C A P I T U L O 6

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El aroma a sangre se apodera de todo, la sensación del miedo inunda el cuerpo de la joven adora de 17 años que busca entre el fuego y los gritos a su madre, pero todo queda de segundo plano cuando mira con atención como los betas atacan a mujeres ...

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El aroma a sangre se apodera de todo, la sensación del miedo inunda el cuerpo de la joven adora de 17 años que busca entre el fuego y los gritos a su madre, pero todo queda de segundo plano cuando mira con atención como los betas atacan a mujeres y niños.

-¡Alto!- grita Adora sin que su voz se escuche -¡Detengan esto!

Pero es ignorada, los lobos siguen atacando a las personas, Mara tampoco la escucha, nadie lo hace y esa masacre continua. Adora se deja caer de rodillas cubriendo sus oídos ante los gritos incesantes, deseando parar todo el ruido del lugar, deseando estar en otro sitio.

-¡Despierta lobo idiota!- grita Catra vaciando una jarra de agua sobre el cuerpo de Adora.

La rubia se pone de pie de golpe logrando hacer que Catra retroceda a modo de defensa, pero la mirada llena de dolor de Adora logra que la cazadora entienda que aquello no era un buen sueño en absoluto.

-¿Estas bien? Cuestiona Catra acercándose con cuidado a la mujer lobo quien no dice nada -¿Un mal sueño?

-Un mal sueño- afirma Adora para dejarse caer entre las sabanas mojadas –Gracias por despertarme.

-No hay de que- se limita a responder la cazadora tratando de parecer indiferente.

Adora desvía la mirada de Catra, mira el cielo a través de la ventana, como si extrañara algo que perdió y no pudiera recuperar. Mira el cielo exactamente como Catra lo miraba el año que su madre fue asesinada.

-Me arrepentiré de esto- murmura para sí misma la castaña –Puedes venir a dormir a mi cuarto- informa saliendo de la habitación.

La mirada de la rubia se ilumina ante esas palabras, Catra solo rueda los ojos al observar como en cuestión de segundos Adora está a su lado, abrazándola por la cintura mientras deja pequeños besos en su hombro en señal de agradecimiento.

-Eres como un perro- bromea Catra para reír un poco.

-¡Oye! ¡Eso fue racista!- comenta Adora fingiendo un tono ofendido -Pero si, supongo que de cierta forma lo soy.

-Adora- susurra la castaña de forma seria al mismo tiempo que se da la vuelta para quedar frente a frente con la rubia.

-¿Todo bien?- pregunta Adora con miedo de haber lastimado a la chica con su abrazo.

-Necesito que me respondas esto con total honestidad- la voz seria de la cazadora eriza la piel de Adora como si estuviera a punto de preguntar una verdad dolorosa -¿También se te cae el pelo como a los perros?

-Si no fueras tan hermosa ya estarías en suelo- bromea Adora con una sonrisa.

Catra suelta una carcajada sincera, Adora la mira como si estuviera admirando la obra más hermosa de toda la humanidad, la rubia no puede entender como todo el mundo podía desaparecer tan solo con estar con Catra.

-Eres muy linda cuando sonríes- murmura la mujer lobo con cansancio –Me hace muy feliz que estés a mi lado.

(...)

Hordiano mira desde la ventana el pueblo que está bajo su protección, el hombre no recordaba cuando había sido la última vez que estuvo realmente solo en aquella gran casa porque desde la llegada de Catra a su vida no tuvo tiempo para pensar en el mismo.

-No puedo quedarme y ver cómo te alejan de mi- susurra el hombre para observar la frontera –Prefiero morir a permitir que esas bestias estén cerca de ti.

Para cualquier persona que no conociera a Hordiano él podía ser un monstruo despiadado, pero la realidad era totalmente diferente a los rumores. El también fue un joven idiota enamorado, un adolescente que corría por los bosques cazando, llevando comida a la aldea cuando su economía era mala y apoyando a todo aquel que podía.

El jamás fue una mala persona, solo no sabía comunicarse con los demás y en un punto se cansó de intentarlo pero entonces ella apareció. Cyra llego al pueblo embarazada de 7 meses, su cuerpo lleno de golpes y una maleta llena de sueños rotos que quería arreglar por ella y la pequeña que crecía en su vientre.

"-Luces malo pero eres realmente adorable- susurra la mujer despeinando el cabello rebelde de Hordiano –Deberías dejarlo crecer."

Hordiano sonrió con nostalgia para caminar por los pasillos de la casa, las paredes estaban llenas de pintura y pequeñas manitas por doquier, el hombre paro frente a una puerta color café, abrió la puerta con cuidado, como si tratara de no despertar a Catra. Como si su hija siguiera ahí.

"-¿estás seguro de darle esta habitación?- cuestiona una joven mujer con una sonrisa amable –Estoy segura de que ella la destrozara."

Tal y como Cyra lo dijo una vez aquella habitación estaba llena de pintura en la pared, de manchones gigantes y algunos instrumentos musicales tirados por doquier, pero la cama estaba vacía y el cuarto lucia más apagado que nunca antes. Hordiano realmente extrañaba a Catra.

(...)

Adora deja pequeños besos en el cuello de Catra quien suelta pequeños gemidos ante cada caricia, ninguna de las dos entiende como terminaron de esa forma, posiblemente es gracias a la temperatura corporal de que Adora desprende a cada segundo como si fuera un horno humano o el sutil aroma de Catra que enloquece por completo a la mujer lobo.

-No... podemos- gime la castaña sintiendo las manos de Adora acariciar su piel debajo de la camisa.

-Si podemos- asegura la rubia con una sonrisa –Somos adultos, podemos hacer todo.

-Excepto entender el Satt- bromea Catra provocando que Adora la mire con curiosidad –No lo sabes pero eso es una gran broma.

-No te entiendo pero eres hermosa- exclama Adora robando pequeños besos de los labios de Catra.

-Espera Adora- pide la castaña alejando a la chica quien la mira con curiosidad –Yo no soy un adulto legalmente- explica provocando que Adora salte hacia atrás –Aun soy menor de edad y estarías cometiendo un delito...

El rostro de la alfa es un total poema de consternación ante las palabras de la castaña quien suspira aliviada, la rubia solo se pone de pie y mantiene una distancia considerable de la menor.

-¿Qué edad tienes?- cuestiona Adora con rapidez.

-17 años- responde Catra con una sonrisa ganadora -¿Y tú?

-23... eres 6 años menor que yo- comprende la alfa con culpa –Ahora me siento sucia, eres prácticamente un bebe.

-En primera te recuerdo que tú me secuestraste de golpe- comenta Catra con sarcasmo –En segunda jamás preguntaste mi edad y en tercera tu aun pareces un adolescente.

-Los hombre lobo envejecemos más lento- se defiende la rubia con indignación.









Con cariño: A Real Hero

Wolf and Hunter || CatradoraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora