Asfixia [+18]

Capítulo 26

Scarlett

—¿Y por qué es tan malo que me busque la INTERPOL? —inquiero, un tanto indiferente al tema.

—¿Cómo puedes preguntar eso? —Megan pone mala cara—. Significa que la policía de cualquier país tiene la obligación de capturarte si te encuentran. De hecho, también te vuelves prioridad en la lista de criminales. No es un simple juego.

—No saben mi nombre ni conocen mi rostro —me encojo de hombros—. ¿Cómo van a saber quién soy?

—¿Y si buscan a algún cliente con el que trabajaste? —Alexei enarca una ceja.

—No dirán nada —esbozo una sonrisa maligna.

—¿Por qué?

—Porque es mi deber informarles que, cuando cierro tratos en nombre de la organización, está prohibido que mencionen mi nombre o describan mi rostro una vez acabado el negocio. O saben que, si lo hacen, quedan marcados y acabarán muertos. Además, no se conoce el nombre de ninguno de mis clientes. Nunca saben para quién trabajo o con quién cierro tratos.

—Uhm... es un buen punto —Nikolai se cruza de brazos y adquiere un semblante pensativo—. De todos modos, eso... solo los retrasará. Harán lo que sea para conseguir detalles de ti. Y no me creo eso de que están siempre apegados a la ley. Los creo capaces de torturar con el fin de obtener resultados. Quizá no lleguen al punto de asesinar, no obstante, quién sabe a qué van a llegar con tal de adquirir lo que desean. Y, en este caso, a quien quieren es a ti.

—Bien, dejemos que hagan lo suyo —mi hermanito juguetea con una cuchilla entre sus dedos, sentando y relajado—. Ahora mismo, estamos demasiado arrinconados como para preocuparnos por ellos. No serán un problema mientras no tengan nada. Y lo más próximo es el plan que Scarlett tiene para comenzar a vengarse de la mafia italiana. Pongamos nuestra atención en eso. Debe salir bien.

—Explíquennos el plan entonces —propone Alena, en lo que se pinta las uñas en la mesa.

Comparto una mirada con Aleksander y Taddeo antes de esclarecer el tema. Aclaro con lujo de detalles cada parte del plan y lo crucial que son los próximos días. La mayor parte del inicio puedo hacerla sola, ya que deberé usar como excusa los 3 años de tortura que sufrí, algo que nadie más tiene aquí, por lo que es imprescindible que empiece yo. Desde aquel punto, hay 2 posibles caminos. Y ahí es donde las cosas comienzan a tomar forma.

—¿Y si no aceptan? —Kyle aprieta sus labios con cierta inquietud, sentado en el sofá junto a mi hermana.

—Los dejamos —contesta Sky, indiferente—. Serían un estorbo en el camino.

Vaya, quién diría que mi hermanita estaría tan dispuesta a dejar a la organización a la que una vez amó con tanta vehemencia. Observo cómo Nate analiza con mucho cuidado los gestos y palabras de mi hermana, para asegurarse de que no sea un problema en el plan. Permito que continúe vigilándola de tal modo.

—Es Scarlett la que estará enfrentado eso sola —mi suegro suena inquieto, lo cual me sorprende. ¿Acaso se preocupa por mí?—. Es claro que no aceptarán que ella renuncie y tomarán cartas en el asunto. ¿Y si la hieren o algo por el estilo? ¿Quién va a ayudarla?

—Yo, por supuesto —manifiesta mi hermanito.

—Nosotros —corrige Sky, y le dedica a Nate una ojeada fría y determinada. Me hace recordar la gelidez que antes solían poseer sus ojos todo el tiempo. A veces, aún no termino de creerme que ella haya cambiado tanto, que su personalidad sea por completo contraria a lo que era—. Somos los únicos que podemos estar en las instalaciones de la organización sin causar revuelo. Somos parte de ellos. No sería nada raro o extraño. Y cuando Scarlett se ponga en movimiento, estaremos atentos.