𝗢'𝗕𝗿𝗶𝗲𝗻¹: 𝗘𝗹 𝗰𝗼𝗺𝗶𝗲𝗻𝘇𝗼

𝐗𝐕. 𝐔𝐍𝐀 𝐓𝐄𝐉𝐎𝐍𝐀 𝐄𝐍𝐎𝐉𝐀𝐃𝐀 𝐘 𝐂𝐔𝐀𝐓𝐑𝐎 𝐂𝐀𝐌𝐏𝐄𝐎𝐍𝐄𝐒.

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Como al día siguiente era sábado, lo normal habría sido que la mayoría de los alumnos bajaran tarde a desayunar. Sin embargo, Ellis, los gemelos, Emily y Cedric no fueron los únicos que se levantaron mucho antes de lo habitual en días de fiesta. Al bajar al vestíbulo vieron a unas veinte personas agrupadas allí, algunas comiendo tostadas, y todas contemplando el cáliz de fuego. Lo habían colocado en el centro del vestíbulo, encima del taburete sobre el que se ponía el Sombrero Seleccionador. En el suelo, a su alrededor, una fina línea de color dorado formaba un círculo de tres metros de radio.

Cedric junto a los gemelos se habían ido a otro lado. Ellis suspiro derrotada, no podía impedir aquello, no iba a ser tan mala amiga para no apoyar a su mejor amigo, él se merecía su apoyo y mucho más.

—Tranquila, Jamie —hablo Emily, tratando de tranquilizar a su amiga— siento tu magia. Cedric estará bien.

—Sí, solo que esta horrible sensación no se va y me pone los nervios de punta —comento Ellis mientras se frotaba los brazos con cierta fuerza, lo cual hizo que la azabache tomara sus manos para que dejara de hacerlo.

Ellis miró a su alrededor buscando a Cedric y a los gemelos, pero no logro ubicarlos hasta que sintió unos brazos rodeándola y levantándola unos centímetros del piso. Ellis no pudo evitar soltar un chillido del susto.

—Vamos solecito, alégrate, que desde kilómetros estamos sintiendo tu magia tensa —La voz de Jack hizo que Ellis lo mirara indignada por aquel susto que le había dado.

—¿No puedes ser una persona normal y acercarte sin la necesidad de asustar a nadie? —dijo Ellis haciendo una mueca y dando pequeños golpecitos en los brazos de Jack para qué la soltará.

—Relájate, solecito, que la vida es una sola y hay que disfrutarla —contesto Jack con una sonrisa y soltando por fin a Ellis. La castaña, en respuesta, puso los ojos en blanco.

—¿Dónde se fueron tú, tu clon y Cedric? —pregunto Emily mirando a Jack.

—Por ahí —dijo sin más, metiendo sus manos en los bolsillos de su pantalón y encogiéndose de hombros.

—¿Por ahí? ¿Qué clase de respuesta es esa? —Emily arqueó una ceja mientras se cruzaba de brazos.

—La clase de respuesta en dónde te digo que no seas metiche, mily —dijo Jack con una sonrisa burlona mientras se acercaba a ella y sacaba la mano de su bolsillo para darle un pequeño empujoncito en la frente con su dedo.

—¡JACK STUART SCAMANDER!

Y antes de que Emily le lanzará un hechizo o siquiera lo agarrara, Jack salió corriendo fuera del vestíbulo, dejando a una Emily con varita en mano y mirada furiosa. Ellis tuvo que disimular su risa para que Emily no la notará.