𝗣𝗔𝗥𝗔𝗠𝗡𝗘𝗦𝗜𝗔 | Los hermanos Hanagaki regresan a su presente con la idea de que todo, por fin, se ha mejorado. Pero no. Los problemas apenas comienzan. Hyeon está confundida, alarmada y no sabe quién es o como fue que se convirtió en la prome...
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capítulo veintiocho; MISIÓN: SABER DONDE DIABLOS ESTA HYE
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❪ pov's omnisciente ❫
LOS PRIMEROS DOS DÍAS, NO FUERON tan alertantes para Takemichi, quien al estar un poco acostumbrado a las ausencias de Hye cuando no se sentía bien, pensó que en ese segundo día, ella regresaría de dónde sea que estuviese.
A fin de cuentas, entendía su comportamiento porque estaba más que claro que la había cagado hasta el fondo.
Sin embargo, al tercer día, ella siguió sin aparecer, ocasionando por ley que el Hanagaki menor comenzara a buscarla por su vecindario e incluso preguntar por ella en el gimnasio dónde solía ir a practicar su Taekwondo.
-Uh, no la he visto. -le contestó ese chico que solía estar con ella en clases de ascendencia coreana,- La llamé un par de veces pero nunca me contestó, además lleva un par de días sin venir. ¿Está todo bien?
Pero decidió esquivar el tema dando una leve reverencia y saliendo del lugar decidido a llamar a Hina, quien de seguro debía de saber sobre su paradero.
Pero solo terminó empeorando la situación.
-¿¡Cómo dices?! -su novia sonó muy sobresaltada por la información que le soltó Hanagaki.
-Cálmate, por favor.
-¡Eso explica por qué no me ha contestado mis mensajes! Dios, ¿cómo es que tienen que pelearse a cada rato, eh? ¡La pobre podría estar en algún lado pasando hambre y frío!
-Pe-Pero Hina, yo-... ¿Hina? -miró la pantalla extrañado de escuchar solo un pitido,- ¿Sigues ahí?
Le había colgado para irle con el chisme a Emma.
Suspirando, Takemichi decidió marcar al número de Akkun y pedirle ayuda para buscar a su hermana por los lados de Shibuya.
Al cuarto día, Takemichi ya estaba que se desmayaba.
El buzón de mensajes se había excedido del límite, por lo que intentar llamarla ya no era una opción ya que llegó un momento en el que marcaba como si estuviese apagado.
Su grupo de amigos inestables y él aún seguían en la búsqueda a pie, registrando cada rincón de Shibuya sin dejar una piedra que levantar. Hasta Chifuyu estaba ahí, dando vueltas por su motocicleta hasta los lugares más allá del barrio por si Hye había caminado más lejos de lo usual.
