Es curioso cómo funcionan las cosas que no recordamos y las que no podemos olvidar.
Adora no recordaba la última vez que salió de su manada a pesar de ser la alfa, la persona que debía mantener a salvo a todos los miembros de esta.
Catra no olvidaba...
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El ambiente está en total silencio, las mujeres lobo se encuentran sentadas en el piso como si se tratara de niñas regañadas y sus parejas se mantienen en el sofá charlando con Casta quien amablemente ha decidido preparar té para todos.
-Me decepciona que todos hayan sido secuestrados- comenta la mujer mirando seriamente a las chicas que siguen en el piso –Ustedes necesitan clases de cómo comportarse y como tratar a sus parejas.
-Fue un accidente- suelta Adora con el rostro rojo –No es fácil controlarse.
-Aparte tu secuestraste a tu pareja igual- replica Glimmer con mal humor –No eres diferente.
-Al menos yo no deje a Weaver como si alguien la hubiera molido a palos jovencita- regaña Casta tratando de mantener la calma.
-¡Yo jamás golpearía a Catra!- grita Adora poniéndose de pie con furia -¡Incluso si estuviera en celo! ¡Yo jamás dañaría a la persona que más amo!
Catra cubre su rostro con sus manos, sus mejillas están tan rojas que incluso se nota con su piel morena, no quiere admitirlo pero de alguna forma bizarra Adora se ha comenzado a meter en su estúpido corazón como si ese siempre fuera el lugar donde debía de estar.
-¿Tienes algo que decir Catra?- cuestiona Casta mirando a la morena quien niega sin descubrir su rostro –Entonces ve con Adora, se ve que te necesita en este momento.
Adora asiente para caminar hasta Catra, la toma entre sus brazos alejándola de todos los demás, la castaña puede escuchar con perfección cada latido del corazón de Adora, suenan como una melodía que no podría olvidar aunque lo deseara.
Después de unos segundos llega a su habitación donde Adora recuesta con cuidado a Catra quien le agradece, la mujer lobo se recuesta a su lado acariciando la palma de se Mate quien sonríe bobamente. La rubia acaricia con cariño las zonas moradas en la cintura de Catra, repasa con sus dedos cada mordida en sus piernas y su cuello.
-Perdón- susurra Adora con la voz llena de tristeza –No quería lastimarte, de verdad lo lamento.
-Está bien supongo- comenta Catra tocando la mejilla de a rubia quien cierra los ojos disfrutando el contacto –Solo trata de relajarte un poco más, yo no me convierto en lobo así que soy fácil de romper.
-Catra yo te amo mucho- asegura la mujer lobo mirando a los ojos a su pareja –Por favor, nunca te vayas.
(...)
Scorpia mira el jardín sentada en una vieja banca fuera de la mansión, el día es realmente hermoso para estar secuestrada en un pequeño poblado lleno de lobos y mujeres que parecen secuestrar por deporte.
-¿Estas bien?- cuestiona Perfuma sentándose a su lado –Sé que estas enamorada de Catra, creo que fue muy doloroso para ti verla irse con Adora.
-Catra fue mi primer amor, pero no estoy enamorada de ella ahora- confiesa con una sonrisa de lado –Solo nos casaremos porque su padre y mis madres lo quieren.
-Solo por eso- exclama Perfuma con emoción –¡Entonces aun te puedes enamorar de mí!
-No quiero que lo malentiendas- corrige Scorpia desviando la mirada con el rostro rojo –Yo aún los odio, ustedes destrozaron nuestro pueblo, la mama de Catra murió, mi abuelo, mis amigos, todos ellos ya no están... no es algo que pueda olvidar.
-Sé que un lo siento no sirve, pero de verdad lamento aquello, nosotros éramos solo unos adolescentes cuando eso ocurrió, tratamos de detener a los adultos pero solo nos ignoraron, no pudimos hacer nada- la voz de Perfuma se escucha sincera para Scorpia –Pero créeme que si hubiera podido hacer algo lo hubiera hecho sin dudarlo.
-¿Qué cosas te gustan?- cuestiona Scorpia cambiando el tema –Yo amo prácticamente todo.
-Yo también amo todo- responde Perfuma tomando la mano de la albina con cuidado –Sobre todo amo como brillan tus ojos, me gustas mucho.
(...)
Hordiano camina con cuidado por el bosque, lleva un arma en su bolsillo y un arco en su espalda, él está dispuesto a hacer cualquier cosa con tal de recuperar a su pequeña, a la niña que termino convirtiéndose en su familia, a la única persona en el mundo que le da sentido a su vida.
-Yo no haría eso si fuera tu Hordiano- exclama Shadow Weaver sentada sobre las ramas de un árbol.
-Genial ahora las mujerzuelas trepan arboles- gruñe el hombre con fastidio –¿Qué quieres Weaver?
-Antes que nada hola Hermano- exclama la mujer con diversión –Sabes que Casta me conto que tu hija estaba siendo detenida por la alfa de esta manada, me pidió que hablara contigo.
-Tu y yo no somos hermanos- sentencia el hombre con molestia –Tu eres una abominación como ellos, desde hace mucho dejamos de ser algo tu y yo.
-Han pasado 35 años, supéralo de una maldita vez- pide la mujer rodando los ojos –Ahora tienes 47, somos adultos, así que deja de comportarte como un adolescente y escúchame.
-¡¿Yo me comporto como un adolescente?!- grita Hordiano perdiendo la paciencia –¡Tú te conviertes en un lobo! ¡Tú fingiste tu muerte! ¡Tienes 57 y pareces de 25! ¡Tú eres quien mato a nuestros padres de dolor!
-¡Yo soy la mala!- grita Weaver saltando de árbol y quedando frente a su hermano -¡Ellos trataron de matar a Casta! ¡Ellos me dispararon! ¡Y te recuerdo que por eso me termine convirtiendo en esto! ¡Estaba muriendo y esta fue la única opción! ¡Eres un egoísta!
-¡Egoísta yo!- replica el hombre con ira -¡Yo era un niño! ¡Yo me quede solo! ¡Yo perdí todo por tu estúpida decisión! ¡Yo no tuve una Casta que me ayudara, ni padres que me abrazara! ¡Yo no tuve nada por años! ¡Y cuando al fin tengo una familia, los estúpidos lobos me quitaron a Cyra! ¡No dejare que me quiten a Catra!
-¡Esa no es tu decisión!- gruñe Weaver mirando a su hermano con culpa –Ella y Adora terminaran juntas... no puedes evitarlo, nadie puede, tienes que entenderlo hermano.
Hordiano mira el piso con odio, es verdad, ese estúpido vinculo mágico nunca desaparece, sin importar que haga su hija terminara a lado de Adora, porque después de todo el estúpido destino se encapricho con ello.
Weaver mira a su hermano con dolor, porque realmente lo abandono a su suerte cuando era un niño, lo dejo solo en una enorme casa sola, lo abandono con todo el dolor del mundo sobre su espalda. Ese fue el peor error de su vida, siepre lo seria.
-Si nadie puede cambiarlo entonces yo matare a Adora- sentencia el hombre con odio en su mirada –Yo no dejare que ella este cerca de lobos aunque me cueste la vida.
