Tentación Mortal

Capítulo 11: nadar para no asfixiarse.

Estaba en un mar, el agua hacía conmigo lo que a ella se le antojaba, yo estaba por morir.

Sabía nadar pero la marea era baja y se me hacía imposible sujetarme a las rocas de la orilla, rocas que ahora asimilaban un acantilado por la distancia que había entre ellas y yo.

Una voz susurró en mis pensamientos, una voz ahora conocida.

<< legaré hasta ti, solo... no lo hagas mas difícil>>

Sé que iba a morir y él lo sabía, pero, el único pensamiento que rondaba mi mente era: ¿qué no lo haga más difícil?, ¿Cómo voy a hacerlo más difícil? Es decir, desde luego que iba a ser difícil sacarme pero no podía empeorar más la situación.

Alguien sale de la nada, corre a mi lado sobre tierra firme, sostiene una rama y planea acercármela para auxiliarme. Ese alguien es detenido, un ente oscuro con alas negras sangrantes y grandes cuernos lo toma por la espalda y arrastra mientras el chico castaño grita hasta quedar sin voz.

Caigo por una cascada, encontraré mi muerte al final del camino pero lo que más me molesta e incumbe es lo que pasará con mi extraño ayudante y por algún motivo, fiel amigo.

...

Despierto como si me hubiesen tirado un balde de agua fría, lo que de por sí no está tan alejado de la realidad porque Heily se encuentra al pie de mi cama con un vaso de agua vacío, lo que explicaba la calidez y humedad de mi blusa (al menos había usado agua caliente).

Miro a mi alrededor atontada y descubro para mi estupor que no me encuentro en mi cuarto ni en mi casa.

Iba a preguntar dónde rayos me encontraba cuando la noche anterior me golpeó, y me golpeó con fuerza.

Estaba en una fiesta en lo de Zaira, ¡no regresé a mi casa anoche!, pero eso no era lo peor, estuve a punto de besar a Ithan, bueno no, él estuvo a punto de besarme.

De no ser por la presencia de Heily hubiera empezado a saltar tirando de mi cabello y soltando algún que otro improperio.

- Por fin te despiertas, estaba por saltar encima de ti cuando se me ocurrió tirarte agua.

- Bueno, si me hubieras saltado hubiera reaccionado de muy mal humor y lo estaría haciendo por el agua también de no ser porque estaba caliente y no me la tiraste de golpe.

- Bueno, era hora de que te levantaras, son las 13:30.Acepto el que te hayas acostado a las 03.00 am pero desde luego que ya has cumplido tus ocho horas de sueño.

- En este momento me estoy preguntando como voy a explicar esto ante mi madre.

Bueno, ella el sábado llegaba a las 00:00 am lo que quiere decir que leyó mi nota y se fue a dormir, su turno de esta mañana comenzaba a las 08:00am (los horarios de fin de semana no concordaban con los tradicionales), si no pasó por mi cuarto con los apuros de llegar tarde... podría salvarme. Estaba haciendo una montaña de un grano de arena.

- Tranquila, está todo calculado, si llega a saber que nunca te fuiste pásale mi número, le diremos que te quedaste en mi casa.

- Si tú lo dices... ¿en qué habitación estoy? ¿Dónde dormiste tú?

- Dormí en la de al lado, Zaira posee unas seis habitaciones de invitados, en realidad no sé qué hace con todas ellas.

- ¿Guardarlas para ocasiones como estas?

- Eres tan listilla en la mañana como en la tarde. Ebria no se puede decir lo mismo...

- ¿Decir lo mismo?, le propiné una paliza a Xion. – sabía que no se refería a ello, sabía que se refería a lo de Ithan pero no le daría la razón.