¿LO HAS ENTENDIDO?

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Inmerso en sus reflexiones, el CEO de Masquerade, permanece sentado en el trono de Baco y mientras un grupo de limpieza ordena la ahora vacía sala roja, Bae Kwan y Jeon Jungkook, se encuentran en la recepción.
—Toma, esto és lo que acordamos—susurra Bae, entregando con disimulo al chico número trece, un abultado sobre con dinero—ahora,como también acordamos recoges tus cosas y no te dejas ver por aquí, nunca más.
En ese instante, Jen entra en la recepción y al ver a Jungkook, no puede contenerse y como una fan loca, se lanza en sus brazos.
—¡Ohh, has sido un maravilloooso Baco!—cacarea, mientras se restriega contra él, acariciando lascivamente sus bíceps— un poquito agresivo para mí gusto, pero aún así,¡Ha sido fantástico!,¿De quién ha sido la idea?,¡Me ha parecido muy hot y taaan original!,¿Ha sido idea tuya?,si quieres tú y yo, podemos practicar más cosas de ese tipo,ya sabes…en privado… para un pase, una performance o algo así…
El socio de Park Jimin, quien hasta ahora ha soportado pacientemente su interrupción, agarra a Jen por los brazos y la aparta.
—Querida, estamos hablando,¿No tienes nada que hacer?.
Sin embargo, lejos de marcharse la chica vuelve a pegarse como un imán, al musculoso cuerpo de Jungkook, aún vestido con la escueta túnica.
—¡Si,tengo coooosas que hacer!—sisea con mirada lujuriosa—¡Quiero hacerle un traje de sssssaliva a este hombre!.
Con un bufido de desagrado, Bae vuelve a intentar separarla del chico número trece, quién no dice nada y solo la contempla divertido.
—¡Jen por favor, contrólate!—ordena tirando de ella con fuerza y separándolos por fin—¡Vete a casa, a darte una ducha o algo!.
Por fin obediente, Jen coge su bolso y se dirige contoneándose vestida aún, con su diminuta túnica hasta las puertas correderas, no sin antes volverse, para mandar a Jungkook una mirada obscena y un beso.
Cuando Jen desaparece, Bae Kwan sigue con la conversación.
—Bueno, como te decía…
Jungkook chasquea la lengua y hastiado le da la espalda.
—Si,ya lo sé.Quieres que desaparezca, por qué no quieres verme cerca de tu socio, pero antes tengo que hablar con él.
Con los celos fluyendo por todos sus poros, Bae lo sujeta por un hombro y lo hace voltear quedando los dos cara a cara.
—¡Tú,no vas a ver a nadie!,¡Te vas a largar ahora y no quiero verte más por aquí, ni cerca de Park Jimin!,¿LO HAS ENTENDIDO?.
Con facilidad, bruscamente Jeon Jungkook se deshace de su agarre.
—No te preocupes socio, no me verás más por aquí, ya tengo lo que quería y creo, que tú también.
Después de estas palabras, el chico número trece le da la espalda nuevamente, para dirigirse a la puerta del apartamento de Jimin.
—Y no te olvides, de devolver su llave.
Cuando las puertas correderas se abren, Jeon Jungkook levanta su dedo de en medio y sin mirar atrás desaparece.
En ese instante, el CEO de Masquerade con aspecto cansado, entra en la recepción, para dejar el montón de cheques y tarjetas sobre la mesa de la recepcionista.
—Hola Bae, ¿Sabes, dónde está el chico número trece?.
En la mente de Kim Bae Kwan las palabras de su socio y amigo duelen, ni un gracias Bae, por tu aportación, ni un gracias, por tu paciencia y por tu condescendencia.
—No lo sé.
La respuesta de Bae, altera de forma visible a Park Jimin.
—¿No lo sabes?—inquiere incrédulo—lo he visto venir hasta aquí y te he visto a tí, ir tras él.
Con la mirada concentrada en contar los cheques y separar las tarjetas, Bae se encoge de hombros.
—Supongo que se ha largado, ahora que ya tiene lo que quería.Tiene pasta y un montón de teléfonos de todos esos viejos babosos y degenerados.El siguiente paso es la fama.
Con un suspiro de desencanto, el CEO de Masquerade, se deja caer en una de las carísimas y súper modernas butacas de la recepción.
—Tienes razón, amigo mío.Por un momento pensé que era distinto, tú también creíste que lo era, sin embargo…
Sin embargo, era como todos los chicos que se acercaban a él, chicos guapos que solo fingían sentir algo por él, cuando él solo era un medio para poder conseguir su objetivo, la fama.
Al ser consciente de la verdad, el desencanto de la mente creadora de Masquerade, se transforma en frío optimismo.
—Si—exclama poniéndose en pie con entusiasmo—él tendrá lo que deseaba, pero nosotros también,¿Verdad Bae?,¿Cuánto dinero crees, que les hemos sacado a esos viejos, corruptos,  asquerosos y pervertidos inversores?.
Kim Bae Kwan, levanta la vista de los cheques para posarla sobre su socio Park Jimin, ahora a su lado.
—Mucho dinero, amigo mío—responde con una sonrisa—suficiente dinero para nosotros y “Masquerade”.
El rostro del CEO, se ilumina.
—¿Qué te parece, si después de cambiarnos, vamos tú y yo a alguna parte, para celebrarlo?.
Al escuchar sus palabras, el corazón de Kim Bae Kwan, comienza a latir descontroladamente, sin poder creer lo que su socio y amigo le está proponiendo.
—¡Claro!—responde, intentando disimular su intensa emoción—¡Déjame, que termine de contabilizar estos cheques y voy contigo!.
Asintiendo, Park Jimin se dirige hacia su apartamento, aún con el corazón desasosegado, por sus sentimientos contradictorios hacia el chico número trece.

Continuará…

MASQUERADE -TerminadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora