¿NO ÉS ESO, LO QUÉ QUERÍAS?

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Un ensordecedor tañido de tambores, da la entrada a dos chicas que apartan rápidamente varias cheslong, para hacer espacio a otro muchacho  que transporta, una butaca cubierta con una sábana a modo de trono.
Seguidamente, mientras comienzan a sonar unas dulces flautas, hace su entrada, un joven vestido con sólo una máscara, una escueta túnica y una corona con hojas de vid y uvas, para ocupar el trono.
Entre la música de las flautas, comienzan a sonar panderetas con un ritmo alegre y danzando, aparecen las mismas chicas y otro joven bailarín, quienes cogidos de las manos, giran y giran ante el dios Baco quien aburrido los observa, mientras un par doncellas lo alimentan con vino y uva.
De repente el dios, levanta su mano y las doncellas corren hacia los danzantes que exhaustos, han caído riendo al suelo, para ofrecerles vino y racimos de uvas.
En un momento, desde su trono Baco, observa como el alcohol comienza a hacer efecto en los bailarines y las dos chicas comienzan a fingir besarse y acariciarse.
La música cambia de ritmo, para acompasar los sensuales movimientos de las dos chicas, las cuales fingen hacer el amor, gimiendo y contoneando sus cuerpos brillantes por el sudor, mientras el chico las observa y los señores inversores gritan y patean con entusiasmo.
Sin comprender la situación, el CEO de Masquerade, vuelve a dirigir una mirada inquisitiva a su socio Bae, el cual se limita a sacudir la cabeza y a sonreír una vez más.
El espectáculo prosigue y después de que las chicas se hayan dado placer la una a la otra, el chico se acerca a ellas tímidamente con la intención de participar, sin embargo el dios Baco, tiene otros planes en mente y levantándose súbitamente de su trono se planta en medio de los tres.
—¡Soy el dios Baco, yo os doy mis frutos para vuestros placeres, ahora el placer, me lo debéis dar a mi!.
Con estas palabras, el dios carga a las chicas una con cada musculoso brazo, para después sentado en su trono fingir que las obliga a realizarle sexo oral.
Al ver la escena los futuros inversores, silban y patean el suelo tan fuertemente que apenas se escucha la música, pero el dios se aburre pronto y empujando abruptamente a ambas chicas las pone a cuatro patas, y sujetándolas por detrás, finge penetrarlas de forma violenta y salvaje, pero cuando el chico que observa la horrible escena, salta sobre el dios para proporcionarles auxilio, entonces la música se detiene y ante el asombro de todo el público, el dios Baco agarra al joven bailarín, e igual que a las chicas, lo pone a horcajadas para fingir penetrarlo salvajemente.
Los tambores, prosiguen a un ritmo enloquecedor y el dios Baco, jadea y gime mientras entre empujones, le dedica furtivas miradas directas al CEO Park Jimin, jaleado por los inversores que se lo están pasando de muerte.
—¡Joder, Jungkook!.
Una punzada de celos atraviesa el pecho del CEO, cuando se da cuenta de quién es Baco y volviéndose a su socio le lanza una mirada asesina, pero este se limita a encogerse de hombros y volver a sonreír.
En el centro del salón, el dios Baco que ha dejado extenuados a los tres jóvenes, con expresión asqueada vuelve a sentarse en su trono y mientras sus doncellas de nuevo le dan de beber vino y lo alimentan con uvas, el público que entiende que ese es el final, estalla en aullidos y aplausos.
Finalizado el espectáculo, los actores se levantan, saludan y entre aplausos corriendo salen de la sala, sin embargo, cuando el dios Baco se pone en pié, una lluvia de tarjetas y de cheques, vuelan sobre él y a sus pies.
Los inversores aplauden y silban a Jungkook, quien inclinándose saluda al público.A continuación, recoge las tarjetas y los cheques y se dirige a la salida, pero furioso Park Jimin, le corta el paso.
—¿Qué has hecho, te has vuelto loco?,¡Ese no era tu trabajo!,¡Tú solo debías servir vino y racimos de uvas, no montar una orgia en medio de la sala!.
El chico número trece, sonríe bajo su máscara.
—¿No te ha gustado?—inquiere en tono sarcástico, al tiempo que deposita el montón de tarjetas y cheques en sus manos— hablé con tu socio y él me dijo, que esto era, lo que tú querías.
A continuación, sigue su camino y mientras los inversores se arremolinan a su alrededor para vitorearlo y palmearle la espalda, el CEO de Masquerade se acerca a su socio.
—¿Qué mierdas has hecho Bae?—sisea furioso—¿Quién te ha dado permiso para hacer esto?.
Kim Bae Kwan no se inmuta, mientras sonriente se mantiene de brazos cruzados.
—No se de que te quejas Jimin, ha sido todo un éxito, mira a tus pervertidos inversores—responde señalando a los hombres que excitados y alborotados salen de la sala, algunos con una chica colgada del brazo, otros con dos y alguno con un chico o dos—se lo han pasado en grande y están firmando cheques con montones de ceros…¿No és, lo que tú querías?,entonces,¿Por qué te cabreas tanto?,¿Es que sientes algo por el chico?,creía que solo era mercancía para ti.
Tras estas duras palabras, Bae Kwan se aleja dándole la espalda, dejando a Park Jimin inquieto y preocupado, por ese pinchazo de celos, en su pecho.


Continuará…

MASQUERADE -TerminadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora