Seré La Reina De Las Bestias. (Poli 1)

07

(Lamento la demora, he estado deprimida estos días.)

Miraba aquella plaza desorganizada, con pieles y mesas de madera tallada predispuestas de manera desorganizada y bastante... Sucias.

Sangre, heces, plumas, pezuñas, incluso llegó a ver cabello y dedos tirados en el suelo.

—Will... Puedo ir en tus hombros, no quiero pisar este suelo sucio....— Murmuré suavemente mientras tomaba su gran mano masculina.

—Olvide decirte que estaría sucio.— Murmuro en respuesta bastante avergonzado, por alguna razón un niño que había hecho una travesura, tenía esa mirada y sonrisa que me hacía sospechar. De todas formas me aferre a su cuello mientras usaba un solo brazo para cargarme, era sorprendente la fuerza que poseía.

—Quiero comprar pero no tengo dinero ¿Que necesito para comprar aquí?— Le pregunto mientras olfateaba suavemente, sus cabellos ahora impecablemente limpios olían a manzanas.

—¿Dinero? Se hacen intercambios, si quieres algo que ellos tengan deben preguntar que están esperando a cambio. — Me explico Will mientras me guiaba por el sitio, evitaba mirar al suelo puesto a qué sabía que regresaría toda la comida.

—Hu entiendo, ¿Por qué vas en esa dirección? Ya estás saliendo del mercado.— Le comenté mientras miraba que ya no habían más puestos y mesas.

—Quiero llevarte con el brujo del pueblo, el te enseñará cosas que tu tribu tuvo que enseñarte y te ayudará a sanar... Tu... Bueno tu herida.— Trato de explicar solo logrando confundirme ¿Que herida hablaba el?

—Pero no estoy herida.— Le comenté mientras lo miraba con confusión.

—No es normal que alguien sangre de la nada.— me comentó mientras llegaba a una choza bastante extraña, parecía un sótano pues estaba construida en el piso, para llegar a la puerta tenías que descender por unas escaleras de piedra, un pequeño jardín lleno de hierbas rodeaba la extraña casa.

—¡Medico brujo!—  llamo Will mientras tocaba una pequeña carcasa de madera que parecía hacer las veces de un timbre.

—Pase.—

Al entrar en la casa fue bastante mi sorpresa, al ver aquello. Una mujer ¿o era un hombre? Muy hermoso pero mugriento estaba machacando hojas en una piedra lisa, sus cabellos parecían un arbusto sumergido en fango, su olor aún que ligeramente oculta con el olor de las hierbas olía rancio.

—¿Que hace un oso adulto con una hembra no adulta?— fue lo primero que dijo cosa que me sorprendió ¿Hembra no adulta? ¿Dónde no soy adulta?

—Lo siento gran brujo, fue abandonada por su tribu y ha estado luchando sola para sobrevivir en lo profundo del bosque, he venido por qué... Fue mutilada y a estado sangrando.— Las palabras de Will me sacaron de sitio ¿Mutilada? ¡Tu madre fue mutilada!

—¿De que carajo hablan? ¿Cómo que hembra no adulta? ¡Tengo 25 años!— Grite enojada mientras trataba de salir de los brazos de Will.

—¡Por favor cálmate! ¡Es por tu bien! ¡Tu intimidad está lastimada podrías morir!— Fueron las palabras de Will antes de que un extraño aroma invadió mi nariz, sin poder resistirme caí en un sueño profundo.

Will

—¿Está ella bien?— Pregunte asustado cargando a la pequeña hembra quien había caído inconsciente con la hierba que le acercó el medico brujo.

—Subela a la cama debo revisarla, ¿Dices que fue abandonada por su tribu? —

— Si, vive a la orilla del río, parece ser un cambia formas del tipo acuático, entra al agua de tres a cuatro veces por día y tarda horas en ella.— Con cuidado hice lo que me pidieron acostando la en la cama, suspire notando la piel animal con un peculiar aroma  a suciedad. Ella seguro se enfadara mucho conmigo luego.

—Debes salir, la debo de desnudar.— Informo el médico haciéndome sentir incómodo. Tome aire y asentí saliendo del lugar con una creciente sensación de incomodidad en mi pecho.

No tardó en armarse un alboroto, el médico brujo salió llamando a gritos al líder del pueblo, y fue que me asusté ¿Que pasaba? No lo sabía pero no dude en entrar a la fuerza a la casa y tomar a la hembra cubriendo su cuerpo con una piel de oveja y las ropas de ella, envuelta como un gusano en mis brazos corrí, tomando la ruta de escape escondida en ella casa del médico brujo.

Y aún que sonara absurdo... Sentí que hice lo correcto.