Scarlett
Sky no hizo nada por esconder el dolor que la embargó, lo cual me sorprendió, en vista de que hubo veces en las que hacía lo imposible para que nadie viera un ápice de sus emociones. Incluso nos las escondía a nosotros. Y, en esta oportunidad, pude verlo... todo, como si hace tiempo se hubiera quitado la máscara de hielo que portaba siempre. Me negué a que la culpa me ganara. No había peleado tanto para sobrevivir para que al final cayera frente a Sky.
No volvería a ponerme un pie encima.
Nate hizo algo que no me esperaba en lo absoluto: nada. No interfirió por ella, no dijo ninguna palabra o frase para defenderla y apaciguar las llamas entre nosotras. Se quedo de pie junto a mí, observando a Sky con... una frialdad imperativa. Ah, reconozco esa sensación. Resentimiento, rencor.
Veo que las cosas no fueron color de rosa en mi ausencia.
—¡No es justo! —clamó la castaña, su rostro empapado en lágrimas y sus ojos reflejando una tristeza clara—. ¡¿Sabes cuánto hemos llorado por ti?! ¡¿Sabes... cuánta culpa y arrepentimiento he soportado estos 3 años?! ¡Fue un maldito infierno, Scarlett! Ya no puedo más.
—¡¿Quieres hablarme de lo que es justo o no a mí, después de lo que pasó?! —me puse delante de ella, sin conmoverme por su estúpido espectáculo—. ¡¿Vas a venir tú a decirme que no es justo cómo te trato luego de lo que me hiciste, de cómo me insultaste, de cómo me denigraste?! ¡No seas estúpida! ¡No permitiré que vuelvas a hacerme eso, no de nuevo! ¡No soporté tres años de torturas para que vengas tú y pretendas que nada sucedió! Las cosas no volverán a ser igual, Sky. Estas son las consecuencias de tus acciones y, así como soporté tus desplantes en el pasado por mi relación con Aleksander, te toca aguantar las tuyas.
—¡Llevo soportándolas el mismo tiempo que tú! ¡Nate, desde el día que desapareciste, me trata como si fuera una mierda, como si no valiera nada!
—¿Y tú nos trataste diferente? —interviene el pelinegro, sin alzar la voz, con la mandíbula apretada y sus brazos musculosos cruzados en su pecho. Era sorprendente el aura gélido e imponente que desprendía sin tener que hacer el esfuerzo de elevar su tono. Se me hace... que ha cambiado. Puedo verlo en sus gestos—. ¿Te recuerdo lo que hiciste, Sky? Pasaste por sobre nosotros, no te importó lo que queríamos ni que sufriéramos por tus exigencias. Ignoraste el estado de Scarlett, la presionaste y la hiciste pedazos cuando más necesitaba tu ayuda. No tienes derecho a exigir nada ahora, luego de que nosotros renunciáramos a lo que queríamos por ti.
—¡Lo sé y lo siento! —más gotas se deslizan por los lados de su rostro, y su voz se quiebra a media frase—. No hay día que no me arrepienta de lo que hice, de cómo... traté las cosas. Sé que actué mal, sé que me comporté con egoísmo y cometí errores que fueron... dañinos. Pero créanme que pagué por ello, y lo sigo haciendo. Nunca quise llegar a esto. Yo solo... no quería perderlos y... el miedo me hizo tomar malas decisiones. Me hago responsable de cada error, y prometo que no volveré a herirlos si... me dan la oportunidad de arreglarlo.
Solté un resoplido, y me incliné a susurrar en su oído.
—Pasé cada día de estos 3 años reviviendo tus palabras, odiándote por ellas. Hay heridas que simplemente no sanan, y de nada me sirve que jures en vano si ya lo habías hecho. No querías perdernos, y fue lo que hiciste. Sigue pagando por eso, me da igual. Haz lo que quieras, Sky. No volví para tenerte en mi vida otra vez. Ganaste lo que querías, quédate con eso y déjanos en paz. No te quiero aquí.
Me alejé, y no podía explicar la emoción que estaba experimentando. Tal vez así se sentía la venganza, el saber que devolviste el golpe a quienes te hirieron. Sky tenía una deuda conmigo, y no me interesa parecer cruel o mala. Juré no volver a caer, no perder de nuevo o ser ingenua. Y ella no tendrá poder sobre mí de nuevo.
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Asfixia [+18]
ActionTRILOGÍA SERPIENTE #2 (Libro II en proceso) "La venganza es el manjar más sabroso condimentado en el infierno" -Walter Scott. El tiempo ha pasado, los eventos han trascurrido y el mundo se ha regodeado en la ausencia de cierta serpiente. Los aliado...