Caminaba por el estacionamiento pensando en qué consistiría mi entrenamiento, de qué modo se podía reforzar la mente de tal manera de resistir un infierno.
Un infierno literal que no sea el que soporto día a día.
Tenía miedo de lo que Porter intentaría. Entrenar con él iba a ser un desafío emocionante. Era el profesor más loco dentro de lo cuerdo que yo había llegado a conocer. Pero de nuevo, nada era normal para mí hoy en día.
No sabía cómo afrontar todo. ¿Debía decirle a mi madre? ¿Tenía que hablar con Ithan? ¿Acaso él ya no estaba decidido? ¿Por qué tendría que hablarle? ¿Quería hablarle?
Mi mente se encontraba en un estado de cataclismo absoluto. Mi subconsciente me atormentaba con preguntas que agolpaban dudas en mi cerebro. Ya no sabía ni que responderme a mí misma.
Todos se habían ido, Heily caminando a su casa, Ithan montado en su Harley y yo me quedé con la promesa de subir al instante a mi Ducati. Pero nunca la cumplí, ya habían pasado 15 minutos y seguía en el mismo sitio en el que me habían dejado.
Decidí pensar más detalladamente, pero solo podía hacerlo sin tantas ideas en mi cabeza, con un sueño reparador que me dejara en plena facultad de mis sentidos.
Tomé mi moto prometiéndome no decirle nada a mi madre. Pocas veces ocultar algo era sano, sin embargo, muchas veces era necesario.
...
Cuando las paredes comienzan a cerrarse sobre ti, allí es cuando te das cuenta de que todo es un sueño. Uno morboso y retorcido que escapa de la realidad.
Me sentía cada vez más acorralada, no sabía si era posible sobrevivir en un espacio tan pequeño, un espacio en el que casi ya ni podía respirar.
Sentí ceder el suelo bajo mí y caí atravesando todo sin dolor, caía recto por el centro de la tierra. Bajaba y no dejaba de descender.
Cerré mis ojos por un momento deseando que todo terminara y al abrirlos me encontré en una cueva que se me hacía conocida.
Sentí un desequilibrio en el ambiente, una lucha que no se veía pero si se sentía. El frío y el hielo luchando juntos, no, no juntos, luchando entre sí.
Un muchacho rubio se encontraba ante mí, su cabello era dorado como el oro y poseía unos ojos cual pozos negros. No se podía ver nada en ellos, no reflejaban humanidad.
<<Volvemos a encontrarnos>>
Su voz resonó en mi cabeza pero parecía provenir de todos los rincones de la cueva.
- ¿Quién eres? ¿Por qué siempre suelo llegar a este mismo sitio? ¿Por qué me esperas? – mis preguntas no tenían tanto sentido, eran preguntas de una persona asustada, alguien obsesionada por obtener respuestas.
<< pensé que ya sabrías quien soy, uno creería que eres capaz de recordar rostros luego de verlos. Tu decides a donde ir, después de todo es tu sueño, debes tener asuntos inconclusos con este sitio si después de todo terminas regresando... y por ultimo, te espero porque debo decirte algo >>
- ¿Qué es lo que debes decir? - no me inspiraba confianza a pesar de que sus palabras no fueran aterradoras. La sensación que emanaba era todo lo contrario a paz.
<< lo que diré es sencillo y fácil de recordar. Algún día te tendré aquí. Vas a pagar por todas las confusiones que estas causando. No lo olvides Hanna, volverás a ver este lugar y ya no tendrás tanta suerte>>
...
Al despertar en todo lo que podía pensar era que esperaba que todo fuese un insignificante sueño, aunque no se sintiera de ese modo, aunque el sudor que bajaba por mi espalda indicara que se sentía bastante real.
No podía llamar a Heily solo para contarle sobre esto, solo diría que estoy paranoica y me obligaría a descansar o aún peor, a abandonar el entrenamiento sin siquiera empezarlo.
Recordé que tenía otros amigos. Recordé que había dejado tirado a Dylan y me sentí la peor persona del mundo, por no brindarle la importancia que se merecía.
Muchas veces solemos dejar tiradas personas que nos importan, nuestros problemas, nuestros sentimientos, suelen ofuscar a los demás, dejándonos hundidos en un domo de egocentrismo.
Pero a él tampoco podía hablarle sobre esto. Porque él no sabía nada. Porque yo no podía dejar expuesto a Porter, porque yo no podía desenmascarar a Ithan.
Ithan... ¿podría él serme de ayuda? ¿Sabría interpretar mi sueño?
Pero seguía sin confiar en él, hoy eligió nuestro bando, pero eso no quitaba que días antes quisiera asesinarme.
Y estaba sola de nuevo, y debido a mis propias decisiones.
Tomo el teléfono de la mesita de luz y coloco los auriculares en el lugar en el que mejor encajaban, mis oídos.
Me dejo arrastrar y me sumerjo en un limbo musical.
...
Al bajar de mi cuarto noto que mi madre ya está en casa, lo cual me hace pensar que en serio he dormido bastante. Me encontraba relajada y mi estomago gruñía por alimento.
Cuando me senté en la mesa colocó una taza de café ante mi.
No podía dejar de pensar en que era muy considerada, que estaba pendiente de cuidarme, pero ella siquiera dedicaba tiempo a cuidarse a si misma.
Me preocupaban sus doble turnos, el que se sobre exigiera y el que solo pusiera como excusa que necesitaríamos el dinero cuando estábamos perfectamente y podíamos mantenernos con una sola de sus jornadas.
Pero era mi madre. Era testaruda.
Respiro profundo y solo le pregunto con una sonrisa que la ayude a mantenerse en pie a pesar del sueño:
- ¿Crees que por fin llegue ese lunes que piensas tomarte libre?
Ella me devuelve el gesto y se sienta ante mi con su cara reflejando que también estaba esperando por eso.
- Solo son días, al comienzo de la semana me tendrás toda para ti. Para utilizarme de criada, ambas lo sabemos.
Reímos juntas, y me sentí como de niña, feliz y sin preocupaciones, al menos por ese instante.
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N/A: Lamento que el capitulo sea tan corto pero es para volver a lo de antes, luego de esto planeo actualizar una vez por semana.
La frase: 'limbo musical' la inventó un amigo llamado Nicolas, les dejo su instagram por si quieren seguirlo: nicolas_arzaroli
Y de paso les dejo el mío: XrunaticaX
Me cree un tw con el mismo user y suelo dejar frases...
En fin, espero que hayan disfrutado del capítulo y espero comentarios...
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Tentación Mortal
Roman pour AdolescentsSe supone que el infierno debe estar bajo tierra pero ella sentía que este se arrastraba cada día a su lado, persiguiéndola, al menos desde la llegada de su desagradable compañero Ithan. Hanna no conocía la palabra duro en sus profundidades, solo e...