Tentación Mortal

Capitulo 7: una farsante épica

Llegué al instituto 10 minutos antes que el resto de las personas, necesitaba pensar. Ithan no me había hecho nada "absolutamente" malo, era detestable y metía sus narices donde no debía, Pero no hizo nada que yo no pudiera perdonar. El verdadero problema era que no quería perdonarlo, pero si lograba olvidar mi orgullo por tan solo unos días, podría actuar de un modo fenomenal.

Estuve planteándome esto durante una gran cantidad de tiempo y llegue a creer que podía hacerlo, era un desafío, Todo Ithan era un desafío y a mi me gustaba ganarlos.

Me dirigí a 5ºB, a mi preciada fila de la izquierda, el quinto banco del lado izquierdo. Mi lugar, al menos en la institución sabía a donde pertenecía, en los demás lados solía desencajar.

...

- Oye Han, quería decirte que me disculparas, no debí meterme en tu territorio.

¿A qué jugaba?, nunca en el tiempo en el que nos hemos conocido ha osado disculparse, ¿por qué habría de hacerlo ahora?; sonaba sincero, eso era lo peor de todo, ¿Cómo distinguir entre una farsa y un acto real?

Darle el beneficio de la duda era mi única opción, nunca se sabe en realidad cuando alguien oscuro puede pasarse al lado de la luz, existen las decisiones buenas y que sean de esa forma no justifica que la gente mala no las pueda tomar.

- Créeme Ithan cuando te digo que no esperaba eso de ti, acepto tus disculpas, no tengo inconvenientes, siempre hay una segunda oportunidad aunque no sé que tan fácil se pueda dar.

- Al menos es un intento de tu parte, ¿no crees?

- Lo creo, pero no lo califico como intento, sino como sacrificio - no podía evitar increparlo, pero a mi manera estaba siendo amable, mi humor irónico iba en el quid de las emociones que demuestro cuando alguien me caía bien; eso no cambiaba.

- Haré como que no escuche, no quiero arruinar nuestra parcimonia momentánea.

- Entonces trataré de no hacerlo yo - le sonreí de costado, era lo máximo que podía lograr, además no me torturaría por eso porque esa sonrisa era la que usaba cuando pensaba algo siniestro o tenia un plan, no traicionaría mis ideales.

La puerta del salón se abrió con un estrépito que me dejo zumbando los oídos momentáneamente, era extraño encontrar a profesores que maltratarán tanto a la institución porque su edad avanzada les otorgaba madurez y les permitía pensar mejor las cosas pero efectivamente, la profesora Weill's era una excepción.

Weill's, mas exactamente, Emma Weill's, era la profesora de Inglés y por mucho esfuerzo que hiciera - aunque ni se molestaba en hacerlo - nunca nos caería bien, al menos a la rama femenina dentro del aula.

Era joven, no pasaba de los 24 años y su forma de vestir no concordaba nada con el ambiente que debe expresar una escuela, no era seria con respecto a su vestimenta, usaba ropa ajustada y definitivamente eso no enfocaba a los alumnos en el estudio de la materia.

- Buenos días, abran las carpetas, repasen durante 15 minutos porque tomaré un examen para ver si han entendido lo de la clase anterior.

No quería criticarla pero verdaderamente odiaba todo su ser, la mayoría de los profesores acostumbran a avisar con tiempo para estudiar y comprender lo que habíamos escrito, pero en el caso de la Srta. Weill's para ella todo quedaba claro con su explicación, la cual era sumamente pobre. ¿A qué se dedicaba durante el transcurso del día?, a sentarse y limarse las uñas o a leer una revista de modas y tendencias. ¿Qué nos enseñaba en realidad?, el temario pero por escrito, nunca explicaba y eso se reducía a bajas notas en la mayoría de los boletines.

- ¿Te esperabas eso? - la voz de Ithan me llego en un susurro y supe sin ver que la profesora nos miraba y por eso hablaba en ese tono de voz.

- Con la señorita Weill's nunca se sabe, pero eso es una forma de decir, tanto tiempo observándola te hace saber que ese es su movimiento, copiar, no enseñar y prueba sorpresa matutina.