Aleksander
Llevaba como 10 malditas horas siguiendo al niño rubio con la esperanza de que se diera cuenta y llamara a la pelirroja que ansío ver.
Michael Madden no se ha dado cuenta de mi presencia, o no lo ha hecho notar. Es un problema, dado que, según lo que tengo planificado, cuando lo haga, dará aviso a Scarlett, ella vendrá a salvarlo y podré verla. Necesito saber si la hirieron luego de la misión, si volvieron a hacerle daño. No veo la hora de acabar con esa jodida organización. Me gustaría que Scarlett no les fuera tan fiel y al menos pensara en mi propuesta, pero no lo hará.
No es la niña que dejé atrás.
—¿Cuánto más haremos esto? —balbucea Nolak, el voyeviki que me acompañó, con una mueca de hastío—. Me aburro.
Lo traje en vista de que es alguien muy manipulable. Por lo tanto, me es de utilidad y no intenta indagar más de lo necesario . Tengo algunos planes y requiero de ayuda. Nolak me brindará aquello. A pesar de tener 33 años, es alguien ingenuo y tonto. Lo suyo es la fuerza bruta. Es increíble en combate, y tiene un lugar especial en las tropas de Nóvikov. Un fortachón alto, fornido y lleno de músculos, con escaso cabello castaño, ojos caídos marrones, barba poco cuidada y cicatrices en el rostro.
De pronto, noté que el vehículo del rubio bajaba la velocidad y comenzaba a dar vueltas sin sentido.
—Creo que falta poco —anuncio con una sonrisa, modificando el rumbo.
Cambio la técnica y comienzo a topármelo en intersecciones, no a seguirlo. Continúa con sus giros estúpidos, como si pretendiera mantenerme entretenido hasta que la ayuda llegue. Y ocurre cuando lo veo cruzar por en frente y una lujosa motocicleta se detiene delante de mí, impidiéndome seguirlo. Se me acelera el pulso en el segundo que contemplo a mi hermosa pelirroja, con esos ojos oscuros llenos de brillos desafiantes y esa postura fuerte y segura.
Cómo me gusta.
Menos mal no me quité la máscara. No puede reconocerme por ahora. Le da unos segundos al rubio para escapar y acelera, haciendo rugir el motor. No me quedo atrás y la sigo por las calles, rebasándola en algunas ocasiones. La persigo como lo he hecho toda la vida, Scarlett se esmera en demostrar que es mejor y se lo permito en algunas ocasiones. Hasta que mi paciencia acaba y derrapo, colocándome en plena calle y cortándole el paso.
—Quédate en completo silencio y agáchate —le susurro a Nolak, que acata la orden.
Desciendo del auto justo a tiempo para ver a Scarlett quitarse el casco y bajar de la moto, con esos aires calculadores y fríos. Se ve tan jodidamente caliente. Extraño tocarla, extraño oírla, extraño tenerla conmigo. La extraño.
—Comienzo a creer que tienes una obsesión insana hacia mí —expresa, desbordando arrogancia por cada poro.
No tienes idea de lo obsesionado que estoy contigo, Ryzhaya.
La entretengo unos minutos, los suficientes para detallar los daños físicos en ella. Diversos moretones cubren su rostro, su muñeca se encuentra vendada y puedo ver otra en su tobillo. La ira me corroe despacio, se me cuela en las venas y la idea de quitarme la jodida máscara, secuestrarla y llevármela me cruza por la cabeza. No obstante, sería una estupidez. No es momento, y sé que Scarlett jamás dejaría a sus hermanos.
La rabia termina ganándome y despotrico contra la organización, desatando la molestia de la pelirroja, quien no tarda en reaccionar y darme un golpe en la mandíbula. El dolor me azota como un latigazo, mareos me atacan y maldigo. Dios, golpea... en exceso fuerte. Se le nota el suero en las venas. No alcanzo a reaccionar cuando me sujeta del cabello, me arroja al suelo y me brinda una potente patada en el estómago. Creo que escuché algunos huesos sonar.
ESTÁS LEYENDO
Asfixia [+18]
ActionTRILOGÍA SERPIENTE #2 (Libro II en proceso) "La venganza es el manjar más sabroso condimentado en el infierno" -Walter Scott. El tiempo ha pasado, los eventos han trascurrido y el mundo se ha regodeado en la ausencia de cierta serpiente. Los aliado...