundos se encuentran en una posición comprometedora, las manos de Adora debajo de la camisa de Catra sin atreverse a subir más allá sin consentimiento y los brazos de Catra alrededor del cuello de la rubia buscando una mayor cercanía.

-Quiero tocarte- susurra Adora entre besos –Necesito hacerlo Catra.

Catra pone sus manos sobre el pecho de la rubia notando el calor que desprende su cuerpo, aleja rápidamente a Adora quien solo la mira con una mueca de confusión y de cierta frustración que rápidamente desaparece.

-¿Está todo bien?- cuestiona la mujer lobo con preocupación –¿Hice algo mal? ¿te incomode o te lastime?

-El desayuno.... Se va a... enfriar- responde la cazadora desviando la mirada.

Adora mira la bandeja y se siente aliviada porque la comida aun parezca caliente, quiere que Catra desayune adecuadamente, quiere que este bien, que se sienta cómoda, que de cierta forma entienda que nada malo le pasara si está a su lado.

-Catra quiero que te quedes- explica Adora dejando un rápido beso sobre sus labios –Y hare todo porque lo hagas- sentencia con una sonrisa brillante para caminar por la bandeja con comida.

Catra mira el techo de la habitación con el rostro totalmente rojo, escucha los latidos de su propio corazón que parecen decirle "Idiota, idiota, idiota. Idiota" por dejarse llevarse ante esa sensación de protección abrumadora.

-Odio esta semana- susurra tapando su rostro sonrojado con sus manos.

(...)

Bow camina con tranquilidad por la mansión cuando escucha un grito fuerte desde el despacho de Adora, el moreno corre para ver lo ocurrido pero al entrar solo puede ver como su alfa mira con indignación un hoja de papel entre sus manos mientras Catra está sentada en un sillón color café.

-¿Todo bien?- cuestiona el chico con curiosidad.

-¡No lo está!- grita Adora con enojo –Solo escucha esto- indica para leer la hoja de reglas entre sus manos –"Por los próximos dos meses solo podrás besarme dos veces al día, queda estrictamente prohibido entrar a mi habitación sin permiso, no puedes dormir conmigo"

-¿Reglas?- exclama Bow con una sonrisa –Inteligente, yo hice lo mismo con Glimmer, solo que yo hice una donde dejaba claro que no me podía espiar en la ducha

-También lo que dijo Bow- comento rápidamente la castaña logrando que Adora mirara mal al chico.

Catra solo le sonrió a Adora para tomar la mano de Bow y huir del despacho de la rubia quien seguía leyendo la lista de reglas que parecía interminable, por primera desde que estuvo en cautiverio Catra se permitió reír de forma sincera ante algo que aún era desconocido para ella.

-Tu mujer acaba de salir corriendo con mi hombre- avisa Glimmer con un tono divertido –¿Debería preocuparme por ello?

-No creo- responde la rubia con total calma –Bow es muy Hetero para ella.

Glimmer rueda los ojos para sentarse en el sofá y revisar viejos documentos de la tregua, asegurándose de que nada de lo que haga su amiga podrá meterlos en un nuevo conflicto que terminaría con la destrucción de su manada o de la gente del pueblo.

-Yo jamás daría esa orden- avisa Adora mirando con seriedad la ventana –Mara ordeno matar a todos en la aldea porque mataron a mi hermano... y después a mi madre... pero yo jamás dejaría que mi ira nublara mi juicio...

-Mara también decía eso- dijo Mermista entrando desde el marco de la puerta –No olvides que tu madre fue la primera en matar a alguien de esa aldea y murió en manos del hombre que es el padre de esa chica.

-Gracias por recordármelo- gruñe Adora sin mirar a sus amigas –Por el momento no necesito que Catra sea consciente de ello... le explicare todo más adelante.

(...)

Un suspiro escapa de los labios de Bow quien se recuesta en el pasto mientras Catra admira la inmensidad del bosque frente a ella. El aroma a pino inunda todo, la hierba mojada junto con la tierra, la sensación de ser tan pequeño ante el mundo que es mágico. Se siente bien.

-Este lugar es mágico- asegura la castaña con tranquilidad –Es cálido.

-Según las leyendas de los hombres lobos este bosque está conectado con todo- confiesa Bow –Nosotros como humanos tenemos vidas fugaces, envejecemos en un abrir y cerrar de ojos, antes de que nos demos cuanta estamos a punto de morir, pero los hombre lobo no... por ello este bosque es mágico para ellos, es la unión entre el amor de verdad y el castigo de la diosa luna sobre ellos.

-¿Castigo?- pregunta con curiosidad Catra recostándose a su lado.

-Los hombre lobo viven hasta 300 años, pero solo tienen un amor para toda la vida... en ocasiones ese amor es una persona normal que morirá eventualmente y ellos tendrán que pasar el resto de su vida sin ese sentimiento- cuenta el chico con la mirada llena de tristeza –Yo moriré algún día y Glimmer tendrá que estar sola... ese siempre es el camino que seguimos

Catra toma la mano de Bow quien se permite llorar por ese miedo oculto en su pecho, el terror de dejar a la persona que amas sin poder hacer algo es tanto para el moreno que se siente culpable por ello. Es un asco saber que quien amas tendrá que sufrir durante cientos de años después de tu partida.

La cazadora solo observa al chico, es la primera ocasión en que siente lastima por los Hombres lobos quien siempre lucieron temibles, ahora solo son un montón de seres condenados a perder lo que aman. Solo eso.

Wolf and Hunter || CatradoraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora