Capitulo 27; Amor de padre.

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No hay orgullo más grande que ver a mi hijo lograr sus sueños y metas, pero también me siento orgulloso cuando lo veo caer y pedirme ayuda, pues sé, que me tiene la confianza para pedirme ayuda cuando su capacidad es poca.
Solo deseo que mis hijos puedan lograr sus metas, no importa si se raspan un poco en el camino, mientras se sepan levantar. Pues bastante les he aconsejado para que sepan afrontar los desafíos, perder o ganar no es siempre el final, a veces gana más el que perdió que el que ganó ¿Me entiendes?
A veces los padres somos el mayor apoyo de nuestros hijos, como también el mayor arrastre. Y aún que como padre me duela decirlo, se que llegará el día en el que yo mismo sea el impedimento de mis hijos, por ello les digo, que se arriesguen a luchar por lo que desean, así deban viajar lejos y dejarnos a su madre y a mi atrás. Yo desde aquí me sentiré orgulloso de sus logros, aún que me duela la distancia.

Un consejo que hasta hoy aún tengo presente, descansa en paz amigo.
Siempre te tendré presente.

———

—¡Buenas!— una voz masculina que no lograba reconocer resonó, estaba comiendo junto a Will, planeando como construir la escuela.

—Suena a Cookie.— Murmuró Will mientras se levantaba con pereza, de la silla y abría la puerta de piel, un hombre moreno algo bajo con dos colmillos sobresalientes de su boca, aunque pequeño era robusto, un hombre jabalí.

—Lamento molestarte Will, pero ¿Podría hablar con la sacerdotisa? — pregunto con suavidad, a pesar de aquel aspecto intimidante, actuaba con suavidad y me sentía agradable. Tal vez era ese aura de tranquilidad que emanaba.

—¿Para que soy buena? — pregunte antes de bostezar, me sentía con flojera, tenía más ganas de dormir que de estar de pie. Aún me dolía la cadera.— Will ¿ puedes hacerme el té?— le recordé sin mencionar cuál té era pero su asentimiento me confirmó que entendió. Se alejo un tanto vacilante, se fue a la cocina pero aún podía ver cómo sus orejas casi se giraban como dos antenas queriendo escuchar la conversación.

—Yo... Quisiera que mi hija pudiera recibir educación...— comento nervioso, su voz bajaba cada vez más pero el mensaje fue entendible.

—Claro, pero aún no hemos iniciado la construcción de la escuela por lo que hay que esperar un poco.— Explique pacientemente.

—Yo... Quisiera que se pudiera iniciar de una vez, mi hija pronto tendrá la edad para contraer matrimonio y no quiero que se case sin educación... Puedo ayudar a construir la escuela y pagar con pieles y carne.— Su solicitud parecía desesperada, pero algo me decía que había más de una razón.

Asentí, no iba a indagar, pero si podía recibir mano de obra extra no me quejaria.

—Vale, esperemos a Will para ir al sitio.—

———

—Debe ser un sitio amplio, quisiera que tuviera una estructura firme y elevada. Dividida por pisos, para que se divida en niveles de aprendizaje. El nivel más bajo sería la planta baja, y el más alto los de nivel superior. Pero como aún no ha muchos niños educados en el área demos prioridad al primer nivel. Si algunos niños son sobresalientes se les puede contrar como maestros a futuro.— Explicaba todo mientras trazaba sobre la tierra usando un palo para crear un plano básico.

—Podemos rodearlo de un jardín medicinal y árboles frutales, para que aquellos que sean adecuados puedan aprender sobre herbolaria y medicina. — comento esta vez Mijaíl mientras dibujaba unos pequeños huertos rodeando el sitio

—Se podrían hacer torres para los niños descendientes de aves.— comento Will mientras dibujaba cuatro torres lentamente un tipo de castillo iba tomando forma.

—¿Podría tener un campo de tiro y lucha?— pregunto Cookie, mientras trazaba un cuadrado y un círculo en la parte trasera del edificio principal.

—Me parece perfecto. Pero me parece que tendremos que talar muchos árboles y será un trabajo grande...— Comente mientras analizaba, sería una escuela castillo. Eso suena maravilloso y de cuento de hadas.

— Podríamos contratar mano de obra o en todo caso darles descuentos a los hijos de esos hombres bestia que vengan a estudiar. — Señaló Mijaíl mientras se paraba orgulloso aún lado mío, del otro Will seguía mirando el vasto bosque que teníamos en frente.

—Tambien a los propios estudiantes, no hay límite en la edad, por lo que ellos mismos podrían recibir una reducción de costo a la hora de trabajar.— Explique suavemente mientras acariciaba mi barbilla.

En mis ojos había una pantalla transparente que solo yo podía ver. En ella mostraba la cantidad de hombres bestia requerida para la construcción del edificio, como las misiones a cumplir para encontrar los materiales requeridos.

—¿Que tal si ofrecemos eliminar el limitador de esposos a cambio de su mano de obra?— Fue un comentario dado por los tres hombres de manera simultánea.

—¿Perdón?— los mire con extrañeza ¿Eliminarlo? ¿Acaso no les era conveniente tener el límite de parejas?

—Sara... ¿Sabes de dónde viene el poder de una mujer?— Pregunto Mijaíl suavemente como temeroso de mi comentario.

—¿De su propia capacidad?— murmuró antes de reír.  —De sus esposos.—

—Entonces ¿por qué limitaste la cantidad que podían tener?— pregunto suavemente Will los tres hombres la miraban curiosos.

—Por que fue la única regla que podía poner para limitar la población.— Comento simplemente antes de rascar su cabeza. —¿Vieron que solo vienen como huéspedes o mandan únicamente a hembras que apenas obtuvieron la mayoría de edad?— pregunto suavemente mientras me giraba ahora viendo a la aldea.

—Estas queriendo decir que es una regla temporal.— pregunto Mijaíl.

—Mi idea no es quedarme aquí, pero si es temporal, quiero volverlo una aldea para jóvenes. Niños y niñas que vengan con la intención de estudiar y no de establecerse ¿Por qué crees que estamos construyendo hacia afuera de la aldea principal? Quiero construir un imperio, así sera nas fácil controlar todo y mejorar la tecnología. . . Lo principal es sembrar en los niños la idea del conocimiento y del respeto... ¿Cuántos machos mueren por qué son abandonados por la hembra a diario?—

Un imperio
Un pueblo para los niños.

Aquellas palabras resonaban en la mente de los 3 hombres, pero bien sabía Sara que no era solo eso.

Era un pueblo horfanato, cuando un macho moría, sus crías eran abandonadas a menos que fuera una hembra. Y incluso si era una hembra, era tratada como una rival por parte de su madre ¿Cómo podía impedir aquella situación? Creando conciencia, si todos los niños abandonados pudieran venir aquí y aprender sobre la magia y alguna vocación .. . Aumentaría el nivel de sobrevivientes y tal vez, pudiera crear una civilización que tomara más enserio las relaciones. . .

O almenos eso quería lograr. . .

Seré La Reina De Las Bestias. (Poli 1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora