"VENEZIA"

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—¡Maldita sea!,¿Dónde coño están, los diseños que hice de la nueva colección?.
El socio de Jimin, sale como una exhalación de la sala roja.
—¡He mirado en todas partes y no los encuentro!.
Jen ocupada tecleando és su portátil, levanta la cabeza.
—¿Una nueva colección?.
Bae Kwan, gesticula exasperado.
—¡Si “Venezia”!—afirma —¡Mi nueva colección, inspirada en el carnaval!,¡Estoy seguro, de que dejé los maniquíes y los dibujos en alguna parte!.
Jen, pone los ojos en blanco intentando recordar.
—No recuerdo haber visto nada, en ninguna de las salas,¿Ha mirado, en el despacho del jefe Park?.
Al escuchar el nombre de su socio, Bae Kwan resopla.
—¡No puedo entrar ahí!—protesta— ¡Llevan ahí dentro, desde esta mañana a primera hora!.
Jen también asiente, cerrando su ordenador.
—Si, me han mandado preparar zumos de frutas, café y tostadas con huevos revueltos-—enumera—¡Después se han encerrado ahí dentro, ordenando que nadie les moleste, bajo ningún concepto!.
Las palabras de la chica, enfurecen aún más a Bae.
—¡No lo entiendo!,¡Esto es una empresa y Jimin tiene su apartamento a solo una docena de escaleras!,¿Por qué no se van arriba, en vez de estar fo***ndo por todas las instalaciones?, ¡Han estado en la sala roja, en la verde y ahora en su despacho!,¡Y yo, necesito mis diseños!.
En ese momento, la puerta del despacho de Jimin se abre y de él, sale su socio desnudo, envuelto en una sucinta toalla alrededor de su cintura y tras él, Jungkook de la misma guisa, provocando que los ojos de Jen, no sepan a dónde dirigirse, si a los abultados abdominales de el chico número trece, o a los enormes pectorales de su jefe.
—¡Ah,hola Bae!—saluda Jimin, como si el hecho de no llevar ropa, fuera lo más normal del mundo—tus maniquíes y tus dibujos están ahí dentro, te lo digo por si los necesitas.Jungkook y yo nos vamos arriba, a meternos en el Jacuzzi.
—¿Ahora?—inquiere Bae Kwan airado—¡Teníamos una reunión, para hablar de “Venezia”!,¿No lo recuerdas?,¡Apenas, quedan un par de semanas para la presentación!.
Sin prestarle atención, Jimin agarra del brazo a su amante y los dos descalzos, atraviesan las grandes puertas correderas.
—¡JIMIN!.
—¡Dile a Jen que te ayude!—exclama antes de que las puertas se cierren tras ellos—¡Yo, estoy muy ocupado!.
Las puertas se unen con un susurro y Bae Kwan, se lanza con furia sobre la puerta del despacho de su socio.
En la estancia todo está revuelto, los dos sofás de piel negra  Lc de Le Corbusier, movidos de sitio y con los cojines por el suelo.La alfombra art déco de Kandinsky doblada y el despacho de madera creado por el ebanista Paul Follot que tanto le costó conseguir, arrinconado frente a una de las ventanas.
—¡Maldita sea Jimin!—protesta al tiempo que recoge sus diseños esparcidos por el suelo—¡Esto no acabará bien!.
En ese instante, Jen accede también al despacho, sin embargo comprendiendo que és lo que ha provocado el desorden, opta por no comentar nada.
—Ayúdame, con los maniquíes—solicita Bae, apartando la ropa tirada por el suelo, con la punta de su zapato—los dejaremos en mi despacho.
Después de trasladar los muñecos, el socio de Park Jimin se deja caer pesadamente en su silla, con el montón de diseños que ha estado modificando, amontonados y arrugados ante él.
—¡Solo dispongo de un par de semanas y mi socio, sólo se preocupa, de fornicar en cada habitación de la empresa!.
Tras él, Jen carraspea.
—Bueno, yo puedo ayudarle, es cierto que soy muy buena diseñando, mis notas en la academia eran excelentes, solo que el jefe Park,  no quiere darme una oportunidad y prefiere tenerme, atendiendo al teléfono.
Kim Bae Kwan, levanta la mirada y en su rostro se adivina un poco de esperanza, seguidamente cede su silla a la joven.
—Lo que haría yo primero, es escanear sus diseños y guardarlos en un archivo PDF, así puede modificarlos y trabajar en ellos, sin temor a que se dañen.
Tras teclear unos minutos, Jen se levanta para acercarse a una impresora colocada sobre una plataforma con ruedas.
—Listo, ahora escaneamos los dibujos y los guardamos en este archivo.
En la pantalla, se van introduciendo uno a uno cada diseño y cuando están todos, Jen teclea “Venezia”.
—Y ahora con esta aplicación, puede usted ampliar la imagen, para perfilar los bordados y los encajes.Modificar medidas, formas, colores o cualquier cosa.
El socio de Park Jimin en Masquerade, sonríe ante la pantalla mientras su mente, calibra todas las posibilidades.
—Y ahora, ya no necesita trabajar con papel.
Y tras sus palabras la recepcionista Jen, dobla y junta varios papeles, para destrozarlos con sus propias manos.
El rostro de Kim Bae Kwan, es de terror absoluto, sin embargo cuando por fin reacciona, todos sus dibujos han sido reducidos a un montoncito de papel.
—¿Qué has hecho?.
Jen sonríe, mientras posa suavemente su mano sobre el hombro de su jefe.
—No se preocupe jefe, ahora están en un lugar seguro.

Continuará…




MASQUERADE -TerminadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora