𝗣𝗔𝗥𝗔𝗠𝗡𝗘𝗦𝗜𝗔 | Los hermanos Hanagaki regresan a su presente con la idea de que todo, por fin, se ha mejorado. Pero no. Los problemas apenas comienzan. Hyeon está confundida, alarmada y no sabe quién es o como fue que se convirtió en la prome...
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capítulo treinta y uno ; UN HÉROE LLORÓN SE DISCULPA
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❪ pov's Hye ❫
—¡DIJE QUE NO ME TOCARAS!
SABÍA que todos nos veían, pero la verdad es que me importaba una reverenda mierda hacer escándalo a mitad de la calle.
Tambaleé al sentirme mareada y supe en ese momento que quizás no fue buena idea beber tanto, sin embargo, logré volver a mis cinco sentidos cuando la mano de Mikey intentó sujetarme de nuevo.
—¿Hablé en portugués o que? —me alejé sin dejar de verlo, una pequeña sonrisa empezando a brotar de mis labios,— A menos que... me toques en otra parte, claro.
Abrió sus ojos en exageración y miró a los demás, asegurándose de que no me habían escuchado.
—Guarda silencio.
—¡A mí no me mandas! —y nuevamente, mi mente cochina maquinó hasta que mi cuerpo reaccionó por si solo y caminó a paso lento hasta afincarme de sus hombros,— Claro, si hablamos de mandatos en otros aspectos, con mucho gusto me dejaría dominar por ti, bombón.
Carcajeé cuando logré ver un muy pequeño destello rosa iluminar sus mejillas mientras me tomaba de las manos para soltarme de él.
Era divertido hacer que Sano Manjiro se pusiera algo nervioso a pesar de que quería arrancarle la yugular con un cortaúñas.
—Hye. —escuché y ví como Takemichi, ese pequeño imbécil de mierda, se acercaba a nosotros viéndome con una mueca,— Vamos, lo mejor será que nos relajemos.
—¿Por qué me ven como si estuviese loca? ¡Estoy bien! —expandí mis brazos a mis lados dando un ejemplo, pero en el proceso, mi mano derecha chocó fuertemente con algo hasta oírlo caer. Al darle un vistazo, ví el espejo retrovisor de la motocicleta en el suelo,— Upsi... ¿de quién era?
—Ay no. —Mitsuya se tocó la cara con frustración, por lo que le dí una pequeña sonrisa en modo de disculpa cuando intuí que era suya.
—Déjame ayudarte a subir. —con toda la confianza, mi querido hermano menor me tomó del brazo hasta pasarlo sobre sus hombros. Pero aproveché el bug para tomar una de sus manos y apretarlas con fuerza, provocando que soltara una maldición y acabara cayendo al suelo porque me rehusaba a soltarlo,— ¡A-Ah, Hy-Hye...!
