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Quedaban 7 días, se dijo, pensaba que podía aprovechar se del pequeño oso, disfrutar de juegos previos con gusto, pero, el patriarca habia venido a interrumpir todo. Gracias al cielo que tenían puerta, si no, que vergüenza que la encontrarán arrodillada y no precisamente para rezar.

—Sara, Will, necesito hablar con ustedes.— Fueron las palabras del patriarca y yo solo sentí mi corazón saltarse un latido, mire a Will desde mi posición, aún con su miembro en mi boca quedando estática, no sabía que hacer, no era una situación en la que pensara me atraparían.

—¿Es importante?— contesto Will de manera ronca, mientras sostenía mí cabeza forzando me a seguir en aquello, de una manera morbosa y no esperada, me sentía excitada ante el peligro de ser descubiertos.

Sentía la humedad aumentando entre mis pliegues, la saliva aumentando en mi boca y su mirada deseosa viéndome con una lujuria no disimulada. Tome impulso como si ya no me doliera la mandíbula, succionando y usando mi lengua a más no poder, nisiquiera lograba terminar de procesar lo que hablaban pues en mi mente quería terminar rápido, y a la vez no.

A veces se sorprendía de lo putísima que podía llegar a ser.

El gruñido de Will me anuncio su orgasmo y como no, toda aquella esperma caliente que invadió repentinamente mi boca asiendo me ahogar por un momento, en ningún momento pude alejarme pues el sostenía mi cabeza con fuerza.

Le mire a los ojos agraviada, me dolía la boca.

—Perdon.— comento suavemente soltando mi cabeza mi boca quedó únida a su miembro con un largo hilo de saliva y semen.

—¿Que dijo el patriarca?— pregunte suavemente mientras temblorosa me levantaba del suelo, sintiendo mis piernas adoloridas pero no más que mi boca.

—Que hay que explicar el por qué no quieres que las nuevas hembras vengan el día de nuestra ceremonia.— comento suavemente antes de cargarme, su miembro orgulloso se mantenía aún erguido lo podía sentir rozando contra mí cuerpo cuando me movia.

—¿Les dirás tu o lo hago yo?— pregunto suavemente, no me rendiría ante ellos.

—Estaba pensando adelantar nuestra ceremonia.— comento suavemente mientras acariciaba mis nalgas, apretando una coquetamente.

—Estoy dudando si llegar virgen a la luna de miel.— Comenté suavemente mientras sonreía coqueta, acariciando su pecho fuerte y poderoso.

—Por eso... Adelantemos la ceremonia.— Comento suavemente antes de sentarse conmigo sobre sus piernas. Me acomode para que su miembro duro descansará contra mi vientre.

—Creo que es lo mejor... Y así también expondré mi necesidad de fomentar el trabajo de todos. No es justo que tú y yo hiciéramos todo y ellos vengan a disfrutar de nuestro trabajo.— Comenté insatisfecha, tal vez deberia comenzar a usar las habilidades del sistema. Fue un pensamiento fugaz, pero el sistema reacciono de inmediato.

Fomentar la unión y el trabajo, es algo importante en una comunidad. Tu aldea debe ser nombrada, y así tú ascenso como monarca iniciará.

El Dios de la creación a instado a asignarte la siguiente tarea;

Promover el autoestima entre los hombres bestias, abrir una aldea para las bestias inadaptadas.

La recomenpensa;

Habilidad del monarca, te permite controlar y manejar el territorio reclamado por ti misma.

Enciclopedia terrestre tomo 1: planeta de bestias.

Mire aquella misión con extrañesa ¿Cómo se promueve la autoestima?

—¿Cariño?— me llamo con suavidad Will mientras me cargaba.

—Will... Sabes que ahora seremos esposos... Pues... ¿Sabes lo que son misiones?— pregunte suavemente mientras acariciaba su rostro, era mi marido aún que aún no nos hubiéramos casado, así que ¿Por qué no contarle sobre mis misiones?

—Si lo sé, ¿Que pasa? Son tareas encomendadas con alguna recompensa.—

—El dios creador de vez en cuando me asisna tareas... Me acaba de asignar la tarea de promover la autoestima entre los hombres bestia... Y reclamar mi propia aldea.—

Fueron segundo o minutos, tal vez horas, no sabría Pero tarde mucho en explicar le a Will como funcionaban las misiones, no le expliqué sobre el sistema, pues sentía que no podría aún que quisiera.

—Los hombres bestia que no son guapos y fuertes no son aptos para conseguir pareja, por eso muchos no tienen mucho autoestima. —Comento suavemente Will acariciando mi rostro con ternura.

—¿Y si los entrenamos para que sean fuertes y cuiden su aspecto físico para que sean más guapos?— Comenté suavemente mientras acariciaba su rostro, con pequeñas espinillas por la gran cantidad de grasa que el adoraba de consumir.

—¿Entrenamiento?—

—Una seríe de ejercicios y juegos para mejorar tu condición física y tu fuerza. — comenté suavemente, me gustaba la idea, pues si hacía la aldea necesitaba soldados que la defendieran.  —¿Que nombre le ponemos a la aldea? —

—¿Que tal Aldea de Sara?— comento simplemente mi osito haciendo me reír.

—¡Vamos Will! ¿Algo más bonito? Algo así como, Isobel, Alaska, o Venecia... Algo así, que suene genial.— Comenté riendo me.

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A partir de este punto puedes dejar un comentario proponiendo un nombre para la aldea.

Si no se te ocurre ninguno, no importa, podrías votar por alguno que alguien allá propuesto.

Les recomiendo poner un significado o por qué les gusta, para no poner un nombre simplemente por ponerlo.

Inicio clases el 8 de abril, si mi mente loca me deja seguir en este mundo les actualizo más.

Seré La Reina De Las Bestias. (Poli 1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora